Las tradiciones se mantienen porque con cada generación existe gente que las sostiene. La visita a los Siete Templos que acostumbran a realizar fieles cada Jueves Santo de la Semana Mayor, es una de las más arraigadas entre caraqueños.

Este 28 de marzo fue el escenario para que cientos de creyentes tocaran la puerta de sus iglesias para agradecer los milagros. Asdrúbal Puerta, de 61 años de edad, acudió junto a uno de sus hijos a la iglesia Santa Teresa para dar gracias ante la imagen del Nazareno de San Pablo.

Su milagro data de hace 35 años y antes de ser motivo de agradecimiento, resultó una tragedia que casi le cuesta la vida a su esposa e hijos. En el año 1988 dejó su vivienda en Antímano para ir a trabajar y un cortocircuito generó un incendio que consumió el lugar en mi minutos.
Siete templos, siete palabras y siete dolores para toda la humanidad
En la estructura estaba su familia que resultó ilesa. «Cuando llegué y vi que ya no teníamos nada; mi esposa estaba embarazada y mis otros hijos pequeños, volteé al cielo y dije Dios mío, ayúdame», recordó mientras sostenía un cuadro con la misma imagen que visitó esta mañana.
Con la fe puesta en el Nazareno, trabajó más de la cuenta y en dos años, adquirió una nueva vivienda. «Le vengo a agradecer cada Semana Santa al Nazareno por mi casa», dijo.

Travesía familiar
Mari Vera, vecina de Catia, inició el recorrido en los Siente Templos a partir de las 8:00 am de este jueves. Una intervención quirúrgica reciente en la clavícula no le impidió caminar. Tanto ella como sus hijos y nietos, se mostraron ansiosos de cumplir con la peregrinación para agradecer que la cirugía fue todo un éxito.
Fue intervenida en el Hospital Miguel Pérez Carreño y desde su ingreso, motivado por una caída que le causó una fractura, el proceso fue sin contratiempos y la recuperación aún más exitosa.
Desde las puertas de la iglesia Nuestra Señora de Altagracia, Mari también oró por la paz y tranquilidad de Venezuela.

Pidieron por sus sueños
Las iglesias también estuvieron repletas de creyentes que hicieron nuevas peticiones frente a las imágenes de los máximos representantes de la fe católica.
Maruska llevó por primera vez a su hija recién nacida al recorrido de los Siete Templos. También llevó a su otro hijo de cinco años y a un grupo de amigos. Desea que su familia y allegados se comprometan, tal y como lo hizo ella, en cumplir con su religión.
«Mientras recorro los Siete Templos pido a Dios que me ayude para comprarme una casa», contó.
Varias de las iglesias que tradicionalmente abren sus puertas los Jueves Santo para que la feligresía cumpla con la peregrinación, estuvieron cerradas durante la mañana. Yosilim Torres, miembro de la cofradía d ella Catedral de Caracas, explicó que a las 9:00 am el cardenal Baltazar Porras ofició una misa que reunió a 200 sacerdotes, y por este motivo, los otros Templos estuvieron cerrados.
En todos los templos del Distrito Capital que fueron recorridos por la feligresía, hubo una importante presencia de funcionarios policiales, bomberos y Protección Civil; que instalaron carpas y puntos de control para la atención y vigilancia del público.