Caracas.- El blindaje eléctrico de Caracas que prometió en 2010 el gobierno chavista, y que costó a la nación unos cinco millardos de dólares -según el especialista en sistemas de generación eléctrica, José Aguilar-, se terminó. Desde hace meses, los habitantes del Distrito Capital sufren de racionamientos, aunque no tan continuos como en las provincias, y solo en los primeros siete meses de 2021 registran al menos 11 apagones, 3 menos de los que contabilizó Maracaibo –la cara más visible del colapso eléctrico– en 2020.
Habitantes de Caracas, Vargas y Miranda reportaron un apagón alrededor de las 5:30 pm, de este lunes 2 de agosto. Al menos 25 sectores quedaron sin el servicio eléctrico en la capital de Venezuela. La estatal Corporación Eléctrica Nacional explicó, horas más tarde, que la falla se debió a un «evento» ocurrido en la subestación Tacoa, ubicada en Catia La Mar, estado Vargas.
El especialista explicó que el blindaje eléctrico de Caracas se terminó con el deterioro de la infraestructura de los sistemas de distribución, transmisión y generación de la energía eléctrica.
«La falta de atención oportuna al sistema de transmisión y distribución, aunado al poco rendimiento de la generación, hace más vulnerable al Distrito Capital. A Caracas le han invertido más de cinco millardos de dólares y no hay solución. Invirtieron en plantas que fueron un fracaso y ahí está el caso Derwick. El blindaje eléctrico de Caracas resultó ser una gran estafa«, dijo Aguilar en entrevista telefónica.
El Distrito Capital cuenta con 4.000 megavatios térmicos instalado, pero solo se generan 12.5 % –cerca de 500 megavatios-. Esa producción está muy por debajo de los 1.600 megavatios que demanda y que es suplida con la importación de energía proveniente de la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar, conocida como Guri en Guayana, según reportes de la estatal eléctrica manejados por el ingeniero Aguilar.
Aguilar explicó que para tratar de cubrir la mayor demanda posible, la gerencia de Corpoelec viola los límites de transmisión de las líneas por las que conducen la energía y ante el deterioro de la infraestructura, las fallas suelen ser recurrentes. «Siguen socavando un sistema que está mal. Hay subestaciones que fallaron con los apagones de 2019 y no lo han resuelto».
El Distrito Capital no solo depende de las centrales de Guayana, el 80 % de la demanda eléctrica de Venezuela es cubierta por Guri, Caruachi y Macagua, debido a la pobre generación térmica en la que el chavismo gastó la mayor parte de los 105.000 millones de dólares que destinó hasta 2019 para el sector eléctrico nacional, según un estudio de Aguilar.