El gobierno de Nicolás Maduro tachó este viernes, 23 de agosto, de cómplices violentos a los 11 países americanos cuyos Gobiernos no reconocen la victoria electoral del candidato oficialista a la reelección en las presidenciales del 28 de julio, que, aunque ratificada por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), continúa cuestionada por buena parte de la comunidad internacional.
En un comunicado, Caracas rechaza la postura conjunta de los Gobiernos de Chile, Argentina, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Panamá́, Paraguay, Perú́, República Dominicana y Uruguay, en la que estos países denunciaron que el TSJ convalida los resultados electorales sin sustento. El gobierno de Maduro catalogó la acción de grosera e insolente.
«Estos países pretenden continuar violando el derecho internacional, cometiendo un acto inaceptable de injerencia en asuntos que solo competen a los venezolanos», reza el escrito.
A juicio del gobierno madurista, con estas posturas, los 11 países «avalan y se hacen cómplices de la violencia desatada en las protestas postelectorales» -por la que el Gobierno responsabiliza a la oposición.
«Venezuela exige absoluto respeto a su soberanía e independencia a Gobiernos que intentan imponer hoy otra vez una política de cambio de régimen», prosigue el comunicado.