CAP inédito, el nuevo documental del director de Tiempos de dictadura o CAP 2 Intentos, nos entrega una nueva imagen de Carlos Andrés Pérez: la de un hombre que lucha por volver a la política venezolana y la de una sociedad que se lo impide a toda costa

Carlos Andrés Pérez, “el Gocho”, no comía carne. “Come cuando lo invitan, porque ese no paga por comida”, diría su cocinero personal. ¿Sus comidas favoritas? El pollo guisado y el pescado. No tomaba café ni consumía derivados de los lácteos. Por eso no tomaba el cereal con leche: sus desayunos constaban de avena en agua y Corn Flakes acompañados por una taza de manzanilla caliente.

¿Su rutina? Despertar a las 5:00 am y hacer ejercicios. Vestirse de traje aunque no saliera a una oficina. Y es que no podría salir porque al momento de sus entrevistas con Carlos Oteyza había recibido la pena de casa por cárcel. Navegamos entre los años 1998-1999 y el CAP que observamos dista mucho de aquel hombre que era recibido por masas de gente, que ahora lucha por retomar el control de su imagen política en soledad. Es un CAP inédito.

Ese es, precisamente, el nombre de la nueva película documental de Carlos Oteyza: CAP inédito, que analiza los últimos años de vida política del expresidente Pérez en Venezuela, su campaña para convertirse en senador y su visión, tan lúcida como premonitoria, del camino que escogería Venezuela al elegir a Hugo Chávez como presidente en 1998.

—¿Cuánto tiempo tomó reunir el material para hacer esta película?

—Esta película tardó 24 años en hacerse, pero en verdad fue en un año. Este es un material grabado en los años 1998 y 1999, que quedó guardado pero que no se terminó en el momento. El año pasado decidimos convertir estas entrevistas en una película, cuyo proceso de producción duró un año aproximadamente. 

¿Qué es lo inédito de este material?

—Primero, se trata de un material que tiene 24 años. Es CAP inédito porque estas grabaciones no habían salido nunca y porque se dieron en un momento en el que Pérez parecía haber sido olvidado por la historia. Era una imagen muy criticada; un personaje que no era querido ni por su partido Acción Democrática ni por la clase media ni por el chavismo, pero que estaba tratando de volver a la vida política.


Esta no es una película sobre sus gobiernos, sino que recoge a un CAP que conversa sobre el momento histórico que estaba ocurriendo en ese momento y su visión sobre lo que podría pasar después

Carlos Oteyza

¿En qué contexto lo acompañó su equipo?

—En el año 1998 hubo dos elecciones. Una era la presidencial, por supuesto, pero la otra era para el Congreso, que es cuando CAP se lanza como candidato a senador. Yo lo entrevisté cuando cumplía casa por cárcel en una quinta de Altamira y en todo el proceso de lanzarse al Congreso para poder conseguir la inmunidad parlamentaria. 

¿Qué otros momentos recoge la película?

—Cuando obtuvo el permiso del TSJ para hacer campaña en el Táchira lo acompañamos; también cuando fue a votar en su centro electoral de Prados del Este. Esta no es una película sobre sus gobiernos, sino que recoge a un CAP que conversa sobre el momento histórico que estaba ocurriendo en ese momento y su visión sobre lo que podría pasar después.

La película, según Oteyza, es “casi un monólogo, porque es CAP quien habla constantemente”. Este material de archivo es acompañado por testimonios de personas que formaron parte de su círculo íntimo, como Ángel Coromoto Rodríguez (jefe de seguridad de CAP) y su hija Martha Pérez, además de la opinión de expertos como Claudia Lepage (productora de cine), Colette Capriles (politóloga) y Pedro Benítez (historiador).

¿Qué hay de inédito en una figura tan comentada, tan discutida y tan analizada como la de Carlos Andrés Pérez?

—Quizás es importante recordar que el CAP que tenemos en esta película no es el CAP de sus dos gobiernos. De cierta manera, el personaje de CAP se mezcla con la persona en ese documental, porque CAP es un personaje. ¿Por qué digo personaje? Porque cuando eres presidente dejas de ser una persona para convertirte en un personaje que representa una obra realizada o una fallida. Él habla con ese peso de esa historia.

Yo te diría que un personaje como CAP no se agota ni en dos libros, ni en dos películas. De hecho, no hay suficientes libros ni biografías sobre Carlos Andrés Pérez. Tienes que recordar que este es un país que escribe poco. Un personaje que le cambia la historia al país, que deja una impronta inmensa, no se agota. 


Porque cuando eres presidente, dejas de ser una persona para convertirte en un personaje que representa una obra realizada o una fallida. CAP habla con ese peso de esa historia

Carlos Oteyza

¿Cómo diría usted que pasó Carlos Andrés Pérez a la historia? ¿Siente usted que terminó por darle la razón?

—Como una de las primeras grandes figuras que logró polarizar al país. Tenía sus fanáticos y sus detractores. No pasa inadvertido como podríamos decir sobre otros presidentes que lamentablemente no tuvieron la presencia que tuvo CAP. Creo que lo más importante es entender que la imagen que tuvo en los años 90 no es la misma que la que hoy se tiene de él. Ha ido cambiando y ahora poseemos una visión más realista de lo que significó para el país. Ha habido tiempo para sopesar lo que hizo. Era la imagen y el responsable, en buena parte, de las dificultades que vivía Venezuela. Para los líderes y los notables fue fácil encontrar en CAP un chivo expiatorio. Pensaron que sacando a CAP, el país tomaría el rumbo que la gente quería, porque hay quienes piensan que los problemas están en las personas y no en las estructuras económicas, políticas y culturales que las rodean.

¿Qué espera usted que entienda el espectador que compre su boleto para CAP inédito?

—Que conozcan y entiendan al hombre y sus circunstancias. Y que tenemos bastante responsabilidad no solo en su salida, sino en lo que ocurriría tiempo después.


Quizás es importante recordar que el CAP que tenemos en esta película no es el CAP de sus dos gobiernos

Carlos Oteyza

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