La representante del Movimiento Ciudadano Dale Letra aclara que la intención de la misiva no es pedir un levantamiento de sanciones a cambio de nada, sino incluirlas como incentivo en el proceso de negociación entre el Gobierno de Maduro y la oposición. Sobre la reciente reunión en el Palacio de Miraflores, dijo que forma parte de conversaciones con diferentes voceros del madurismo con quienes se ha abordado la reforma judicial
Entrevista: César Batiz | Redacción: Kemerblyn Talero
Retomar las negociaciones entre el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición venezolana es un elemento clave para alcanzar un pacto de reconstrucción institucional que le devuelva al Estado su voluntad y capacidad para administrar justicia, proveer servicios, garantizar los derechos fundamentales y ser objeto del escrutinio democrático. Así lo considera Mariela Ramírez, quien es miembro del Movimiento Ciudadano Dale Letra y vocera de Diálogo Social y Foro Cívico.
Ramírez estuvo recientemente en el Palacio de Miraflores, reunida con Nicolás Maduro y algunos representantes de su gobierno, donde trataron, entre otros temas, la reforma del Poder Judicial. También firmó, junto a otras 24 personas, una carta dirigida al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en la que piden que el levantamiento de las sanciones se coloque sobre la mesa de negociación. Acerca de este punto fue enfática, pues, según dijo, una matriz de opinión busca que la población piense que la intención de la misiva es pedir el levantamiento de sanciones “a cambio de nada”.
“Ese no es el espíritu de la carta. Invito a leer la carta y sacar sus propias conclusiones, es muy clara en que se necesitan impulsar acuerdos positivos y colocar sobre la mesa incentivos para que la negociación en Venezuela sea posible”, reiteró en entrevista con el director de El Pitazo, César Batiz.
Retomar el proceso de México tiene un rol fundamental para mantener el horizonte e interés colectivo y nacional
Mariela Ramírez, coordinadora de Dale Letra e integrante del Foro Cívico Nacional
Sobre las sanciones, considera que pueden contribuir a negociar un cambio de conducta en gobiernos autoritarios, pero no conducen al cambio de un régimen, por lo que considera clave que se incluya como incentivo en la mesa de negociación. “Los gobiernos se adaptan y se consolidan bajo esas restricciones, si no hay horizontes claros”, agregó.
En relación con su encuentro con Maduro, señaló que forma parte de un proceso que se desarrolla desde hace varios años, como parte de la búsqueda de soluciones pacíficas y democráticas a la crisis que atraviesa el país y de la que responsabiliza al actual gobierno. Ramírez considera que la responsabilidad de reconstruir el país es de toda la clase política y es deber de los ciudadanos ampliar las demandas a ese liderazgo.
“No estamos buscando una silla en la mesa de negociación política, pero sí queremos ser la base sólida que sostenga esa mesa y que para los actores políticos tengan costo político levantarse de la mesa”, dijo.
–¿Qué acontecimientos antecedieron a esa reunión en Miraflores? ¿Cuáles fueron las alcabalas u obstáculos que pasaron antes de llegar a sentarse con Nicolás Maduro?
–Una interlocución permanente con todo el espectro político venezolano que incluye a la coalición dominante en el poder y el producto de años de trabajo derivó en conversaciones con altos funcionarios del gobierno de Nicolás Maduro, que terminaron produciendo esta visita a Miraflores, como parte de ese proceso de defensa de los derechos humanos y de colocar ante el poder las demandas sociales, así como hacer propuestas relacionadas con los problemas cotidianos.
–Pero en las horas que precedieron a ese encuentro tuvieron que suceder algunos eventos. ¿Qué pasó esos días previos?
–Todos estos procesos obedecen a una lógica de negociación que para nosotros ha sido el norte. En una interlocución permanente con todo el espectro político venezolano hemos tenido reuniones las últimas semanas con altos funcionarios del gobierno para tratar temas como la reforma del Poder Judicial que, para nosotros, supone un hecho trascendental para la nación que atañe a todos los venezolanos. En medio de esas conversaciones se dio la invitación a Miraflores.
Construir un diálogo real significa construir la atmósfera para que ese diálogo se dé y eso necesita que se detengan las arbitrariedades, las imposiciones
Mariela Ramírez, coordinadora de Dale Letra e integrante del Foro Cívico Nacional
–¿Por qué ustedes y no otra ONG o movimiento reunido en Foro Cívico?
–No somos solo nosotros, creo que hay un proceso de apertura para escuchar a diferentes actores sociales, nosotros somos una voz más de la sociedad organizada en Venezuela. No nos arrogamos la representación de la sociedad venezolana, pero hemos hecho un trabajo de organización y articulación que nos ha dado la posibilidad de interlocución con los actores políticos nacionales en cualquiera de las posiciones en las que se ubique. Esto está inscrito en el derecho a la participación en asuntos públicos y cada ciudadano tiene ese derecho.
–¿Cuándo estuviste sentada en Miraflores te preguntaste ‘qué hago aquí’?
–Es parte de una mirada de que el conflicto venezolano debe resolverse en una lógica de negociación que para nosotros supone tener en el horizonte el interés nacional. No pretendemos sustituir a los actores políticos, pero sí demandamos al espectro político nacional la inclusión de una agenda social y de derecho en la negociación y ese es el motivo por el que fuimos. La negociación política es indispensable y retomar el proceso de México tiene un rol fundamental para mantener el horizonte e interés colectivo y nacional.
–¿Qué crees que lleva al Gobierno a solicitar este encuentro con ustedes?
–Creo que el gobierno de Nicolás Maduro ha dicho que es necesaria una reconfiguración del mecanismo de negociación en Venezuela, que incluye políticos y sociales en un rango más amplio de lo que ahorita está representado en la Plataforma Unitaria y entiendo que se están dando una serie de encuentros con diferentes sectores de la vida nacional. Estuvimos en nuestra condición de ciudadanos, que exigen al poder la atención urgente a los males que nos afectan y buscando con nuestra acción cívica modelar esa posibilidad de diálogo, bajar los costos políticos y rediseñar un mecanismo de negociación.
No estamos buscando una silla en la mesa de negociación política, pero sí queremos ser la base sólida que la sostenga
Mariela Ramírez, coordinadora de Dale Letra e integrante del Foro Cívico Nacional
–¿Se habló de las sanciones en esa reunión de Miraflores?
–No específicamente. Hablamos de la visita de los funcionarios de Estados Unidos a Miraflores y el señor Maduro nos dijo que los representantes del Gobierno americano hicieron unas solicitudes que ellos habían cumplido en un lapso de cinco días y que esperaban por la propuesta que tenía el Gobierno de Estados Unidos hacia el proceso de negociación por el que habían visitado el país.
–Da la sensación de que el alto gobierno se acostumbró a vivir con las sanciones, que el madurismo aprendió a burlar sus efectos. ¿Tuviste esa misma sensación en la conversación que sostuvieron en Miraflores?
–Más que de la conversación de los análisis que hacemos. El gobierno de Maduro ha tenido una curva de aprendizaje para sortear estas sanciones y las sanciones han sido la respuesta de la comunidad internacional a la pérdida del Estado de Derecho y a la violación de los derechos fundamentales; por lo tanto, para nosotros deben ser instrumentos para volver al Estado de Derecho.
–¿Qué ha pasado después de esa reunión?
–Nosotros tuvimos una reunión de seguimiento dos días más tarde en la que estuvo parte de la delegación del Gobierno en México, Jorge Rodríguez, Nicolás Maduro Guerra, Francisco Torrealba y la ministra Gabriela Jiménez, todos miembros del mecanismo de negociación. Profundizamos en las demandas sociales y los temas que consideramos que deben ser atendidos perentoriamente y se establecieron equipos y mesas de trabajo. Estamos ahora construyendo la arquitectura de esos equipos.
–Hablemos ahora de la carta. A los firmantes los han llamado opositores, ungidos y bonistas. ¿Quiénes son los firmantes? ¿A quiénes representan?
–Somos un grupo de ciudadanos ejerciendo nuestro derecho a la participación en asuntos públicos que dirigimos una carta al Gobierno de Estados Unidos, solicitándole poner en la mesa de negociación para la construcción de acuerdos la flexibilización de sanciones o emisión de licencias como incentivo para que los actores políticos regresen a la mesa de negociación. El tema de las sanciones atañe a todos los venezolanos y consideramos que debe ventilarse públicamente. Consideramos como un efecto positivo de esta comunicación que se ha abierto un debate público sobre este tema y es un debate muy necesario.
–¿Qué le respondes a las personas que dicen que los firmantes son opositores urgidos o bonistas?
–Que somos ciudadanos ejerciendo nuestro derecho a participar en asuntos públicos que aspiramos a construir una hoja de ruta para una solución negociada, que creemos debe tener incentivos claros de parte de los actores internacionales, especialmente Estados Unidos, para que se puedan construir las condiciones necesarias para el regreso a la negociación.
Negociar no es un pecado, lo que es pecado es matarse, perseguirse y seguir manteniendo esta situación inaceptable que vive el pueblo de Venezuela
Mariela Ramírez, coordinadora de Dale Letra e integrante del Foro Cívico Nacional
–¿Qué criticas de las interpretaciones que se le han dado a la carta
–Sobre la carta ha habido comentarios de todo tipo, pero para nosotros la crítica es parte de nuestro trabajo, entenderla, asimilarla y procesarla, de manera que siempre que sea constructiva. Es de nuestra mayor preocupación escuchar todas esas observaciones que hay. Creemos que la crítica es muy necesaria para la construcción de la pluralidad y de acuerdos.
Ahora bien, la carta ha sido publicitada como que se solicita el levantamiento de sanciones a cambio de nada, pero ese no es el espíritu de la carta. Invito a leer la carta y sacar sus propias conclusiones, es muy clara en que se necesitan impulsar acuerdos positivos y colocar sobre la mesa incentivos para que la negociación en Venezuela sea posible.
–Lo dijo Ricardo Cussano, firmante de la carta, y lo comentó de alguna manera Marino Alvarado, excoordinador de Provea: levantar las sanciones puede ayudar a la consolidación política de Maduro y no resuelve el problema de recuperar la democracia. ¿Qué opinas sobre esos planteamientos?
–Si la matriz de opinión que se busca vender es que se está pidiendo un levantamiento de sanciones a cambio de nada, habría todo el derecho a tener una interpretación como esa, pero si se entiende que se está solicitando que las sanciones sean parte de lo que esté sobre la mesa para que sean incentivo para la construcción de acuerdos, creo que más bien contribuirán a eso.
–Supongamos que Biden decide levantar las sanciones económicas. ¿Qué se debe hacer para recuperar la democracia?
–Si el Gobierno americano aprobara la emisión de licencias para permitir la actividad petrolera, ellas por sí solas no son suficientes para el regreso de las empresas petroleras, harían falta, de todas maneras, reformas institucionales y jurídicas que hagan viable esa actividad a partir de la emisión de licencias, de manera que las reformas institucionales son un imperativo para que eso sea posible y, por lo tanto, todo paso que demos en la reconstrucción de nuestras instituciones democráticas son un paso en la reconstrucción de Venezuela.
Todo paso que demos en la reconstrucción de nuestras instituciones democráticas son un paso en la reconstrucción de Venezuela
Mariela Ramírez, coordinadora de Dale Letra e integrante del Foro Cívico Nacional