Caracas.- ONG, activistas y familiares inauguraron este domingo, 16 de julio, en Petare el mural «Honrando la vida», dedicado a las víctimas de presuntas ejecuciones extrajudiciales en Venezuela, con el que denuncian la violencia policial y exigen justicia para sus casos y que se garantice el derecho a la vida.
El mural, pintado en el sector de La Dolorita de Petare, muestra en primer plano el rostro de Cristian Charris, un joven barbero de este sector que fue «ejecutado por funcionarios del FAES (Fuerzas de Acciones Especiales) en septiembre de 2018», junto a una tijera, un peine y una máquina de afeitar eléctrica, símbolos de su profesión.
Además, el mural muestra a un joven que juega baloncesto, la sombra de un tumulto de personas manifestando y, en el fondo, una barriada, imágenes que fueron pintadas de colores cálidos y negro.
Ivonne Parra, madre de Guillermo Rueda Parra, víctima de una ejecución extrajudicial en diciembre de 2017, cuando el joven tenía 20 años, aseguró que su hijo «representa a miles y miles de muchachos asesinados», de los cuales la gran mayoría eran bachilleres, ingenieros, trabajadores.
«Aquí nos encontramos nosotras, madres, a quienes nos arrebataron la vida de nuestros hijos y a nosotras también. Esto es difícil», expresó.
Parra, vicepresidenta de la ONG Madres Poderosas, aseguró que el asesino de su hijo no solo no está preso, sino que sigue en su cargo y fue ascendido, lo que -aseguró- evidencia que el Estado niega la justicia genuina, una situación que pidió a los familiares de las víctimas denunciar «hasta los últimos días» de sus vidas.
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El mural, además de «Honrando a la vida», también tiene escrito el nombre de Charris, el cual -dijo Parra entre lágrimas- «no debería estar».
«Nosotras no queremos estar aquí, a nosotras nos impusieron estar aquí (…) y por la falta de justicia tampoco podemos descansar y llorar a nuestros hijos tranquilas, tener un duelo como debe ser», agregó Parra.
Los diversos cuerpos de seguridad del Estado fueron culpables de, al menos, 824 presuntas ejecuciones extrajudiciales durante el año pasado, 590 menos que en 2021, según un informe de las ONG Provea y Fundación Centro Gumilla, como parte del proyecto común «Lupa por la Vida».
El pasado abril, Provea denunció que 9.465 personas fueron asesinadas por policías y militares desde 2013, una década que la organización describe como «oscura para los derechos humanos».