Este 15 de junio las calles de San Francisco de Yare, en el estado Miranda, y del Pueblo Arriba en Naiguatá, al este del estado Vargas, se vistieron de color, fervor, música y tradición cuando los diablos danzantes, manifestación cultural elevada a Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en 2012, bailaron por las diferentes calles de estas dos poblaciones cumpliendo con los ritos correspondientes a la Víspera de Corpus Christi, a partir del mediodía de este miércoles 15 de junio.
Los diablos danzantes de Yare, en los Valles del Tuy, iniciaron su baile una vez que el párroco Francisco “Pancho” Mijares les concedió el permiso. La tradición se arrancó con el repique de tambores en las afueras de la iglesia San Francisco de Paula. Mijares abrió las puertas del templo para proceder a la bendición de la diablada, encabezada por su capataz Pablo Azuaje.
Tras recibir la bendición del sacerdote y rendirse ante el Santísimo Sacramento, la diablada ataviada de rojo inicio el recorrido por 38 altares.
De manera simultánea, pero en la costa de Naiguatá, los diablos danzantes multicolores, descendieron del Cerro Colorado a cumplir su promesa, atendiendo el llamado de El Cajero Mayor, Elio Iriarte, y de las campanadas de la iglesia San Francisco de Asís.
En la tradición varguense, los nuevos promeseros de Naiguatá fueron recibidos este miércoles, 32 hombres y mujeres, que se suman a la celebración y al pago de promesas.
Tanto en Yare, como en Naiguatá, los actos centrales serán este 16 de junio. Habrá misa, baile, procesión y visita a los altares, en una celebración que se iniciará desde tempranas horas de la mañana.
Con información de Nadeska Noriega y Rossana Battistelli