Caracas.- El certamen de belleza de Miss Venezuela ha sido un trampolín para muchas mujeres venezolanas: Veruzhka Ramírez, quien se coronó como la mujer más bella del país en 1997, es una prueba de ello.
Con tan solo 18 años y su imponente 1,82 metros de altura, logró imponerse a otras 28 candidatas, entre las que figuraba Daniela Kosan y la reconocida modelo Patricia Fuenmayor.
Aunque su belleza y personalidad le valió la corona, hoy, cuando han transcurrido 26 años de aquel momento, Veruzhka Ramírez recuerda que no fue un camino fácil y que, en aquel momento, no tenía el poder adquitivo suficiente para costear los gastos de un evento de belleza nacional.
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En una entrevista que concedió al periodista Luis Olavarrieta, la exreina de belleza recordó las condiciones en las que concurso. “Yo llegué al Miss Venezuela con tres camisas, tres pantalones y un par de tacones. Yo usaba uniforme porque no tenía suficiente poder adquisitivo. Venía de ser una muchacha de servicio de una casa y me quedaba muy lejos ser una modelo reconocida», dijo.
Ramírez admitió que, en ese sentido, se encontraba en desventaja frente a otras aspirantes. Sin embargo, esto, lejos de desmotivarla, la impulsó para destacarse aún más y conectar con otras personas que se sentían identificadas con su historia.
«Yo secaba pelo a las misses por cinco mil bolívares para mantenerme. Me sentía como en la película Pretty Woman y me decía: no, tú tienes que estar impecable», reveló acerca de aquel momento de su vida.
Ahora, en restrospectiva, Veruska Ramírez asegura que la clave de su triunfo estuvo en disfrutar cada momento y sobreponerse a las limitaciones. «Me leí completo el Manual de Carreño porque yo necesitaba más que demostrar, encajar, porque cuando me veían llegar decían: ahí viene la campesinita…», recordó.
Asegura que lo que más la ayudó en aquel momento fue codearse con la gente que era igual a ella, como el camarero o la cocinera. «A veces veías el grupo de las misses y yo en otro lugar, pero poco a poco me fui ganando la confianza de mis compañeras, pero no todas me dieron el acceso a ellas».
A pesar de todas esas circunstancias, Veruzhka asegura que mucha gente conectó con su historia. «Podemos venir de abajo, podemos pasar necesidades, pero el sol brilla para todos. Hay que luchar y trabajar porque los sueños no te llegan a la puerta«.
Tras su triunfo en el Miss Venezuela, Veruzhka Ramírez se convirtió en la primera finalista en el Miss Universo 1998. Luego se dedicó a su carrera de modelaje y, actualmente, lleva una vida más familiar junto a su hija.