Caracas.- Venezuela, que transita su séptimo año en recesión, continúa siendo un punto débil para la economía de Latinoamérica. Un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) indicó que el país sudamericano cerrará 2020 con una contracción de su Producto Interno Bruto (PIB) de 25%.
La nueva estimación está por debajo de la que el organismo hizo el año pasado cuando calculó que la caída de la economía sería de 35%. Para 2021, el FMI espera un desplome del PIB de 10%. Con respecto a la inflación, en el trimestre pasado proyectó el índice para final de año en 15000% y esta semana la rebajó a 6500%. Firmas económicas y gremios empresariales, no obstante, han calculado este indicador cercano a 3000%.
Aunque durante 2020 hubo una desaceleración en el aumento de los precios como resultado del proceso de dolarización transaccional que se ha impuesto en el país y las limitaciones al crédito bancario, la hiperinflación que padece Venezuela desde hace tres años todavía no desaparecerá, indica el reporte del FMI divulgado el pasado 13 de octubre.
Otro dato importante está vinculado con el área laboral. El organismo multilateral pronostica que para 2020 Venezuela terminará con una tasa de desempleo de 54,4% y en 2021 subirá a 57,3%.
Economía de Latinoamérica se contraerá 7,9% en 2020, según el Banco Mundial
De esta manera, Venezuela se ubica como el país más afectado de América Latina por la crisis que provocó la pandemia por COVID-19. Según datos del Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio), 8 de cada 10 empresas en el país se ha declarado en riesgo de cierre ante la falta de auxilios económicos y restricciones laborales.
Los expertos del Fondo Monetario Internacional sostienen que las economías de la región latinoamericana sufrirán su mayor contracción al menos desde 1960 debido a los efectos del coronavirus. Después de Venezuela, Perú se sitúa con el PIB más perjudicado con una caída de 13,9 % en 2020. Le siguen Argentina (-11,8%); Ecuador (-11%) y Colombia (-8,2 %).
En su informe, el FMI señaló que la proyección de Venezuela se ve afectada por “la falta de discusiones con las autoridades” y “una comprensión incompleta de los datos reportados, y las dificultades para interpretar ciertos indicadores económicos reportados dados los desarrollos económicos”.
Sobre los efectos de la hiperinflación, el organismo destaca que los indicadores del FMI deben interpretarse con cautela, y sostiene que una “gran incertidumbre” rodea las estimaciones sobre Venezuela.