A Venezuela le quedan los venezolanos: los que están dentro y fuera, entre la diáspora. Esa es una certeza que resalta el escritor y periodista Moisés Naím, quien cree que cualquier cosa puede pasar en el país tras la derrota electoral de Nicolás Maduro

Cómo se sale de una dictadura en 2024 es un problema que no tiene una fórmula infalible para su solución. No hay un manual. Lo que hay es sacrificio, lucha y resistencia en los países que tratan de salir del escabroso túnel de las autocracias, los autoritarismos y los totalitarismos.

El periodista y escritor venezolano Moisés Naím, uno de los más agudos pensadores del presente, considera que es en Venezuela donde la ciudadanía, en medio de una feroz represión gubernamental, demuestra cómo enfrentar una dictadura del siglo XXI.

«Venezuela está dando ejemplos fantásticos, y creo que otros países deberán imitarla, de cómo enfrentarse, desde la calle y la sociedad civil, a una dictadura sangrienta», resaltó Naím en entrevista con el director de El Pitazo, César Batiz.

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Visto desde afuera e incluso desde adentro, Venezuela puede parecer una especie de laboratorio para, como apunta Naím en su último libro, reaprender el arte de salir de los dictadores.

«Tiene que serlo, si no lo es ya. Hay milagros en Venezuela: lo que ha pasado con la oposición, la capacidad de María Corina Machado de unificar al país, mover a toda la gente en la misma dirección; la elección Primaria, las elecciones generales, la resistencia a la brutal represión que hace la dictadura de Maduro. Todos esos son milagros», añadió Naím.

–¿Por qué cuesta tanto salir de los dictadores hoy en día?

–Porque para ellos es un peligro existencial, físico y financiero. Todos son muy ricos y a pesar de tener su dinero protegido en el sistema financiero internacional, el no tener una base, como la que tiene Maduro en Venezuela, les hace más peligrosa la situación.

Lo mismo es si salen de Venezuela, a qué país van. Seguramente Cuba, China, Irán les ofrecen refugio a ellos y a su círculo, pero por cuánto tiempo.

Todas esas preguntas llevan a la conclusión de que el lugar más seguro para Maduro, sus secuaces y su dinero es Venezuela: allí los protegen las fuerzas armadas lideradas por Padrino López, las milicias y grupos de ataque, una seguridad que no se la darán en ninguna otra parte de manera creíble.

–En los años 50 y 60, las dictaduras latinoamericanas se mantenían, sobre todo, con apoyo parcial o total de EE. UU., pero cuando ese país decidía que el dictador tenía que salir, se iba. ¿Qué ha cambiado desde entonces? ¿Ha perdido influencia EE. UU.?

–Así es, pero no es necesariamente cierto que cuando EE. UU. decía que se fueran, se iban. Tenía que enfrentar a sus rivales como superpotencias, a Rusia, China, entonces tenía todo tipo de limitaciones; claro que tenía éxito, pero en muchos casos era muy limitado. La esencia de esta historia es que se congelan las relaciones, se paralizan, se tranca el juego y eso es lo que estamos viendo claramente en Venezuela.


El lugar más seguro para Maduro, sus secuaces y su dinero es Venezuela

Moisés Naím, periodista y escritor venezolano

–Las instituciones internacionales hoy día no son suficientes para lograr la salida de un dictador y una transición democrática. Hablamos, por ejemplo, de la Corte Penal Internacional. ¿Qué les falta?

–Esas instituciones internacionales son tan fuertes como lo son sus miembros y tienen tanto compromiso y autonomía como pueden darles sus miembros. Eso se refleja en la ONU, en la OEA, dependen mucho de los Gobiernos que las controlan.

América Latina es un continente dividido, con fricciones entre las diferentes partes, y eso lo van a reflejar las instituciones internacionales, tal como lo han hecho con Venezuela.

–En el caso de la Corte Penal Internacional, en Venezuela se espera que haya algo de parte del fiscal Karim Khan que incida en la salida de Maduro. ¿Es posible eso?

–Yo no sé si es para la salida de Maduro, pero, ciertamente, es algo que agradeceríamos los venezolanos: ver que la Corte Penal Internacional toma decisiones ajustadas a la ley y aplica la ley del mundo; sin embargo, también es muy difícil.


Hay milagros en Venezuela: lo que ha pasado con la oposición, la capacidad de María Corina Machado de unificar al país

Moisés Naím, periodista y escritor venezolano

–Los Gobiernos de Occidente prácticamente le han dado la espalda a Maduro. ¿Es posible sostenerse así en el poder?

–Es difícil imaginar que algunos de estos Gobiernos estén dispuestos a ir más allá de las palabras, de las denuncias. La idea, siempre implícita, nunca dicha, es que una intervención armada extranjera es lo que puede derrocar a la dictadura de Maduro.

No hay una lista de países que estén dispuestos a mandar sus tropas y gastar dinero en armas para invadir a Venezuela, que es un país muy grande, relativamente bien armado y tiene el apoyo de Cuba, China, Irán, Rusia.

–¿Esas acciones armadas están descartadas o existen posibilidades de que pudieran ocurrir?

–En estos momentos no existen. Hubo un momento en Venezuela en que se creía que los estadounidenses estaban preparados, que todo estaba listo, que iban a invadir. Nunca fue cierto y en ese entonces, simplemente, una frase de Trump, quien dijo que todas las cartas estaban sobre la mesa e hizo que en el país y en otras partes se interpretara como una declaración de guerra.

Eso nunca fue así. Los países no tienen amigos sino intereses. En este caso tiene que estar en el interés nacional de un país que quiera utilizar las armas para desalojar al presidente de un país vecino. No creo que lo vamos a ver en el corto plazo.

–¿Venezuela no le interesa a los otros países?

–Lo hemos visto patéticamente en el caso de López Obrador en México, de Lula en Brasil y de Petro en Colombia. Se erigieron como los grandes intermediarios y mediadores, ahora han desaparecido del escenario. El propio Lula se lavó las manos y dijo que se volvieran a hacer las elecciones. Petro a veces dice una cosa y otra, y López Obrador nunca ha dudado de que él no quiere meterse en ese lío.

Los otros países tienen muchas limitaciones. Eso no quiere decir que Venezuela, que el Gobierno de Venezuela, no va a ser sometido a sanciones internacionales de múltiples tipos. Pronto vamos a oír que el Gobierno de Estados Unidos le ha impuesto sanciones a casi 60 venezolanos que, de alguna manera, están involucrados en corrupción, tortura. Eso lo que hará es aislar más a Venezuela, será un país menos conectado con el mundo.


Siempre he defendido las sanciones individuales. Las personas tienen que responder por su conducta

Moisés Naím, periodista y escritor venezolano

–¿Qué les queda a Venezuela y a los venezolanos?

A Venezuela le quedan los venezolanos, tanto los que están dentro como los que están fuera. Venezolanos patriotas, sufridos, maltratados, reprimidos, que están ahí. Puede pasar de todo, no sabemos qué. Hay una situación tensa; vamos a ver por cuánto tiempo y cuál es el desenlace.

–¿Qué factores cree que inciden para que, en este momento, no se sepa nada de las sanciones?

–No tengo idea. Solo sé que hubo una filtración, que el Departamento de Justicia anunciará estas sanciones individuales a personas muy señaladas por hechos concretos en Venezuela. Creo que es cuestión de poco tiempo para que nos enteremos de quiénes son los que están en la lista de las sanciones individuales.

Yo he estado en contra de las sanciones generalizadas, de la industria petrolera, importaciones. Siempre he defendido las sanciones individuales, las personas tienen que responder por su conducta.


Hay una situación tensa en Venezuela. Vamos a ver por cuánto tiempo y cuál es el desenlace

Moisés Naím, periodista y escritor venezolano

Esas sanciones no pueden ser simplemente que les van a quitar la visa. Hay medidas sofisticadas que se pueden hacer en contra de los venezolanos que actúan contra los venezolanos.

Son sanciones más modernas que no son simplemente quitarles la visa y la entrada al país a quienes están sancionados, sino ir contra sus dineros, normalmente muy voluminosos y mal habidos, al usufructo que hacen del sistema internacional, del turismo, hoteles, viajes, bancos, instituciones financieras, todo eso sería intervenido y es lo que están utilizando en otros países, no solo en Rusia.

–En España florecen las propiedades de venezolanos, los negocios aparentemente vinculados con testaferros de funcionarios oficialistas.

–Una de las frustraciones que los venezolanos tienen contra el Gobierno y las instituciones centralizadas de España es eso: cómo han permitido que el país y sus principales ciudades se conviertan en lugares de recibimiento, de diversión y de compras de grandes activos. Son individuos que ya están sancionados y, sin embargo, operan tranquilamente en Francia, España, primordialmente, e Italia.

–El gobernante venezolano tiene una invitación para asistir a la cumbre de los BRICS en octubre. ¿En qué pueden ayudar a Maduro, Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica para mantenerse en el poder?

–No lo sabemos. En este momento todo lo relacionado con Venezuela en el tiempo es una eternidad. De aquí a finales de mes deben haber pasado muchas otras cosas que definirán esa decisión.

Creo que pueden haber manifestado su interés, la disposición, de que Maduro vaya a esa cumbre, pero esperarán hasta último momento para saber si están los intereses de ellos, si hay demasiado riesgo de que lo tumben estando fuera. Hay que esperar y ver cómo se desarrolla este viaje de Maduro.

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