Caracas.- El bolívar se devaluó un 20,15% frente al dólar en el mercado oficial al cierre del mes de junio, un periodo en el que el precio de la divisa estadounidense superó por primera vez la barrera de los cuatro millones de bolívares, según datos del Banco Central de Venezuela (BCV).
El pasado 1 de julio, un dólar costaba 3.220.598,35 bolívares, de acuerdo con la cotización oficial que ofrece el BCV, la misma referencia que esta jornada ubicó al signo estadounidense en 4.033.104,54 bolívares, lo que significa un aumento del 25,23% en el precio de esta divisa.
Además, los promedios del mercado paralelo, en el que se concretan la mayoría de las operaciones de compra y venta de divisas en el país, muestra un encarecimiento similar del dólar, pues la cotización oscila alrededor de los 4.020.696,20 bolívares, es decir, un aumento interdiario de 0,82%
El pasado 23 de julio, el precio del dólar en el mercado paralelo superó por primera vez la barrera de los 4.000.000 de bolívares por cada unidad de la divisa estadounidense.
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Para contener la nueva tendencia alcista del dólar, en las últimas dos semanas el BCV frenó la emisión monetaria. De acuerdo con los registros del ente emisor, al corte de la semana del 23 de julio, se produjo la primera contracción semanal de la liquidez desde enero pasado, con una caída de -1,08%, dejando el saldo total de circulante en 2.105 billones de bolívares.
El bolívar ha pasado por dos procesos de reconversión monetaria: en 2008, perdió tres ceros y pasó a llamarse bolívar fuerte, mientras que, a mediados de 2018, le restaron otros cinco ceros. Ahora se espera que las autoridades monetarias ejecuten en los próximos una tercera reconversión que, según economistas, será insuficiente para contrarrestar los efectos de la hiperinflación en Venezuela.
Ante esa inestabilidad de la moneda local, Venezuela vive un proceso de dolarización de facto, con lo que la mayor parte de los productos que se ofrecen a la venta se calculan en dólares, y existe la posibilidad de pagar en divisas o en bolívares, un escenario que no ha mermado el aumento de los precios de bienes y productos.
Según estudios de la firma Ecoanalítica, en promedio durante las llamadas semanas radicales, del plan sanitario 7+7, los precios locales tendieron a subir a un ritmo mayor al observado en las semanas flexibles. Los cálculos del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) apuntan que en junio la inflación anualizada llegó a 2.615,5%.