Caracas.- Un informe especial presentado por Provea expone cómo las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos no son la causa de la debacle económica que vive el país, sino la falta de políticas productivas y el excesivo rentismo petrolero.
Con el título “Informe especial: Las sanciones económicas contra Venezuela: consecuencias, crisis humanitaria, alternativas y acuerdo humanitario”, el economista y Director del Centro de Investigación y Formación Obrera (Cifo), MSc. Manuel Sutherland, pone en contexto la realidad de diversos países que enfrentan sanciones y otras circunstancias más intensas que las de Venezuela, pero donde los indicadores económicos reflejan una sostenibilidad estable.
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Las sanciones han sido la excusa del gobierno de Maduro para justificar la falta de poder adquisitivo en el país. Sin embargo, en otros países con sanciones e incluso conflictos armados internos, el salario mínimo es muy superior al de nuestro país.
El informe refleja que en Irán el salario mínimo desde 2017 hasta 2020 varió entre 220 y 260 dólares americanos, mientras que en Venezuela cayó desde $ 6,19 a 3,54 dólares mensuales. Para este enero de 2021, es poco más de 2 dólares.
Por otra parte, en Cuba, en el mismo período (2017-2020) el salario mínimo subió de 31 a 42 dólares mensuales. Algo análogo sucedió en China, donde el ingreso mínimo mensual subió de 325 dólares en 2017 a 360 dólares en 2020.
El especialista refleja también casos como Siria y Sudán, donde las caídas de su PIB se comparan con la de Venezuela, pero ambos países enfrentan escenarios bélicos que hacen sus realidades mucho más complejas que la nuestra.
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También compara las inflaciones de Venezuela y Cuba, ambos países con la misma línea de gobierno, pero en la isla caribeña, con sanciones desde hace más de 20 años, la inflación alcanzó el 5%. La inflación en Venezuela superó el 3.000%.
Además, el informe sostiene que desde 2017, cuando comenzaron a aplicarse las sanciones en Venezuela, las exportaciones crecieron de forma sólida y las importaciones se mantuvieron constantes. Compara a Venezuela con Irán, país con sanciones más fuertes que las de nuestro país, pero cuyas importaciones crecieron un 23% en los últimos dos años.