Caracas.- La sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño no estaba con el aforo completo, pero la energía de los presentes era capaz de iluminar hasta el cielo más nublado. Andrés Mata fue el encargado de abrir el concierto del dominicano Vicente García, quien se presentaba por primera vez en Venezuela.
Morenita bella; Hey, qué pasó; Conocerte otra vez y Señorita fueron algunas de las canciones que interpretó. Pero el ánimo se elevó y el entusiasmo escaló de nivel cuando cantó Arrebatar. Con este tema, y luego de que los miembros de su banda hicieron un solo de cada instrumento, incluso bailaran, terminó su presentación.
Pasado unos 15 minutos, el escenario se iluminó y apareció Vicente García. «Aunque no vuelvas yo sé, que esto no fue despedida. Y aunque no estés en mi vida, aquí yo te esperar», cantaban al unísono todos sus fanáticos, quienes se pusieron de pie desde el primer instante y salvo algunos casos, no se volvieron a sentar.

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El tres veces ganador del Premio Grammy Latino paseó por sencillos como Dulcito e coco, Carmesí, Una conexión, San bá, A la mar, Mi balcón, La tambora, entre otras melodías compuestas durante estos 20 años de carrera artística, en los que han predominado los ritmos caribeños.
«Hoy estamos por primera vez en tarima, pero quiero dar gracias a la gente que ha estado escribiendo durante todos estos años… haciéndome parte de su vida, a través de las canciones», comenzó Vicente antes de cantar Ahí, ahí, tema que forma parte de su disco Candela, lanzado en 2019.
En medio de una mística especial, y con gran parte de los asistentes concentrados en las primeras filas de una de las salas más importantes de Caracas, el dominicano compartió uno de los momentos más difíciles de su vida: «Esta canción habla de la muerte de mi papá (suspiro), pero desde un lugar de aceptación y entendimiento. Esto es La esquinita«.
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En cada interpretación, los fanáticos tomaban las escaleras, bailaban, cantaban y levantaban sus teléfonos para no perderse ni un minuto del espectáculo. Vicente, desde la tarima, agradecía y saludaba a quienes ocupaban los primeros puesto. Incluso, llegó a abrazar a uno de sus seguidores.

El dominicano cantó, aproximadamente, 20 temas, en los que cambió de guitarra cada tanto y estuvo acompañado por su banda, un equipo de músicos que tocaron bajo, teclado, tambora y batería al ritmo de la bachata, el reggae, el soul y el merengue.
«Otra, otra, otra», gritaban, luego de que el cantante y su equipo se despidieran. Minutos después, aparecieron nuevamente sobre el escenario para interpretar Te soñé y Bachata en Kingston, con las que deseó volver a regresar a Venezuela.

