“En mi opinión, las condiciones en Venezuela no son las mejores para la investigación. Los salarios son muy bajos y las condiciones de vida son muy difíciles”, opina la ganadora del Premio Internacional L’Oréal-Unesco “La Mujer y la Ciencia”
La científica venezolana Anamaría Font recuerda la época en los años 90 en que viajaba de Chacaíto a su casa en La Boyera, luego de las clases en la Universidad Central de Venezuela. En la ruta coincidía con el poeta Rafael Cadenas, premio Cervantes 2023. Ella corregía exámenes y él escribía. Ambos vivían sus procesos creativos desde el ámbito de sus artes. Él la palabra y ella las fórmulas físicas. Aunque los caminos sean distintos, el poeta y la física ayudan a responder una pregunta: ¿De qué están hechas las cosas?
Font recibió el prestigioso Premio Internacional L’Oréal-Unesco “La Mujer y la Ciencia”, en Francia. Este galardón se otorga anualmente a cinco destacadas científicas de diferentes regiones del mundo en reconocimiento a sus logros científicos sobresalientes.
Licenciada en Física Cum Laude por la Universidad Simón Bolívar (USB) en 1980, obtuvo su doctorado en la Universidad de Texas en Austin en 1987, con una tesis doctoral sobre Teoría de la súper gravedad en cuatro dimensiones surgida de las súper-cuerdas. Además, realizó un postdoctorado en el Laboratorio de Partículas en Francia.
Durante su carrera, Font fue alumna del premio Nobel de Física, Steven Weinberg, y ejerció como profesora en la Universidad Central de Venezuela (UCV) desde 1989 hasta 2017. Actualmente reside en Alemania, pero imparte cursos en línea y colabora con la Escuela de Física de la Facultad de Ciencias de la UCV.
En un acto de generosidad, Anamaría Font compartió este importante logro con su familia, que viajó desde distintas partes del mundo para acompañarla. Incluso el recién elegido decano de Ciencias, Ernesto Fuenmayor, estuvo presente para felicitarla por su premio.
–Rafael Cadenas (Premio Cervantes) dice estar enamorado de la física cuántica. ¿Existe una relación poética entre la física y las letras?
–Me nombras a Cadenas y de inmediato recuerdo que en los años 80, cuando trabajaba en la Universidad Central, solía tomar el mismo autobús desde Chacaíto para ir a La Boyera. El poeta iba en el mismo autobús que yo, él escribiendo y yo corrigiendo. Tal vez él no se acuerde de mí, pero era una bonita coincidencia. Los procesos de investigación también son actos creativos, no diría poéticos, pero definitivamente se requiere mucha creatividad en la Física.
–El divulgador científico Eduardo Punset decía que en la felicidad, lo más importante es el preámbulo, el proceso para alcanzarla. ¿Será lo mismo con la física? ¿Lo fascinante está en el proceso?
–El proceso es constante. Hay un problema concreto que debe ser resuelto, se realizan cálculos y si no funciona, se comienza de nuevo hasta que finalmente se logra. Es una pasión y de alguna manera es un esfuerzo colectivo.
Hay muchas otras personas trabajando que descubren cosas interesantes. En una investigación, uno se relaciona con lo que hacen otros científicos y va cambiando de tema según lo que le va interesando. Es como un gran rompecabezas, uno va construyendo la figura que desea armar. Quedan problemas sin resolver, pero uno tiene claro que no puede resolver todo al mismo tiempo. Mi tema es la Teoría de Cuerdas, pero me relaciono con temas que ayudan a desarrollar el mío. Voy aprendiendo cosas nuevas en el proceso de investigación.
En una investigación, uno se relaciona con lo que hacen otros científicos y va cambiando de tema según lo que le va interesando. Es como un gran rompecabezas, uno va construyendo la figura que desea armar
Anamaría Font, científica venezolana ganadora del Premio Internacional L’Oréal-Unesco
–¿Puedes explicarme en términos sencillos en qué consiste tu trabajo?
–Hay que explicar qué son las partículas elementales. ¿De qué están hechas las cosas? ¿De qué estamos hechos? Por ejemplo, ¿qué hay en una piedra o en el agua?
Uno va descubriendo las células, dentro de ellas el ADN, luego llega a los átomos, y de ahí a los núcleos y electrones, protones, neutrones, hasta llegar a los quarks. Se estudia cómo interactúan entre sí, y se cree que los quarks y los electrones son las partículas realmente elementales. También se investiga cómo se mantienen unidas y cómo los electrones orbitan alrededor del átomo.
El Modelo Estándar explica todas estas interacciones electromagnéticas y la fuerza nuclear. Pero por otro lado, está la gravedad universal, responsable de la estructura del sistema solar, de las galaxias y de la atracción entre dos masas, y esto no puede ser explicado por el modelo estándar. Cuando se combinan estas fuerzas en distancias muy pequeñas, se necesitan nuevas ideas para hacer que la gravedad sea compatible con la física cuántica. Lo que funciona para el electromagnetismo no funciona con la gravedad.
–¿Entonces le han dado este premio por tu trabajo en la Teoría de Cuerdas?
–Es mi tema desde hace años. La Teoría de Cuerdas es una teoría cuántica de la gravedad. La idea de las cuerdas es que todas las partículas elementales son como cuerdas vibrantes, y los modos de vibración de esas cuerdas son las diferentes partículas. Al igual que cuando pulsas una cuerda de un instrumento musical y produce notas, las cuerdas vibrantes generan las partículas y sus interacciones son como las combinaciones y las secuencias de notas. Esta teoría incluye todas las interacciones y todas las partículas, y dentro de ella se encuentra la gravedad y el electromagnetismo, todo coherente con la física cuántica.
–¿Cómo están las condiciones en Venezuela para la investigación?
–En mi opinión, las condiciones en Venezuela no son las mejores para la investigación. Los salarios son muy bajos y las condiciones de vida son muy difíciles. La conexión a internet es deficiente y el transporte público tiene fallas. Incluso si se tiene un automóvil, no hay suficiente gasolina. Para aquellos que necesitan insumos de laboratorio, es aún más difícil conseguirlos. Aunque veo buenas intenciones en la actual Ministra de Ciencia, creo que se necesita una inversión muy alta en recursos humanos. Debería ser algo similar a lo que sucedió en los años 80 con programas como la “Gran Mariscal de Ayacucho” y el apoyo del CONICIT, que proporcionaban financiamiento para proyectos e investigaciones. Hubo un crecimiento notable desde los años 90 hasta 2005, a partir de allí comenzó un declive importante.
En mi opinión, las condiciones en Venezuela no son las mejores para la investigación. Los salarios son muy bajos y las condiciones de vida son muy difíciles. La conexión a internet es deficiente y el transporte público tiene fallas. Incluso si se tiene un automóvil, no hay suficiente gasolina
Anamaría Font, científica venezolana ganadora del Premio Internacional L’Oréal-Unesco
–Grandes científicas como Marie Tharp, Marie Curie, Peggy Whitson, Wanda Díaz-Merced, Rajaa Cherkaoui El Moursli y tantas otras que han hecho grandes aportes a la ciencia. ¿Quiénes son las científicas actuales según usted?
–Creo que más que enfocarnos en las pioneras del pasado, es importante centrarnos en las investigadoras actuales que están llevando a cabo investigaciones de muy alto nivel. Los temas de premiación varían cada año, incluyendo física, matemáticas, química y computación. El próximo año se enfocará en biología y ciencias de la vida. Estas investigaciones fronterizas realizadas por mujeres, 25 años después, también incluyen programas para jóvenes talentos, becas para seguir estudiando o realizar estadías de investigación.
–Mensaje para los jóvenes venezolanos
–Les diría que perseveren y continúen a pesar de las dificultades. Es importante mantener el enfoque y la perseverancia, también el financiamiento. Soy consciente de que hace falta un mayor apoyo institucional. Sin embargo, hay personas realizando investigaciones en la UCV (Universidad Central de Venezuela) y en la ULA (Universidad de Los Andes). Eso es maravilloso.
La Academia de Ciencias en Venezuela también otorga premios. Este año se le otorgó a una científica llamada Patricia Vit, bióloga y M.Sc. en Ciencia de los Alimentos de la Universidad Simón Bolívar, con doctorado en la Cardiff University, Gales, Reino Unido, quien realiza investigaciones sobre las mieles.
En Venezuela hay muchas mujeres investigadoras, como Maria Eugenia Grillet, ecóloga y epidemióloga, recientemente galardonada con el Premio Hemingway de la Royal Society of Tropical Medicine & Hygiene, y Alicia Monte Sucre, Flor Pujol, entre otras. Estas mujeres continúan investigando en Venezuela.
Es posible postularse por cuenta propia. La noche de la premiación conocí a una chica que obtuvo una beca en bioquímica, es estudiante de Nuris Orihuela (hermana del Doctor Rafael Orihuela), está en París y ahora ha comenzado una nueva etapa como estudiante. Claro que tienen que postularse para que sea posible.
Contacto en Francia
«Es una buena idea establecer contacto con las premiadas de este año y aprender más sobre las premiadas anteriores. Me impresionan los estudios de mis colegas premiadas, como los estudios sobre partículas contaminantes del aire, membranas filtrantes para separar químicos, un gran atlas de las células del cuerpo humano y la matemática que no pudo asistir pero que se encuentra en la misma línea de mi trabajo, y es de una excelencia impresionante».
Futuro
«Mi plan es continuar haciendo investigación. Actualmente, soy investigador visitante en el Instituto Max Planck de Física Gravitacional en Alemania. En los últimos años, he impartido cursos de investigación en línea para Venezuela y también cursos de pregrado en mi departamento. Creo que es posible que regrese a la universidad de forma presencial durante algunos meses. Hay una gran cantidad de personas que se han ido del país y se necesitan profesores para impartir clases».
En Venezuela hay muchas mujeres investigadoras, como María Eugenia Grillet, ecóloga y epidemióloga, recientemente galardonada con el Premio Hemingway de la Royal Society of Tropical Medicine & Hygiene, y Alicia Monte Sucre, Flor Pujol
Anamaría Font, científica venezolana ganadora del Premio Internacional L’Oréal-Unesco
Un ejemplo, Caryarit Carolina Pérez, venezolana becada
La beca de la Fundación MBS-Comprometidos para Marcar la Diferencia es un reconocimiento a su excelencia académica y profesional. Esta beca proporciona acceso a una formación de calidad en Montpellier Business School a estudiantes prometedores que no tienen los recursos económicos necesarios. Desde 2012, esta beca ha beneficiado a 20 estudiantes de diferentes partes del mundo, incluyendo Colombia, Haití, Burkina Faso, República Dominicana, Zimbabue, Myanmar, Siria, Perú, Indonesia, Líbano, Venezuela, entre otros países.
«Es alentador ver que se brinda apoyo a jóvenes talentosos que, a pesar de las limitaciones económicas, demuestran su dedicación y excelencia en sus estudios. Estas oportunidades permiten que estos estudiantes puedan acceder a una educación de calidad y desarrollar su potencial profesional», dijo Font.