Caracas.- La exhumación es un requisito previo a la ceremonia de beatificación, con esta se constata que en el sitio donde se realiza, están las osamentas del futuro beato y la condición en la que se encuentran sus restos humanos.
Durante el procedimiento se extraen las reliquias que serán enviadas al Vaticano. En el caso de José Gregorio Hernández, serán distribuidas en todas las diócesis de Venezuela y en otros países en donde hayan santuarios y parroquias con el nombre y así las soliciten.
Las reliquias están organizadas en tres grados:
- Reliquias de primer grado: huesos del cuerpo del futuro beato.
- Reliquias de segundo grado: un fragmento de su ropa o un objeto que haya usado en el transcurso de su vida.
- Reliquias de tercer grado: cualquier objeto que haya sido tocado por una reliquia de primer grado.
¿Cómo es el proceso?
Según la explicación dada por el administrador apostólico de la Arquidiócesis de Caracas, Baltazar Cardenal Porras, en un video difundido por las cuentas eclesiásticas oficiales, a la tumba donde reposan los restos humanos del futuro santo, acuden médicos patólogos, especialistas y fiscales jurídicos de la Iglesia «que son como los testigos forenses» y confirman si allí hay o no restos humanos.
Estos especialistas extraerán las reliquias de primer grado y se encargarán de enviarlas al Vaticano, diócesis venezolanas y a otros países que las soliciten.
Como una medida de prevención, el Cardenal Porras explicó que «hay que guardar otras tantas reliquias» debido a que es probable que en un tiempo no muy lejano se crearán parroquias o santuarios en Venezuela o en el exterior «y pedirán lo que se llama esa reliquia de primer orden y las de segundo orden».
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Según el Código de Derecho Canónico, capítulo IV de los altares, en la Iglesia católica, se debe observar «la antigua tradición de colocar bajo el altar fijo reliquias de mártires o de otros santos».
Caso José Gregorio Hernández
El doctor José Gregorio Hernández ya había sido exhumado y trasladado desde el cementerio General del Sur hasta la iglesia Nuestra Señora de la Candelaria, en Caracas, con la intención de proteger sus restos.
Su causa permaneció 70 años siendo estudiada por el Vaticano; aunque se introdujo en 1949 por el entonces arzobispo de Caracas, Lucas Guillermo Castillo, fue en abril de 1964 cuando se declaró que no había impedimento para continuar con el resto del sumario de la santidad de quien en vida se dedicó a la ciencia y a la fe. El 4 de mayo de 1972 su causa se hizo oficial.
En septiembre de 1985 aprobaron las virtudes heroicas y se le declaró venerable, título que da la Iglesia a quienes se les considera como un modelo de vida cristiana, digno de ser reproducido por los fieles. San Juan Pablo II fue quien se encargó de proclamarlo en enero de 1986.
El viernes 19 de junio, el Vaticano declaró que el doctor José Gregorio Hernández pasará de ser venerable a beato de la Iglesia católica.
El próximo 26 de octubre se tiene prevista la segunda exhumación de los restos del futuro beato, una vez que el papa Francisco aprobó el proceso donde se le atribuye su intercesión en el milagro de Yaxury Solórzano en el estado Apure.
Se estima que el acto final para oficializar su beatificación ocurra durante el primer trimestre de 2021.