El gobierno de Nicolás Maduro planea vender la empresa petroquímica venezolana Monómeros, con sede en Barranquilla, según lo advirtió el presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien se niega a tal medida. A criterio del constitucionalista y exprocurador del gobierno interino de Juan Guaidó, José Ignacio Hernández, el gobierno de Nicolás Maduro privatiza de facto para generar ingresos fiscales.
Ante el intento de privatizar Monómeros al margen de la Constitución y los principios de transparencia, el abogado indicó en entrevista con el director de El Pitazo, César Batiz, que no es una excepción, sino una regla de la administración de Nicolás Maduro, quien desde 2014 intenta vender activos para evitar el pago a los acreedores de la deuda y también para obtener ingresos debido a su precariedad fiscal.
La intención de vender esta empresa petroquímica se conoció por el presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien aseguró que la persona que estaría al frente de esa decisión sería Álex Saab, presunto testaferro del mandatario venezolano liberado por la administración de Joe Biden y que desde el 18 de octubre funge de ministro de Industria y Producción Nacional.
¿Qué ha pasado con la empresa venezolana Monómeros en los últimos años?
Hernández comentó que así como sucedía con Citgo, filial de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), con sede en Estados Unidos, también se conoció que Monómeros ha sido utilizada como un vehículo financiero para transferir recursos a la empresa Pequiven, probablemente violando el régimen de sanciones y de esa manera proveer de ingresos fiscales al gobierno de Nicolás Maduro.
«Esto nos da una clara imagen de que el régimen de Maduro maneja todos los activos externos con total opacidad y es parte de lo que yo he llamado la privatización de facto del Estado venezolano que ha adoptado Nicolás Maduro», comentó el profesor de Derecho Constitucional y Administrativo.
Ignorancia, atrevimiento y corrupción
José Ignacio Hernández aseguró que detrás de la intención de vender Monómeros existe una violación flagrante a la Constitución de Venezuela, pero además refleja una gran ignorancia por parte de Nicolás Maduro al creer que tiene pleno control sobre la empresa para hacer operaciones fraudulentas.
«Maduro ignora dos cosas básicas: la importancia estratégica de Monómeros en la agroindustria de Colombia y, en segundo lugar, que es un activo sancionado por Estados Unidos con una licencia muy limitada que vence el año que viene. Por lo tanto, hay que ser muy osado para vender un activo que está sujeto a un régimen de sanciones«, precisó.
Explicó que realizar la venta de Monómeros, como lo intenta hacer la administración de Nicolás Maduro, no es posible bajo operaciones transparentes. Por lo tanto, se genera un alto riesgo para los que estén involucrados en estas transacciones.
Directivo de Monómeros renuncia por proceso de venta y privatización de la compañía
El constitucionalista no cuestiona la decisión de vender un activo externo, pues, esto puede ocurrir como una decisión de políticas públicas que es razonable bajo ciertas condiciones. Sin embargo, rechaza que se pretenda transferir un activo violando la Constitución y el principio de transparencia.
Hernández afirmó que poner a Álex Saab al frente de esa venta, no es precisamente por confiar en su capacidad de gestión eficiente. Por el contrario, genera más desconfianza o sospechas de que detrás de esa operación hay un mecanismo corrupto para que los ingresos se repartan entre las élites gobernantes.
Recordó que Monómeros tiene una licencia que le permite operar con relativa normalidad y, por lo tanto, las sanciones no afectan las operaciones de Monómeros. De hecho, la empresa se ha mantenido, más allá de los problemas políticos derivados.
Citgo y bonos Pdvsa 2020
La Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos (OFAC) prorrogó a partir del 7 de marzo de 2025, la licencia número 5, relacionada con los bonos Pdvsa 2020, que limita a los tenedores el acceso a su garantía de las acciones de la refinadora Citgo y cobrar las deudas pendientes por el impago de los intereses por parte del gobierno de Nicolás Maduro.
Los bonos Pdvsa 2020 entraron en default en 2019 y los tenedores reclaman un pasivo cercano a los 2.000 millones de dólares por concepto de capital e intereses. Sin embargo, se ha presentado un conflicto entre acreedores que sigue retrasando la subasta de Citgo, mientras sus administradores buscan fórmulas para retener la propiedad de este activo.
José Ignacio Hernández explicó que la extensión de la licencia 5 es una medida de protección a Citgo al impedir que los tenedores de bonos Pdvsa 2020 puedan tomar su control. A pesar de esto, dijo que la medida solo protege a Citgo Holding con relación colateral de los bonos 2020, pero el resto de los riesgos derivados de la deuda de Hugo Chávez y Nicolás Maduro siguen presentes.
El riesgo viene de una deuda pública insostenible de 170.000 millones de dólares generada por las administraciones de Chávez y Maduro, que han llevado a los acreedores a intentar tomar control de los activos para cobrarse parte de esa deuda, según explicó el profesor.
Comentó que una de las razones por la que los tenedores de bonos 2020 no pueden tomar control de Citgo, no es por la suspensión de la licencia, sino porque sigue en pie una demanda presentada en octubre de 2019 por la junta ad hoc de Pdvsa, en la cual solicitó a la corte del Distrito Sur de Nueva York que declare la nulidad del colateral al considerar que esa operación violó la Constitución.
«Aun cuando el bono está suspendido por el litigio, hay un riesgo importante de que terceros puedan tomar control del activo y la política bipartidista es que mientras el juicio esté pendiente de decisión, la licencia 5 va a mantenerse suspendida», puntualizó.
Aseguró que esta medida es más movida por las dinámicas internas de Estados Unidos. Fue una política que surgió con la administración de Trump y se mantuvo con Biden. Es decir, es bipartidista y estima que esa política continuará cuando el nuevo mandatario asuma la Presidencia en enero de 2025.
«Esto nos debe llevar a la reflexión de que la deuda pública externa es una de las principales barreras que tiene Venezuela para avanzar en una recuperación económica. Lamentablemente, no hay espacio de discusión para esto en la agenda y todo el foco parece centrarse en el proceso de Citgo por opiniones más sesgadas que objetivas», agregó.
Para finalizar, enfatizó que Citgo es el único activo externo de Pdvsa que se mantiene, pues, todos han sido embargados o cedidos. En ese sentido, dijo que la verdadera noticia no es que la empresa esté en riesgo desde hace 10 años, sino que, a pesar de esos peligros, sigue siendo filial de Pdvsa y lo seguirá por los próximos meses.