Caracas.- Desde que comenzó el período escolar 2019-2020, educadores del sector público han realizado 10 protestas en la capital. El primer día de clases, el lunes 16 de septiembre, dejaron claras sus exigencias: dolarización del salario, revisión del contrato colectivo, restauración de los 27.000 planteles adscritos al ministerio, reivindicación de la profesión y, sobre todo, la renuncia de Aristóbulo Istúriz.

Este miércoles 23 de octubre se cumplió el segundo día de paro nacional de 48 horas convocado por las federaciones y sindicatos, que luego Édgar Machado, presidente del (Sinvema), precisó que se acató en 90 % del país.
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PARO NACIONAL DE 48 HORAS FUE ACATADO POR 90% DEL MAGISTERIO

En Caracas, maestros y maestras estaban dispuestos a caminar desde Parque Carabobo, frente a la sede del Ministerio Público, hasta la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (Upel), en la avenida Páez de El Paraíso. Recorrieron cuatro kilómetros en una hora y media.

Desde que la marcha comenzó, a las 10:30 am, la Policía Nacional Bolivariana (PNB) demostró que impediría a los casi 100 docentes avanzar. Los funcionarios instalaron el primer piquete en la avenida Universidad. Aun así, lograron avanzar, la mayoría lo hizo corriendo.

Vanessa Moreno acató el paro. Durante la manifestación levantó un bolígrafo y un marcador acrílico. “Son mis únicas armas. Y un marcador seco, además, porque no me alcanza para comprar uno”, dijo.
Ella es profesora de castellano de primero a quinto año de bachillerato y expresó que defenderá la educación hasta lograr un cambio en el sistema venezolano.

En donde la policía colocaba un obstáculo, los docentes saltaban y corrían para superarlo. Luego de recorrer la avenida Bolívar, pasar por Nuevo Circo y abandonar la Nueva Granada antes de llegar ahí, docentes y funcionarios se encontraron en Puente Hierro.

La caminata avanzó a pesar del contingente. Un grupo de docentes tumbó dos de las 10 motos que trancaban el paso y luego, cinco o seis policías arremetieron contra un profesor y otros intentaron defenderlo. Édgar Machado medió y la movilización continuó.

Alida Gómez es jubilada, trabajó durante 35 años para el sector privado y 18 para el público. “Este gobierno acabó con la historia”, manifestó y aseguró que por eso atiende a la convocatoria del gremio.
Insistió en que la única respuesta del Estado han sido las agresiones de los policías y recordó que, en algún momento, el ministro Istúriz fue docente de aula y sindicalista.

Cuando la marcha llegó al puente que conecta El Paraíso con Quinta Crespo, un funcionario de la PNB les prometió a los dirigentes sindicales que les permitirían avanzar y resguardarían la caminata si se mantenían en la acera y no obstaculizaban el paso de los automóviles.

Luego de una hora y media, los casi 100 educadores se encontraron con algunos representantes de la Universidad Nacional Experimental Politécnica Antonio José de Sucre (Unexpo) y la Universidad Simón Bolívar (USB).
Justo a mediodía entonaron el Himno Nacional con la promesa de monitorear los centros educativos en los que la directiva amenazó con suspensión a quienes se unieran al paro. Además, el próximo objetivo es una huelga de 72 horas.

Raquel Figueroa, coordinadora nacional de la Unidad Democrática del Sector Educativo (Udse), dijo que desde que comenzó el año escolar, el magisterio se ha organizado y unido en torno a objetivos comunes. Luego de la destitución de 16.000 profesionales, 32 convocatorias a reuniones y 29 comunicados ignorados por Aristóbulo Istúriz, el gremio se niega abandonar las calles hasta que el ministro renuncie.

Pese a las diferencias entre los líderes de las ocho federaciones y los 100 sindicatos a nivel nacional, Figueroa estima el crecimiento de las protestas. “El diálogo se agotó y el descontento es claro”, aseveró.