Caracas.- Ana Mercedes Lares es una enfermera jubilada de 71 años de edad. Durante cuatro décadas dedicó sus servicios al sistema de salud del país, pero ahora lamenta vivir sin las mínimas condiciones para tener una vejez digna y considera que la vida del adulto mayor en Venezuela, es triste.
Este martes, 1 de octubre, es el Día Internacional de las Personas de Edad, sin embargo, los jubilados y pensionados venezolanos aseguran que no tienen nada que celebrar porque viven en un país, donde el Estado los somete al exterminio, pues con 130 bolívares de ingreso mensual, equivalentes a 3,5 dólares, no pueden sobrevivir.
En una protesta a las afueras del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en Caracas, Lares comentó que la vida del pensionado se agudiza con el pasar de los días porque no solo debe comprar alimentos, sino también todas las medicinas que requiere una persona de la tercera edad.
«Yo quise ser enfermera y traté de cumplir con mi profesión lo mejor que pude. Desde el punto de vista ético, me consolé, pero desde el económico me puse a llorar al saber que lo que me iba a corresponder de pago como jubilada no me iba a alcanzar para comer», agregó.
Una situación similar atraviesa el ingeniero jubilado Arnoldo Benítez. Afirmó que con los 3,5 dólares que reciben al mes no pueden alimentarse, por lo que tienen que depender de la ayuda de familiares y amigos. En su caso, recibe ingresos por parte de sus cinco hijos y con eso resuelve sus gastos más urgentes.
«Nos someten al exterminio. Nos obligan a comer con 3.5 dólares al mes, pero no solo son los alimentos, también los medicamentos que debemos comprar», indicó el ingeniero desde las afueras del PNUD.
La abogada y representante del Comité de Derechos Humanos para la defensa de los Adultos Mayores, Urimare Capote, indicó que todos los pensionados y jubilados en Venezuela tienen que devengar un ingreso similar a la canasta básica alimentaria, la cual supera los 500 dólares.
«Exigimos que se aumente de conformidad con lo que dice el artículo 91 de la Constitución. Nuestro sueldo nos debe garantizar una vida digna. Los adultos mayores están solos porque sus hijos han tenido que irse del país, pero también hay un abandono por parte del Estado», enfatizó Capote.
Exigencias a las Naciones Unidas
Jubilados y pensionados del sector salud, educación, entre otros, se concentraron a las afueras del PNUD en Caracas, y entregaron un documento de exigencias al coordinador humanitario de la ONU en Venezuela, Gianluca Rampolla del Tindaro.
Urgen al representante de la ONU a exhortar al Estado venezolano para que desarrolle políticas públicas dirigidas a mejorar las condiciones de vida de los adultos mayores. Es el caso de las pensiones y beneficios otorgados por el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS).
También solicitan que se les restituya el pago a los pensionados en el exterior, a quienes se les suspendió de manera arbitraria desde hace ocho años. Otra de las exigencias es que se les asigne el bono de alimentación y medicinas, aprobado en la Asamblea Nacional en el año 2016.
Entre otras solicitudes, piden que se inste al Gobierno a establecer una mesa de diálogo con las organizaciones de pensionados y jubilados para discutir la situación social y económica de los adultos mayores para luego acordar soluciones.
El presidente de la Asociación de Educadores Jubilados y Pensionados Unidos de la Región Capital, Pedro García, le pidió a la ONU que ponga atención en la situación de los adultos mayores en Venezuela, pues han protestado durante tres años consecutivos y el Gobierno de Nicolás Maduro los ha ignorado por completo.
«Este es un gobierno que se reúne con el empresariado, pero no sé reúne con los adultos mayores ni los pobres. Está de espalda a los intereses populares que la mayoría de la población en Venezuela tiene», afirmó García.
En esta oportunidad, los adultos mayores acudieron a la sede del PNUD porque consideran que ya agotaron todas las instancias nacionales para hacer sus exigencias, por lo que les quedan las instituciones internacionales.