Carlos Cruz-Diez (1923-2019) es un artista venezolano que se convirtió en uno de los exponentes más importantes del arte cinético o cinetismo en el mundo. Fueron sus investigaciones y propuestas sobre el cromatismo las que le dieron tono particular a sus creaciones.
Aunque se inició como un artista figurativo, Cruz-Diez transitó hacia la abstracción en la década de 1950. Antes de dar con sus planteamientos cinéticos trabajó en diferentes investigaciones, especialmente entre 1954 y 1959, período considerado de transición en su camino artístico.
La primera de ellas tendría ya el germen de una vocación social. Se trataba de los Proyectos murales, que envolvían la fe en la democratización del arte por medio de lo participativo, lo lúdico y lo público. A este le seguirán Parénquimas, Objetos rítmicos móviles y, por último, Inestabilidad en el plano, que lo aproximó a su nuevo camino.