Por Juany Romero
Programa de Formación Nuevos Periodistas
Maracay.- Una semana después del hecho violento suscitado con los privados de libertad del Centro de Atención al Detenido de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) en La Morita, municipio Linares Alcántara del estado Aragua, docentes y directivos de dos instituciones cercanas exigen mudar este reclusorio.
Los vecinos de la calle Alberto Carnevalli con Pinto Salinas de La Morita II, sector donde está situada esta sede policial, manifestaron que hechos como el ocurrido el 17 de julio, los mantiene en alerta constante, ya que les preocupa la seguridad de sus hijos.
Ese día, un grupo de presos tomó como rehenes a cuatro funcionarios policiales para exigir traslados a una cárcel y que cesaran los maltratos policiales y las extorsiones.
En la parte posterior de esta sede policial se encuentra el colegio Virgen del Rosario, adscrito a Fe y Alegría. En esta institución estudian la mayoría de los niños y adolescentes de la comunidad y el principal punto de visión es el patio donde permanecen los reclusos.
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A una cuadra, exactamente en la calle Andrés Eloy Blanco, número 4, está ubicada otra sede pedagógica. Se trata de la Unidad Educativa José Francisco Torrealba.
La Organización no Gubernamental (ONG) Una Ventana a la Libertad (UVL) recabó las peticiones de docentes y del personal directivo de estas instituciones ante la situación ocurrida.
Claudio Pérez, docente y director de la U.E. José Francisco Torrealba, informó a UVL que no es la primera vez que hechos como fuga de internos y motines se presentan en el lugar e hizo énfasis en el creciente temor dentro de la comunidad educativa.
«Lo que ellos hicieron el 17 de julio frustró la celebración del fin de año escolar de los pequeños, porque debimos suspender todo lo pautado por miedo a un desenlace fatal”, argumentó Pérez.
Según UVL, ambos planteles solicitan, a modo de exigencia, la remoción de este centro de reclusión del lugar, antes de que inicie el nuevo año académico pautado para el mes de septiembre.
El clamor crece más aún debido a la advertencia de los detenidos de que no permitirán ser nuevamente víctimas de abusos policiales.