Caracas.- “A mí no me importa que se vaya la luz una semana entera si cuando vuelva me van a decir que se fue Nicolás Maduro”, gritó en medio de la redoma de Petare la señora Angela Loada, quien caminó desde el barrio El Carpintero la mañana de este viernes, 8 de marzo, cuando habían pasado más de 15 horas sin luz en toda Caracas y en la mayoría de los estados de Venezuela.
Muchos ciudadanos decidieron salir la mañana de este viernes, pese a haber pasado toda la noche sin luz. Algunos de ellos lo hicieron por miedo a perder sus empleos o para que sus hijos no perdieran clases, pero otros admitieron haber tomado la decisión de salir para poder informarse de lo que sucedía en el país.
Ewdin Corneo, vecino del Barrio La Cruz, salió a eso de las 8 de la mañana de su casa. Caminó por lo menos 40 minutos para llegar a La California y luego siguió avanzando para llegar a pie hasta Chacaíto, donde quería resolver unas diligencias. Su motivación principal fue “saber lo que pasaba”, porque a su juicio “en este país lo que hay es un estancamiento y el problema real es que no estamos informados”.
Ese hecho retratado por Ewdin fue resuelto por muchos ubicándose alrededor de vehículos con la radio encendida para poder saber “lo que ocurre en el país”. Este era un escenario recurrente en la entrada de centros comerciales como el Unicentro El Marqués, el Líder y el edificio de Seguros La Paz.
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En otras zonas reinaba el abuso y la anarquía. Muchas personas que esperaban buses para poder salir de Palo Verde, Petare o Miranda y se encontraban con el impedimento de no poder pagar los 800 y hasta mil bolívares en efectivo que exigían los transportistas para llevarlos a sus casas.
En cuanto a los taxis y mototaxis, los montos eran igual de excesivos. Un taxista pedía hasta 40 mil bolívares por hacer una carrera de Los Cortijos a Plaza Venezuela. Los conductores de motos ofrecían carreras “exprés” a los ciudadanos de Petare a Chacaíto por hasta 5 mil bolívares.
“Aquí cada cual tiene que resolver lo suyo. A mí no me interesa más nada. Estoy cansada de esta vaina, porque no es posible que uno siga pasando por esto. ¿Cuánto más tenemos que pasar?», exclamó una señora.