Caracas.- 80% de los hogares venezolanos tienen riesgo de inseguridad alimentaria por sus condiciones de pobreza y 90% de la población no tiene ingresos suficientes para comprar alimentos. La cifra destaca de la última entrega de la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi), presentada a principios de 2019.
Con estos datos Venezuela llega al 18 de noviembre, decretado Día Nacional de la Alimentación desde 1951. Hoy en el país la inestabilidad económica genera “graves repercusiones para la seguridad alimentaria de los hogares vulnerables”, tal como se desprende del reporte global sobre seguridad alimentaria 2019 realizado por la Red de Información de Seguridad Alimentaria, parte del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas (PMA), el Instituto de Investigación Internacional sobre Políticas Alimentarias y la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
La crisis es palpable, pero la respuesta también. El surgimiento de comedores populares para alimentar a niños, mujeres embarazadas y lactantes ha contribuido a curar el hambre en el corazón de muchos barrios del país.
Iglesias, grupos pastorales, comunidades organizadas, dirigentes políticos y organizaciones no gubernamentales han procurado la creación de estos espacios en los que garantizan al menos un almuerzo a niños de escasos recursos y con difícil acceso a los alimentos.
Uno de los programas que ha ayudado a hacerle frente a la crisis es Alimenta la Solidaridad, que se hizo parte de la cotidianidad de quienes sufren la crisis en Venezuela y ya cuenta con una red de 159 comedores en varios lugares del país. Gracias a esta red son beneficiados más de 11.500 niños, quienes tienen un almuerzo diario y, en muchos casos, han logrado superar la desnutrición.
En tres años, el modelo de gestión y emprendimiento comunitario de Alimenta la Solidaridad se ha desplegado en 13 estados de Venezuela: Aragua, Anzoátegui, Carabobo, Distrito Capital, Falcón, Lara, Mérida, Miranda, Portuguesa, Táchira, Trujillo, Vargas, Yaracuy y Zulia.
Aunque quienes encabezan el programa coinciden en que el objetivo debe ser erradicar el hambre en Venezuela y generar potencial en las comunidades pobres para que las familias puedan superar la pobreza, hoy la visión inmediata es la de ayudar a la mayor cantidad de niños que sea posible.
Más ayuda: Nutriredes
Otro de los programas que han surgido como respuesta a la crisis, la inseguridad alimentaria y la desarticulación del programa de Alimentación escolar (PAE) en los colegios, es Nutriredes Miranda. Este proyecto tiene dos años y respalda a 350 niños en Los Teques, Guarenas, Guatire, Barlovento y Petare.
La directora de esta fundación, Ana Corina Rafalli, explica que el programa nació como una manera de apoyar a los niños para que puedan ir a clases con el estómago lleno, por lo que contempla almuerzos los cinco días de la semana para niños que llegan de estudiar o que lo hacen en el turno vespertino, luego de comer.
En este programa son las madres vecinas en las comunidades las que lo fortalecen y ejecutan, lo que ayudó también a consolidar la organización comunitaria en los espacios de los nueve comedores que tiene la red.
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Proyecto Nodriza
Proyecto Nodriza es otra de estas iniciativas y no solo apoya a 100 mamás y 400 niños con almuerzos de lunes a domingo, sino que ofrece un protocolo de nutrición para bebés y madres malnutridos.
Al igual que otros planes de este tipo, se respalda en alianzas con organizaciones internacionales para garantizar una alimentación balanceada en las comunidades que impactan y, también, brindar talleres sobre higiene, salud y alimentación a los beneficiados y vecinos.
«Proyecto Nodriza brinda el plato, pero también ofrece educación a las mamás sobre higiene, salud y alimentación durante la crisis, aprendiendo opciones para hacer comidas en casa«, explicó la coordinadora de alimentación de Nodriza, Berenice Moreno.
¿Cómo instalar un comedor en la comunidad?
La gerente general del programa Alimenta la Solidaridad Petare, Alejandra Martínez, organización que ya cuenta con 33 de estos espacios instalados en toda la parroquia, explicó el paso a paso para la instalación de un comedor en cualquier comunidad:
1.- Identificar un sector vulnerable y a un líder comunitario con experiencia y conocimiento de la zona.
2.- Son los líderes comunitarios quienes estudian un posible espacio físico. Debe tratarse de un lugar con condiciones mínimas de seguridad y que no presente riesgos estructurales. Además, no puede estar ligado a ninguna tendencia política, por lo que, generalmente, se usan casas comunitarias, viviendas de alguna familia dispuesta a ser voluntaria o iglesias.
3.- En este espacio debe existir una zona para cocinar y una nevera para la refrigeración de los alimentos por al menos una semana.
4.- La comunidad debe organizarse en la búsqueda de mesas, sillas y el acondicionamiento del espacio con respeto a las normas de higiene que permita que al menos 20 niños puedan comer en el sitio al mismo tiempo.
5.- Son también los propios vecinos los que levantan el censo respectivo para elegir a los posibles beneficiados. Este debe cumplir con ciertas características:
- Niños de entre 1 y 12 años de edad.
- 50% de los niños deberían ser menores de cinco años (los primeros cinco años la alimentación es fundamental para el desarrollo integral del individuo).
6.- Luego de realizado el censo, la organización realiza varias reuniones organizativas en la comunidad para definir los lineamientos, las normas que deben regir el comedor y otros posibles proyectos.
7.- Entre todos los organizadores y posibles beneficiados deben definir un cronograma de trabajo, distribución de funciones y asignación de roles protagónicos dentro del comedor.
8.- En el siguiente encuentro se evalúa la propuesta de la directiva y se verifica la asistencia de los posibles beneficiados para determinar la lista final. En este punto los niños son pesados y medidos para la posterior evaluación de sus avances.
9.- Cada niño que se haya evaluado completamente y cuya madre haya asistido al 70% de las actividades previas, pasa a formar parte definitiva de la lista de beneficiados.
10.- Con esto se completan las acciones previas para pasar a la inauguración del comedor. En el espacio se debe ubicar una cartelera con las normas del comedor, la lista completa, una carta de protección y salvaguarda y la identificación de todas las madres y líderes que ejecutan funciones puntuales en el comedor.
La gerente general de Alimenta la Solidaridad Petare explicó que la apertura de nuevos espacios depende del financiamiento que la organización logre obtener a través de alianzas y voluntarios. Sin embargo, todas las propuestas que llegan son evaluadas y consideradas cuando se abren nuevos espacios.
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