“Me siento decepcionada. Quiero que aumenten el salario y la pensión, aunque lo más probable es que solo suban los bonos. Y lo más triste es que si aumentan el salario, también aumentan los precios”, dice con preocupación la pensionada María Vargas. Sus expectativas para este 1 de mayo se mantienen intactas, pese a que en los últimos dos años no se ha anunciado incremento salarial por el Día del Trabajador.
La respuesta de Vargas, una vecina de Catia que con 65 años se dedica a la costura para sobrevivir, resume la preocupación de muchos de los trabajadores del país, que por segundo año consecutivo esperan en su día un aumento del salario mínimo y el respectivo ajuste a las tablas salariales, así como la restitución de sus beneficios, pero sin que esto atente aún más contra sus bolsillos. Así lo han manifestado los distintos gremios en las actividades de calle que constantemente llevan adelante.
El pasado 15 de marzo el salario mínimo cumplió dos años con el mismo monto: 130 bolívares, que cuando se estableció la disposición equivalía a unos 20 dólares, pero que actualmente no llegan a los 4 dólares, uno de los más bajos del mundo. En compensación, el Gobierno de Maduro ha decretado aumentos de bonos otorgados a través del sistema Patria y de cestatickets que solo cobran los trabajadores activos.
La propuesta de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) y de la Central de Trabajadores Alianza Sindical Independiente (ASI) es elevar el salario mínimo a 200 dólares como punto de partida para la recuperación de este indicador, además de los beneficios dependientes de este monto, que prácticamente desaparecieron, como bono vacacional, aguinaldos y prestaciones sociales.
¿Cómo queda el Salario Mínimo en Venezuela? Capitalistas 1 – Trabajadores 0
La presentación de un monto también es reciente, pues hasta hace unos meses los representantes sindicales se limitaban a exigir un salario que permitiera adquirir la canasta básica, e incluso sugirieron que el aumento se realizara por la vía de los bonos, como ha ocurrido en los últimos dos años, pero como parte de una medida de emergencia ante el bajo poder adquisitivo de los venezolanos.
La presidenta de la central ASI, Marcela León, explica a El Pitazo que para llegar a este monto tomaron como referencia una canasta de consumo mínimo construida por la misma organización, que tiene 33 productos, que cumplen con los valores nutricionales, de los 61 que establece la canasta normativa del Instituto Nacional de Estadística, a lo que se suman 3 medicamentos y los gastos de transporte.
La canasta mínima de la central sindical ASI se comenzó a trabajar entre agosto y diciembre de 2023, pues uno de los requisitos del Foro de Diálogo Social era presentar, ante la ausencia de cifras oficiales, indicadores propios o de organismos no cuestionados por el Gobierno de Maduro. Este cálculo dio un monto de 401 dólares, dice León, por lo que el monto que proponen representa la mitad de esta canasta mínima.
“Podemos iniciar un proceso de arranque para la recuperación progresiva del salario con el 50 % de esta canasta, que es el equivalente a 200 dólares. No fue un monto jalado de los cabellos, sino que ha sido estudiado e investigado en los 23 estados del país”, recalca la gremialista.
León apunta que ese monto coincidió con el cálculo realizado por los economistas que asesoran a la CTV, por lo que decidieron unificar criterios al concluir que es una cifra viable.
“Salarios y pensiones dignas”: el clamor en la calle
En las calles de Caracas el clamor sigue siendo el mismo desde hace meses: “Salarios y pensiones dignas”, pero la mayoría de los caraqueños consultados coinciden con Vargas en esperar solo un aumento en los bonos Patria. Estos se traducen en un ingreso de poco más de 28 dólares en el caso de los pensionados, y de unos 100 dólares para trabajadores públicos y jubilados. No alcanzan para adquirir la canasta alimentaria, que en marzo alcanzó los 554 dólares, según cálculos del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas – FVM).
“Cualquier anuncio es sal y agua. Si me dices que van a subir el salario a 200 o 300 dólares, algo se hace con eso, pero van a anunciar puros aumentos de bonos, con los que no se hace nada”, dice el trabajador independiente Rodrigo Bustamante, quien considera que los venezolanos ya no se preocupan por anuncios del 1 de mayo, sino por resolver su situación como puedan.
“Yo le pediría al Gobierno que suba realmente el salario, que no solo se limite a aumentar los bonos. Ya basta de que los trabajadores sacrifiquen su bono vacacional, aguinaldos y prestaciones. ¿Hasta cuándo?”, se lamenta Caridad Torrealba, jubilada del Ministerio de Educación.
Una trabajadora del sector público, que prefirió resguardar su identidad, afirma que no tiene muchas expectativas para este 1 de mayo debido a las acciones de años anteriores. “Esos aumentos de bonos no han contribuido en mucho. Aunque no tenga muchas expectativas, sí considero que el Gobierno debe anunciar un ajuste porque el dinero que recibimos es muy poco y no nos alcanza para comprar la comida suficiente para el hogar”, expresa. Relata que en su casa viven cinco personas y la comida solo alcanza para una semana, por lo que considera urgente un incremento por la vía salarial.
Otros caraqueños, como la vendedora Adriana Peraza, consideran que al ser un año electoral existe la posibilidad de que Maduro decrete este miércoles el esperado aumento salarial. “La verdad es que con este Gobierno uno no puede esperar nada, pero si me tocara imaginar que tiene buena voluntad o un poquito de consideración, deberían aumentar el salario mínimo, sobre todo para ese sector tan despreciado que son los pensionados y jubilados, que solo reciben un poco más de 3 dólares y unos 25 dólares en bonos”, destaca con tristeza.
El director del Cendas-FVM, Oscar Meza, recuerda que el precio de la canasta básica aumentó 43,38 dólares en el último año, mientras que el salario mínimo se mantiene en 180 bolívares y no fue actualizado en divisas, como lo prometió el gobierno de Maduro en 2018, cuando sería equivalente a 30 dólares. “Ni siquiera lo revalorizó el año pasado a ese monto”, dijo.
Para este año, Meza solo espera que se retome ese monto, o quizás se eleve a 50 dólares de salario y 50 dólares en bono.
Las discusiones en el Foro de Diálogo Social
El debate sobre la metodología para calcular el salario mínimo es una de las discusiones que se llevan a cabo en el Foro de Diálogo Social, una instancia en la que participan representantes del gobierno de Maduro, de los trabajadores y de los empresarios, acompañados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El acompañamiento de la OIT llegó tras las denuncias de las centrales sindicales ante este organismo por el incumplimiento del gobierno de Maduro de los convenios 26, 27 y 144, relacionados con la metodología de fijación del salario mínimo, la libertad sindical y la consulta tripartita.
“Una de las principales tareas cuando se instaló el Foro de Diálogo Social fue iniciar ese proceso de construir un método consensuado entre los tres actores para fijar el salario mínimo en Venezuela, de acuerdo con los criterios tácticos, la realidad, las necesidades y el crecimiento económico”, comenta León.
Recordó que Venezuela es un caso atípico porque enfrenta una crisis política y económica, viene de tres reconversiones monetarias y una caída abrupta del Producto Interno Bruto (PIB). “Frente a esa crisis había que buscar un mecanismo. Por eso, con la asistencia técnica de la Organización Internacional del Trabajo logramos hacer estudios e investigaciones y con todos esos análisis e indicadores pudimos acordar en noviembre del 2023 ese método”, señala.
Explica León que este método contiene un procedimiento de equilibrio, con datos reales de las necesidades de los trabajadores y del crecimiento económico. “Ese criterio de equilibrio es el que usamos para que el salario cumpla con el requisito que nuestra legislación establece, de ser suficiente, que sirva para vivir y no para sobrevivir”, apunta.
Manifiesta también que ese método fue consensuado entre los tres actores y se instaló el pasado 15 de enero, la misma fecha en que esperan instalar esta discusión cada año.
¿Es factible subir el salario?
Tanto la central ASI como la CTV coinciden en que el gobierno de Maduro tiene los recursos para elevar el salario mínimo a 200 dólares sin que afecte el ingreso de los trabajadores. León recuerda que fue el mismo gobernante Nicolás Maduro quien señaló en su Memoria y Cuenta ante la Asamblea Nacional que Venezuela registró un crecimiento económico y un descenso de la inflación en 2023.
Marcela León dice además que fueron los mismos representantes del gobierno de Maduro los que hablaron de un aumento en el ingreso por recaudación tributaria, incrementos en exportaciones, turismo, producción agrícola y pesquera, entre otras mejoras. “Se abrió un proceso de crecimiento. Nosotros entendemos que son muchas las deudas que tiene el Estado venezolano, pero consideramos que si se inicia un proceso de crecimiento, eso permite que, por lo menos, de ese pequeño chorro de petróleo se destine un porcentaje para los trabajadores”, expresa.
El economista y profesor de la Universidad Central de Venezuela (UCV) Luis Crespo concuerda en que es factible ese aumento salarial que plantean las centrales sindicales. “Existe un incremento en los ingresos petroleros, en la actividad minera y en los tributos”, dice a El Pitazo.
Crespo asegura que un incremento salarial de esa magnitud no afectaría la inflación porque se trata de un flujo de recursos orgánicos, proveniente del aumento en 120 % de los recursos petroleros, incremento en 130 % en los fondos derivados de tributos, más recursos generados por la extracción minera.
El salario mínimo en Venezuela es uno de los más bajos del mundo
Los empresarios, por su parte, insisten en que ni el sector público ni el privado están en capacidad de asumir un aumento del salario mínimo. La presidenta de asuntos laborales de Conindustria, Maryolga Girán, explica a El Pitazo que la retroactividad de las prestaciones sociales afecta a ambos sectores debido a la falta de recursos. “La empresa privada no tiene caja y menos el Gobierno, que es el mayor empleador, pues tiene cinco millones de trabajadores activos y tres millones de pensionados”, asevera.
“Tendría que tener una disponibilidad bárbara de recursos para poder pagar bono vacacional, utilidades y prestación de antigüedad con carácter retroactivo”, destaca Girán.
La última palabra la tiene Maduro
Como parte de la discusión, en el Foro de Diálogo Social se mantienen dos posturas: Fedecámaras, en representación de los empresarios, ha sostenido la necesidad de que se mantenga la política de bonificación del salario, pues asegura que las empresas no están en capacidad de asumir los pasivos laborales que se desprenden de un incremento salarial. Los sindicatos, a su vez, consideran que es momento de recuperar el valor del salario, aunque no descartan que se mantengan las bonificaciones.
En lo que ambos sectores coinciden es en que la última palabra la tiene Maduro. “La mesa de diálogo tripartito se ha limitado a discutir la metodología con la cual se va a calcular el salario mínimo, pero no se ha llegado a una cifra. Recordamos que por más que la mesa establezca algún monto, la fijación del salario es una potestad del presidente de la república”, afirma Girán.
En ese sentido, la representante de Conindustria solo aspira para este 1 de mayo a un aumento en bonos de alimentación, guerra o alguna bonificación adicional. “No creo que sea en forma retroactiva ni que se aumente el salario por este año porque las condiciones económicas no están dadas, y menos sin la licencia petrolera”, indica.
“Creemos que es viable que el presidente reivindique a los trabajadores venezolanos, que somos los que hemos puesto el hombro y hemos sido sacrificados por años. Evidentemente, él tiene que sopesar toda esta situación y creemos que lo viable sería que fije un aumento del salario mínimo y de los bonos, y vaya dándose una recuperación progresiva”, dice, por su parte, Marcela León.
“De repente no los 200 dólares, pero empieza a recuperar el salario para recuperar también los beneficios de los contratos colectivos”, agrega.
Mientras la presidenta de la central ASI se muestra optimista con respecto a un aumento salarial, los trabajadores de los diferentes gremios regresan nuevamente a las calles con la esperanza de que este 1 de mayo un anuncio les permita llevar nuevamente la comida a sus hogares en retribución a su esfuerzo diario.