Una caravana de más de 6.000 migrantes y una veintena de nacionalidades avanza desde la frontera sur de México este martes, 26 de diciembre, en víspera de la visita de una delegación estadounidense liderada por el secretario de Estado, Antony Blinken, para abordar el repunte migratorio con el Gobierno mexicano.
Este grupo, que partió en Nochebuena con casi 10.000 personas, la más numerosa del año, salió del municipio de Huixtla este martes 26 hasta llegar a la aduana del sur del estado de Chiapas, donde se hincó a rezar.
Los indocumentados pidieron a los funcionarios de Estados Unidos y al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que se tienten el corazón para permitir su avance.
En este contingente viaja Rosa, originaria de El Salvador, donde era trabajadora del hogar antes de abandonar el país por falta de empleo, por lo que ahora pretende llegar a Estados Unidos para mejorar su calidad de vida, pero se ha topado con los obstáculos del Instituto Nacional de Migración (INM) de México.
«Hay muchos retenes y nos deportan. Estamos pidiendo documentos para poder llegar a la frontera norte, pues hay muchas madres que van al sueño americano. En nuestros lugares, a veces no están la suficiente economía y empleo, entonces nos toca venir a México para cruzar al otro lado», relató a EFE.