El periodista especializado en la fuente política y procesos electorales augura una jornada electoral el próximo 28 de julio con un resultado tardío debido a las negociaciones políticas previas al primer boletín del CNE
Por: César Batiz Redacción: Jesús Abreu
El experto electoral y periodista especializado Eugenio Martínez afirma que desde hace al menos una década, en medio del contexto político en Venezuela marcado por la conflictividad, los venezolanos participan en las elecciones a pesar de la valoración que tienen del Consejo Nacional Electoral (CNE) como una institución que no refleja independencia y confiabilidad.
A pocos días de la elección presidencial que marcará el rumbo político del país en los próximos años, Martínez destaca que aunque muchas de las críticas vinculadas al CNE en los últimos tiempos se centran en el sistema automatizado de votación, eso es lo que paradójicamente mejor funciona del ente comicial.
“Los venezolanos, tal vez desde hace más de una década, votan a pesar del CNE. Es importante recordar que aunque las críticas se han centrado en las máquinas de votación, lo que mejor funciona es la máquina. Lo que está mal y se presta a manipulación es lo que está alrededor de la máquina y lo que ocurre antes y durante la jornada de votación”, resaltó Martínez en entrevista con el director de El Pitazo, César Batiz.
Si alguien tiene la tentación de manipular los resultados el 28 de julio, será muy sencillo de demostrar
Eugenio Martínez, experto electoral
En el contexto político de 2024, signado por la desinformación en materia electoral, Martínez detalla certezas que desmontan los mitos que reaparecen en momentos críticos electorales como el que se prevé el 28 de julio.
“Si alguien tiene la tentación de manipular los resultados el 28 de julio, va a ser muy sencillo de demostrar, con las consecuencias posteriores que eso pudiera tener en esta dinámica política en la que estamos inmersos”, agregó Martínez.
Frente a la realidad de control institucional a cargo del gobierno de Nicolás Maduro, de la que no escapa el CNE, Martínez precisa que la participación masiva y activa será lo que marcará la diferencia frente a un eventual intento de manipulación del proceso electoral.
“El principal antídoto ante este control institucional, que facilita la manipulación del proceso, es una participación masiva y activa; insistimos en que miembros de mesa sorteados tienen que ir a la capacitación y los electores deben tener muy claro cuáles son sus deberes y derechos, incluyendo su presencia en el acto de escrutinio y de verificación ciudadana”, añadió el especialista.
La lectura de encuestas
El director de Votoscopio considera que no existe una guerra de encuestas en Venezuela, pues en al menos cuatro de las principales encuestadoras tradicionales venezolanas, con reconocimiento y confiabilidad, hay coincidencia en que la primera opción de triunfo la tiene el candidato presidencial de la oposición mayoritaria, Edmundo González Urrutia.
“Lo que se está viendo es una intención de desinformar a través de la creación de encuestadoras de maletín. Todos los estudios de opinión pública, como el último de Delphos, sugieren que la primera opción de triunfo la tiene Edmundo González”, resaltó Martínez.
El periodista especializado en la fuente política y en procesos electorales considera que la brecha en las encuestas entre González Urrutia y Maduro será más significativa si se concreta una participación electoral masiva el 28 de julio.
La más reciente encuesta de la firma Delphos, por ejemplo, refleja una ventaja de 34 puntos porcentuales a favor de González Urrutia en cuanto a la intención de voto.
Venezuela a partir del 29 de julio entra en una dinámica política diferente, marcada por un proceso complejo de negociación
Eugenio Martínez, experto electoral
Martínez destaca que otro indicador relevante para entender el clima de la opinión pública en Venezuela, a pocos días de la elección, es el que se refiere al techo electoral, incluido también en la última consulta de Delphos que fue divulgada por el Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la UCAB.
“26 % dice que nunca votaría por Edmundo González, pero 68 % dice que nunca votaría por Nicolás Maduro y creo que ese es un dato que, cuando se habla de la percepción de triunfo y en un régimen político cerrado, es tanto o más importante que la intención de voto”, agregó Martínez.
La necesidad de cambio político que revelan los estudios de opinión es otro elemento en el que hay coincidencia entre las diversas encuestadoras venezolanas confiables.
“Hay que quedarse con tres datos: el de intención de voto, el de techo electoral y todo lo que tiene que ver sobre el cambio político, porque en esto sí coinciden todas las encuestadoras: 8 de cada 10 venezolanos aspiran a un cambio político o quieren un cambio político”, puntualizó.
–Qué debería pasar para que los resultados y la intención de voto que reflejan las encuestas no se reflejen en lo que anuncie Elvis Amoroso.
–De entrada, recordarles al presidente y al vicepresidente del CNE que están obligados a publicar resultados disgregados por centros y mesas.
–Que no lo hicieron en el referendo del Esequibo.
–No lo hicieron, pero tampoco lo hicieron en la elección de la Asamblea Nacional Constituyente en 2017. La publicación por centro y mesa es lo que garantiza la auditabilidad de lo que anuncie el CNE.
Dicho eso, y entrando en un plano más político, cuando comenzó este proceso electoral, la estrategia del Gobierno era más sencilla: generar abstención y dispersión del voto.
En vista de que Nicolás Maduro tiene un techo muy claro, 68 % dice que no quiere votar por Maduro, su estrategia era generar abstención en todos los demás candidatos y en vista de que un sector fuese a participar eso se diluyera entre las candidaturas.
Como podemos ver en las encuestas, esos candidatos alternativos no han crecido; esa estrategia de dispersión no está funcionando. La estrategia de abstención tampoco está funcionando porque la gran apuesta del Gobierno es que el sector de la oposición independiente iba a llamar a la no participación y ese ha sido tal vez el mayor error de cálculo del Gobierno después de la Primaria.
Se está viendo una intención de desinformar a través de la creación de encuestadoras de maletín
Eugenio Martínez, experto electoral
Cambiar condiciones electorales
La estrategia centrada en promover abstención y generar dispersión del voto opositor no le funciona al Gobierno y eso enciende las alarmas en el oficialismo porque la candidatura de González Urrutia tiene, entre otros elementos a favor, el endoso y la transferencia de votos de la líder opositora María Corina Machado.
“Es de suponer que lo que vamos a ver de acá al 28 de julio es tratar de generar abstención y dispersión del voto ya no por causas orgánicas, sino por razones inducidas, por ejemplo, que cambien significativamente las condiciones de la elección en los próximos días”, comenta Martínez.
Una hipotética inhabilitación de la tarjeta de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que condicione la candidatura de González Urrutia, sumada a eventuales irregularidades el día de la elección, pueden generar cambios de última hora en el clima electoral.
“Pareciera que aunque el Gobierno venezolano haga uso de las estrategias tradicionales, electorales, de control institucional y manipulación, cerrar esa brecha que describen los estudios de opinión pública pareciera muy complicado, por no decir que es muy improbable, salvo que las condiciones electorales cambien significativamente en los próximos días”, destacó Martínez.
–¿Crees que es posible la anulación de la tarjeta de la MUD?
–Hoy que estamos conversando, 18 de julio, vence el lapso de sustitución de candidaturas. Cualquier medida que se tome en contra de la tarjeta de la MUD, a partir de la medianoche, cambiaría significativamente la oferta electoral y afectará el reconocimiento de cualquier resultado que se anuncie el 28 de julio.
La defensa del voto
La oposición confía en que alcanzará la cobertura mayoritaria de las mesas con testigos para el 28 de julio, un factor que será clave si se presenta una situación irregular que incluya la divulgación de un resultado general de la elección y que el CNE no disgregue los números finales por mesa y centro de votación.
“Ahí es donde va a cobrar importancia la estrategia de defensa del voto que tenga la Plataforma Unitaria, Edmundo González, María Corina Machado, Un Nuevo Tiempo y Movimiento por Venezuela, especialmente para recolectar las actas de escrutinio”, detalla Martínez.
El CNE habilitará 30.026 mesas en los 15.797 centros de votación, en los cuales habrá 16.604 mesas auditables.
“La oposición debería tener la amplia mayoría de esas actas de escrutinio porque eso es lo que va a permitir comprobar, en un tiempo corto, que lo que está anunciando el CNE se corresponde con lo que tienes en las actas”, agregó Martínez.
–En una charla con periodistas, el exrector del CNE, Roberto Picón, coincidió con lo que dices sobre la velocidad del proceso, la independencia del proceso y la transparencia del proceso.
–La mayoría de las auditorías que le han hecho al sistema y que permiten decir que está tan blindado que le complica al Gobierno la posibilidad de revertir resultados sin que exista evidencia de que lo han hecho, se debe al trabajo que hicieron Vicente Díaz y Roberto Picón, a quien hay que agradecerle que las actas de escrutinio incluyeran un código QR.
Que se haya incorporado un código QR facilita la capacidad de control electoral sobre los anuncios que haga el CNE, pero para que eso ocurra necesitas tener testigos acreditados en la mayoría de las mesas y que puedan acceder al acta de escrutinio.
Mientras menos tiempo tarden en dar resultados y certezas a los venezolanos, es mejor para garantizar la gobernabilidad
Eugenio Martínez, experto electoral
Verificación ciudadana
Matínez explicó que la Ley Orgánica de Procesos Electorales (Lopre) permite que los electores presencien el acto de escrutinio; sin embargo, el acto de escrutinio es automatizado, lo hace la máquina.
“El elector lo que va a ver es la máquina imprimir un rollo de papel. Eso se puede ver, pero aglomerar gente en ese acto no va a contribuir al flujo del proceso, sino que lo va a retrasar”, añadió.
De acuerdo con el especialista, la participación más activa de electores al final de la jornada debería suceder en la verificación ciudadana.
“Lo que ocurre después de transmitir los resultados es que se abre la urna de resguardo con los comprobantes de votos y se cuentan para ver si coinciden con el acta de escrutinio”, dijo Martínez.
El periodista puntualizó que quienes participen en la verificación ciudadana, así como testigos, deben estar alertas ante cualquier situación irregular.
“Hay un red flag tremendo: que las máquinas transmitan los resultados primero y después impriman el acta. Eso es algo que no debe ocurrir y el sistema se ha configurado para que no ocurra. Si eso ocurriese, sería una señal de peligro, de alerta, porque se rompe la cadena de auditabilidad de la traza de papel. La lógica de la traza de papel es poder comparar el acta que imprime la máquina y después el resultado que esa máquina transmite al CNE”, precisó Martínez.
Conteos en comandos
Los factores políticos tienen sus estrategias y protocolos para llevar el control de la votación que se registra durante la jornada. Cada candidato y cada comando tiene ya sus métodos definidos.
En 2015, para la oposición fue importante el nivel de organización electoral que alcanzó en los comicios parlamentarios bajo la estructura de la MUD y así poder constatar el número de curules que había ganado.
–¿Cómo es el sistema del oficialismo?
–Funciona exactamente igual. Un conteo rápido en función de actas, pero el sistema del PSUV tiene la particularidad de los puntos rojos o tricolor. Hay que recordar que la instalación de puntos partidistas el día de la elección tiene que hacerse a más de 200 metros del centro de votación y que no pueden hacer proselitismo político.
La ventaja que tiene el PSUV es que usa los recursos del Estado para llevar control en tiempo real de las personas que han ido a votar y en algunas mesas, en algunos centros, donde exista una línea de complicidad, incluso se han dado denuncias de voto en formato de carrusel para intentar llevar el control muy preciso de por quién están votando las personas.
–¿Qué es el carrusel?
–No es un invento de los venezolanos. Esto es un invento de manipulación en sistemas de voto manual que requiere de una línea de complicidad: el primer elector de un partido político que quiera armar una estrategia de coacción está obligado a robarse el comprobante de voto, aquí ya hay una primera irregularidad que permitieron miembros de mesa y testigos.
Ese elector se roba el comprobante y lo deja en el punto de control partidista. El segundo elector viene, toma el comprobante del primer elector, vota, deposita el comprobante del primer elector y entrega en el punto partidista su comprobante. Así van dándoles la vuelta al comprobante de voto, garantizando que todas las personas que están pasando lista están votando por el candidato por el que estás presionando.
Esa es una estrategia que requiere de una línea de complicidad tremenda y esa línea empieza porque se le permitió a un elector robarse el comprobante de voto y eso lo permitieron miembros de mesa, testigos, Plan República y electores.
Por la dinámica política en torno a esta elección, vamos a estar más cerca de un resultado tardío que rápido
Eugenio Martínez, experto electoral
–¿Con qué porcentaje se empiezan a dar los resultados electorales?
–Los resultados se van a dar cuando la diferencia entre los dos principales contendientes sea lo suficientemente amplia como para que el resto de mesas que faltan por totalizarse no cambien esa tendencia o votación.
Si se materializa la diferencia que se ve en las encuestas en las urnas el 28 de julio, el resultado debería anunciarse relativamente rápido porque la diferencia es muy amplia y ese margen de irreversibilidad se va a alcanzar muy rápido. Eso es lo que dice la teoría.
En Venezuela estamos en un modelo político restrictivo. Me atrevería a suponer que lo que vamos a vivir el 28 de julio se va a asemejar mucho a la dinámica del referendo revocatorio contra Hugo Chávez en 2004. Los que tengan mejor memoria recordarán que el referéndum fue el 15 de agosto, pero los resultados no se terminaron anunciando sino hasta el 16 de agosto, a golpe de 3, 4 de la mañana aproximadamente.
Creo que por la dinámica política en torno a esta elección, lamentablemente vamos a estar más cerca de un resultado tardío que de un resultado rápido y esto no va a tener nada que ver con la diferencia, sino que va a estar más asociado a las negociaciones políticas que se van a dar previo al anuncio formal de resultados.
–¿Extender el anuncio de los resultados es una forma de mantener la tranquilidad ciudadana?
–Mientras más tiempo pase entre el cierre formal de centro y el anuncio formal de resultados, más que contribuir a la tranquilidad eso va a generar angustia, ansiedad, porque ante la ausencia de información oficial, van a empezar a aparecer cadenas de cualquier tipo.
Mientras menos tiempo tarden en dar los resultados y en darles certezas a los venezolanos, es mejor para garantizar la gobernabilidad del país.
–A las 6 de la tarde, de no haber electores en cola, ¿se debe llamar y solicitar la autorización del CNE para proceder al cierre de mesas?
–En la práctica, el sistema está funcionando así porque hemos normalizado esa situación. En la teoría, lo que dice la ley, es que la autoridad de la mesa es el presidente de mesa y si a las 6 de la tarde no hay electores en cola, el presidente ordena el cierre del proceso.
El proceso electoral en Venezuela es extremadamente largo y requiere de un compromiso físico de testigos y miembros de mesa tremendo. El proceso comienza a las 5 de la mañana y a veces son las 10 de la noche y el testigo y miembro de mesa siguen en una mesa de votación, cuando debería ser un proceso rápido. La mesa cierra a las 6, salvo que haya electores en cola.
–¿Cuáles serían los delitos electorales en los que podrían incurrir los votantes?
–Un delito electoral clásico es el de robarse el comprobante, destruirlo; acudir al centro de votación con indumentaria para hacer campaña por algún candidato o tratar de destruir los dispositivos tecnológicos que conforman el sistema de votación.
–¿Tomarle una foto al comprobante de votación es legal?
–Taxativamente, la ley no dice que no se le puede tomar una foto con un teléfono inteligente a su comprobante. La ley es bastante vetusta. Cuando se aprobó esta ley, los teléfonos con cámaras portátiles eran la excepción a la norma. No obstante, quien le tome una foto al comprobante de voto, estaría violando el artículo 233 del reglamento de la Lopre, que establece multas de entre 500 UT y 700 UT o arresto proporcional en función de la gravedad de la infracción.
Ahora bien, suponemos que tomarle foto al comprobante es parte de la estrategia del Gobierno, así que lo más probable es que no se active ningún mecanismo en contra de alguien que lo haga, pero miembros de mesa, testigos y electores, debe saber que quien esté tomando foto al comprobante tienen que denunciarlo y saber que esa es una acción irregular.
La transferencia del poder
Los estudios de opinión pública reflejan que la mayoría de los venezolanos aspira a la victoria de Edmundo González el próximo 28 de julio. Sin embargo, la elección presidencial es, de acuerdo con Martínez, “parte de una alcabala” en un largo y complejo camino de la transferencia del poder.
–¿Crees que están dispuestos a entregar el poder?
–Va a depender de la forma en que se negocie a partir del 28 de julio, si el CNE anuncia ganador a Edmundo González. Independientemente del resultado, soy de la tesis de que Venezuela a partir del 29 de julio, entra en una dinámica política diferente, marcada por un proceso complejo de negociación.
La transferencia efectiva de poder que se tiene que concretar el 10 de enero va a estar atada a un proceso de negociación, de discutir justicia transicional, permanencia política de algunas fuerzas políticas e incluso de adelantar las elecciones parlamentarias de 2025 al primer trimestre del próximo año para tratar de avanzar en la reinstitucionalización del país, entendiendo que CNE, TSJ ,Fiscalía, Defensoría del Pueblo dependen de lo que ocurra en la Asamblea Nacional, además del propio Poder Ejecutivo.