El lanzamiento del ChatGPT dio relevancia a las interrogantes sobre la inteligencia artificial por sus efectos en la humanidad, incluyendo las prácticas de poder, autoritarismo y la democracia. Por ello, el docente y licenciado en Química egresado de la UCV, investigador en la Fundación Keck y profesor de Ciencias Moleculares de la Universidad de Arizona, Vladimiro Mujica, aclaró dudas sobre este tema, que está más presente de lo que se cree y sus daños o beneficios dependen del uso que se le dé

Entrevista: César Batiz Redacción Mairen Dona

La inteligencia artificial se hizo invasiva sin que el ser humano lo reconozca; está presente en los teléfonos, equipos electrónicos, plataformas de comunicación, en la forma como se manipula modernamente el código genético, en los tratamientos y prevención de enfermedades e incluso en el ámbito militar, de acuerdo con el científico Vladimiro Mujica.

Mujica es profesor de Ciencias Moleculares del Centro de Física Biológica de la Universidad de Arizona desde 2009. Además, es investigador de la Fundación Keck, organización estadounidense que apoya las investigaciones científicas. El también egresado como químico de la Universidad Central de Venezuela conversó vía YouTube, el viernes 3 de marzo, con el director de El Pitazo, César Batiz, en la que aclaró dudas sobre la inteligencia artificial, área que domina.

El lanzamiento del ChatGPT aumentó las interrogantes sobre la inteligencia artificial por sus efectos en la humanidad, incluyendo las prácticas de poder, autoritarismo y la democracia. A criterio del docente e investigador, este prototipo de chatbot que se especializa en el diálogo, ha invadido de manera “rápida y espectacular nuestra habilidad para expresar conceptos escritos”, aunque la información que se obtiene de ahí “no necesariamente corresponde a la verdad”.


Aunque el término de inteligencia artificial apareció desde finales de la Segunda Guerra Mundial, nunca había tenido el impacto que está teniendo ahora

Vladimiro Mujica, científico y profesor universitario

Mujica puntualizó que el mundo se encuentra en presencia de una encrucijada trascendental, pues la inteligencia artificial tiene el potencial para aumentar las desigualdades, pero también para reducir esa brecha si las plataformas se usan de manera consciente, a través del compromiso y liderazgo. Asimismo, dijo que a la población de bajos recursos y más vulnerable “se le puede enseñar que el conocimiento no es propiedad de los poderosos”.

Se pueden utilizar herramientas de inteligencia artificial para recuperar la economía, establecer mercados, estudiar tendencias y en todo lo relacionado con la educación. También es posible reconstruir democracias, pero para ello se requiere una combinación virtuosa entre ética, conocimiento, visión de futuro y compromiso con el país, según comentó el científico e investigador.


Uno de los peligros de la inteligencia artificial es la trivialización del conocimiento y de la información

Vladimiro Mujica, científico y profesor universitario

–¿Puede explicarnos qué es la inteligencia artificial?

–Para explicarlo tenemos que ver si estamos de acuerdo con el significado de la inteligencia para los humanos. Al saber qué significa para nosotros y agregarle la palabra “artificial”, se termina por resolver el asunto conceptual. Quizás la definición más amplia de inteligencia es la habilidad para afrontar situaciones y resolver problemas, eso es lo que nosotros desde el punto de vista evolutivo hemos reconocido. En el caso de la inteligencia artificial, es la forma de acercarse a la inteligencia humana a través de máquinas, procesadores, plataformas de computación, redes, entre otros.

A partir de un diseño basado en ordenadores se logran respuestas de adaptación y de habilidad para resolver problemas que reflejan la capacidad humana. Aunque el término de inteligencia artificial apareció desde finales de la Segunda Guerra Mundial cuando todo el diseño de la máquina permitió rastrear a los submarinos alemanes, nunca había tenido el impacto que está teniendo en este momento.

Ante el autoritarismo digital hegemónico, periodismo singular

–¿Cuáles son los peligros que trae la inteligencia artificial?

–Con respecto al tema del peligro, tiene que ver con la trivialización del conocimiento y de la información porque el desarrollo de plataformas de inteligencia artificial es uno de los resultados más importantes del área de tecnología. Sin embargo, cuando llega a manos del consumidor común, este lo único que ve es el resultado final y empieza a usarlo como un juguete y es cuando ocurre la trivialización, que ya forma parte de un fenómeno de nuestras sociedades.

A medida que la gente deja de leer y de tener acceso a las documentaciones originales, en esa misma medida se va construyendo en la cabeza de cada persona verdades a medias y realidades semi entendidas, pero como todo está amparado por la tecnología se supone que está validado y en realidad la tecnología no valida ninguna de las cosas que tú puedas hacer con ella, porque está sujeta a errores y riesgos.


A medida que la gente deja de leer y de tener acceso a las documentaciones originales, se va construyendo en la cabeza de cada persona verdades a medias

Vladimiro Mujica, científico y profesor universitario

La evolución de los humanos ha sido avanzada en inteligencia y también en la conciencia, pero las máquinas de inteligencia artificial tienen inteligencia, pero no tienen conciencia. Es decir, toman decisiones basadas en algoritmos y análisis de información que muchas veces recogen prejuicios de quien hizo las programaciones iniciales. Por ejemplo, estas máquinas indican que la población negra tiene mayor probabilidad de ser criminal o deciden quién entra a una universidad o quién no, basado en parámetros que son indefendibles desde el punto de vista ético.

Los riesgos son enormes y entre esos está el político, con el control totalitario de la población, porque la inteligencia artificial permite recoger datos sobre los individuos que luego pueden ser usados de manera ética o poco ética. El caso de China es el ejemplo más importante del uso poco ético de los datos sobre la población, donde hay un control extremo vía digital y está generando consecuencias tremendamente negativas en la democracia y en cómo puede tener consecuencias en países que sí son realmente democráticos.

–¿Los poderosos serán más poderosos con la inteligencia artificial o se logrará que los ciudadanos tengan un mejor control de los gobernantes?

–La inteligencia artificial tiene el potencial de contribuir enormemente en aumentar las desigualdades porque los usos últimos requieren de inversiones, recursos, universidades, centros de investigación, que la industria esté comprometida con la investigación y que la maquinaria económica esté comprometida con la investigación y el desarrollo porque muchos de estos progresos vienen de compañías privadas.

También tienen el potencial para disminuir esa brecha de diferencias en el mundo porque en la medida en que la inteligencia artificial pueda imbricarse con el sistema educativo y se logren utilizar las plataformas de manera inteligente y consciente, se puede enseñar a la población de bajos recursos y más vulnerables a que el conocimiento no es propiedad de los poderosos.


No se puede demonizar la inteligencia artificial porque tiene otros usos, como en el caso de la medicina

Vladimiro Mujica, científico y profesor universitario

–En el caso de la situación política venezolana, ¿qué uso de la inteligencia se está dando desde el poder?

–Todo el uso que se le da a la inteligencia artificial para la recolección de datos sobre la población tenemos que verlo en el espíritu de uno de los más horrendos episodios de intento de control de la población venezolana, como lo fue la “lista Tascón”, la cual se adquirió a través del uso ilegal, inmoral e ilegítimo de documentos asociados con el derecho electoral venezolano, pero eso que se hizo es un juego de niños al lado de lo que se puede hacer con la inteligencia artificial. Tampoco se puede demonizar la inteligencia artificial porque tiene otros usos, como en el caso de la medicina.

Hay que plantearse la pregunta ¿cuál será la universidad del futuro? y ¿cómo hacer para que todas las técnicas estén compenetradas y puedan permitirnos diseñar algo que sea distinto a lo que tuvimos y que pueda ser mucho más avanzado? Pero eso requiere ética en el manejo de la inteligencia artificial, moral en el manejo de la data que tiene que ver con la población, que no tengas un Big Brother encabezando el ejecutivo o los organismos de represión y eso, en el caso de Venezuela, es una tarea probablemente imposible.

–¿Es posible usar la inteligencia artificial para reconstruir la democracia venezolana?

–Por supuesto que es posible, pero se necesita gente con conocimientos y dirección política que sea capaz de llevar eso adelante. Se pueden utilizar herramientas de inteligencia artificial para recuperar la economía, establecer mercados, estudiar tendencias y en todo lo que tiene que ver con la educación, pero se requiere combinación virtuosa entre ética, conocimiento, visión de futuro y compromiso con el país, porque si se utilizan mal las cosas, se tendrán consecuencias graves.

Es complejo tomar las decisiones considerando el interés de la nación sin actuar de manera desinformada. La otra ruta es que tratar de reconstruir el país que teníamos probablemente ya no exista porque se ha destruido en gran medida.


La ruta de tratar de reconstruir el país que teníamos probablemente ya no exista porque se ha destruido en gran medida

Vladimiro Mujica, científico y profesor universitario

–Usted ha manifestado la necesidad de que los venezolanos en el exterior participen en las primarias. ¿La inteligencia se puede utilizar para salvar esos obstáculos y tener una solución?

–Hay algo que tiene que ver con inteligencia política y no artificial: venga de donde venga, ningún ciudadano venezolano que resida en Venezuela tiene derecho a despreciar, descartar y disminuir la posibilidad de que los venezolanos que estemos fuera del país participemos en las decisiones políticas de nuestra nación.

El argumento “para qué vamos a sembrar una esperanza falsa y le vamos a ofrecer a la diáspora que participe en las primarias cuando sabemos que el CNE (Consejo Nacional Electoral) no le va a permitir que participe en la elección presidencial”, es algo desprovisto de ética y moral porque ni siquiera te compromete a dar la pelea para que los millones de venezolanos afuera participen.

Desde el punto de vista de inteligencia artificial, hay herramientas tecnológicas que podrían permitir que se valide la votación y hacer un respaldo biométrico. Eso supone que los actores políticos en Venezuela entiendan que las primarias y las elecciones son dos momentos distintos en los que se puede recurrir a técnicas en las primarias que quizás en la elección no se tienen. Pero se seguiría moviendo la política y se rescataría la confianza no solo en voto, sino en las decisiones políticas.


Es posible usar la inteligencia artificial para reconstruir la democracia venezolana, pero se necesita gente con conocimientos y dirección política

Vladimiro Mujica, científico y profesor universitario

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