Un proyecto para la construcción de un club deportivo con canchas de pádel en la urbanización La Alameda, municipio Baruta, estado Miranda, generó el rechazo de decenas de habitantes que, el 22 de julio, se reunieron con el alcalde Darwin González para exponerle los problemas que tendrán en la comunidad si se concreta la intervención de una zona boscosa.
La construcción se extendería en un espacio de más de 20.000 metros cuadrados, en el cual se talarían árboles en 20 % del terreno, además del desmalezamiento y la excavación del suelo para ejecutar la obra.
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Aunque el alcalde del municipio Baruta, Darwin González, aseguró que cuentan con toda la permisología exigida para ejecutar el proyecto, la abogada y defensora de los derechos humanos, Fabiana Garantón, indicó que son permisos de dudosa procedencia, los cuales revisarán en detalle.
De igual manera, los vecinos de La Alameda indicaron que la autorización de desmalezamiento está firmada por el director de Ingeniería Municipal, Harold Sosa, detenido en abril de 2023 por hechos de corrupción.
De acuerdo con un documento de la Dirección de Consultoría Jurídica de la Alcaldía de Baruta, el proyecto cuenta con la acreditación técnica del estudio de impacto ambiental y sociocultural, aprobado a través de la providencia administrativa N.º 412 con fecha del 3 de octubre de 2022, que autoriza el desarrollo del complejo deportivo al considerar que se tiene toda la permisología de los organismos competentes.
Denuncias y decisiones
En enero de 2023, la comunidad introdujo un documento en el Ministerio de Ecosocialismo (Minec) y una denuncia en el Ministerio Público para solicitar la suspensión de la obra. También se reunieron con autoridades de la Alcaldía de Baruta, pero no surgió una solución. Por lo tanto, los ciudadanos volvieron a rechazar el proyecto desde hace unas semanas y aseguran que acudirán a la Defensoría del Pueblo, a la Asamblea Nacional y a los organismos que sean necesarios hasta recibir respuestas en beneficio de la comunidad.
Este sábado, 22 de julio de 2023, se realizó una asamblea de vecinos en la Calle B de La Alameda y el alcalde Darwin González llegó con varios permisos en mano, incluyendo un sobreseimiento del proceso penal a favor de la Sociedad Mercantil Urbanizadora Colinas de Valle Arriba C.A. (empresa privada encargada de desarrollar la obra). El documento, con fecha del 21 de julio de 2023 (un día antes de esta reunión), está firmado por la jueza Isabel Feraldine Molina, de la Fiscalía 87ª Nacional de Defensa Ambiental y Fauna Doméstica.
Ante el rechazo de los vecinos a la construcción de las canchas de pádel, el alcalde propuso una reunión el miércoles, 26 de julio. Pidió la organización de una comisión de 10 personas para debatir propuestas que permitan alcanzar un consenso, pero insistió en que la estrategia no se haga pública. Esta última solicitud fue rechazada por los habitantes, pues aseguran que todos los acuerdos y procedimientos tienen que informarse.
El equipo de El Pitazo acudió a La Alameda para conocer la problemática y ampliar información sobre el estatus del proyecto. Sin embargo, al consultarle al alcalde Darwin González, este se negó a ofrecer información.
«No se puede negociar porque es un ecocidio»
El concejal del municipio Baruta y presidente de la comisión de Urbanismo y Ambiente, José Gregorio González, acompañó el reclamo de los habitantes de La Alameda, Colinas de Bello Monte, Valle Arriba y otras zonas aledañas. Indicó que la construcción de canchas de pádel «no se puede negociar porque es un ecocidio que se va a producir». También aseguró que se debe buscar una salida con las presiones necesarias.
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«Sabemos a quiénes nos estamos enfrentando porque aquí no hay Estado de derecho. Hay que establecer una estrategia para que la Fiscalía revierta la decisión de continuar con ese proyecto», agregó.
José Gregorio González recordó que el pádel es un deporte lucrativo y, por lo tanto, debe estar reglamentado. Por ello, generarán una ordenanza para evitar las violaciones que se han presentado en La Alameda y otros urbanismos del municipio Baruta, donde se han construido este tipo de canchas.
El presidente de la comisión de Seguridad y Salud del municipio Baruta, Federico Estaba, dijo que la comunidad lleva la voz de mando. Por lo tanto, pidió a los habitantes ser responsables, constantes y concisos en la denuncia para lograr que se paralice la construcción del club deportivo.
«Tenemos un logo hermoso que es una hoja, pero pareciera que le estamos echando concreto. Necesitamos la recuperación de los espacios y mantenerlos. Cada vez requerimos más gente porque de lo contrario nos van a pasar por encima», precisó Federico Estaba.
Daños en la comunidad
El presidente de la junta de condominio de residencias La Alameda, Carlos Alberto Albarracín, afirmó que la construcción de canchas de pádel se tiene que frenar porque hay viviendas expuestas a sufrir daños. Además del deterioro en la vialidad que ocasionará el ingreso constante de vehículos y la pérdida de seguridad en este urbanismo privado.
«Si se logra el proyecto van a tener a toda la comunidad en contra. Desde el año pasado hemos acudido a muchas reuniones y presentado nuestras inquietudes, pero no se ha llegado a nada. Ya agotamos toda la vía administrativa», precisó Albarracín durante la asamblea de vecinos, el 22 de julio.
Respecto a las condiciones del terreno, el ingeniero hidrometeorologista y magíster en Ciencias de la Tierra, Juan Arévalo, explicó que el lugar donde se ejecutaría la obra es una cuenca hidrológica con una pendiente inclinada que al llover permite una caída importante de agua. Además, con la construcción de un urbanismo en Colinas de Bello Monte -aledaño a La Alameda- hace 40 años, la tierra se lanzó hacia la zona boscosa y se desconoce la estabilidad actual de esos terrenos, de los cuales hay evidencia de que se han asentado, aproximadamente, cinco metros.
«Se corre un riesgo que no se puede cuantificar. Al tocar los terrenos se puede perder la estabilidad por remover la tierra que desde hace 40 años no ha tenido intervención humana. No hay información de lo que se está haciendo, pero todo lo que construyan nos afectará. No es justo que nos impongan algo sin decirnos qué quieren hacer», precisó el ingeniero.