Caracas.- La promesa de funcionarios del gobierno de Nicolás Maduro de que la reapertura del sistema biopago se haría efectiva el lunes 13 de enero no fue cumplida. Cientos de miles de comerciantes no han podido recibir en bolívares lo que los consumidores adquirieron, en petros, los últimos días de 2019 y los dos primeros de 2020.
Se supone que desde esta segunda semana de enero se reactivarían las ventas en petros para los pensionados y jubilados del Seguro Social y para los empleados públicos. Estos son los beneficiarios de medio petro, que para fines de diciembre equivaldrían a Bs. 1,38 millones de bolívares.
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«Sin bolívares liquidados y sin compras en la criptodivisa bolivariana, en el mercado hay cada día más desconfianza en relación con el uso del petro».
Así lo informó a El Pitazo, el economista Aarón Olmos quien señaló que: “El hecho de que el lunes 13 de enero no se hiciera efectivo el biopago asociado a petros indica que la gente está aprehensiva, con incertidumbre y con desconfianza cuando se le menciona el tema del pago con petros, máxime cuando el gobierno informó que se iba a liquidar en bolívares a los comercios que aceptaran este mecanismo de pago. Luego los sorprende con que el pago sería con petros”.
Añade este estudioso de la economía digital que “muchos no quieren petros, porque ni se transforma en liquidez para comprar bienes y servicios o para reponer inventarios y mucho menos cambiar los petros a divisas”.
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El banco asegura operaciones
Por su parte, José Javier Morales, presidente del Banco de Venezuela, entidad estatal responsable de las negociaciones con petros, aseguró que “la reactivación de las ventas se hará en los próximos días”. En entrevista con Unión Radio, el abogado dijo que “las personas que no utilizaron el bono en criptomoneda que otorgó el Ejecutivo nacional en el mes de diciembre,podrán hacerlo próximamente porque el medio petro no vence”.
Sobre la suspensión expresó que “es cuestión de días que terminemos de afinar algunos temas técnicos, algunos temas de desarrollo de aplicativos de nuevos productos y oportunamente estaremos anunciando el reinicio de biopago como de otras opciones a través del petro”.
Añadió que la banca privada se incorporará a este sistema biopago paulatinamente en los próximos meses.
No hay efectividad
Al analizar lo que ha sido la experiencia del biopago en Venezuela, el economista Aaron Olmos señala que “el hecho de que se active un pago con huella digital en teoría debe agilizar el proceso que ejecutan el comercio y su cliente. El banco es un simple intermediario técnico. La efectividad con el sistema petro no ha sido tal, porque el segmento de mercado para el cual se orientó este beneficio de medio petro, los pensionados y jubilados, no estaban claros en cómo se podía usar este método, quizá por un tema generacional o de desconocimiento de la tecnología”.
Dijo que el hecho de que el presidente del Banco de Venezuela haya dicho que el biopago se ejecutará en los próximos días “supone que hubo un cuello de botella para ellos; hay que entender que hubo un número de operaciones muy elevado: algunas personas que consiguieron espacios para vender esos petros y cambiarlos a bolívares para ir a los mercados a comprar productos en los mercados. Y los que compraron en petros”.
-¿Es posible que en Venezuela funcione el biopago basado en petros?
-Sí es posible, pero el tema que hay un solo banco que cuenta con ese sistema. Por eso la masificación del uso del petro que pretende el gobierno puede convertirse en un cuello de botella más si los usuarios serán entre cuatro y seis millones de personas. Habrá fuerte demanda del uso de los dispositivos de biopago y quizá la oferta de los mismos a los comercios que a lo largo y ancho de Venezuela lo desean no se alta. El gobierno tendrá que revisar el nivel técnico y operativo de los dispositivos si sigue la idea de permitir los negocios en petros.
Finalizó Olmos en poner en relieve dos limitantes técnicas que pueden afectar al sistema biopago que pretende imponer Maduro en Venezuela: la baja calidad del internet. “Venezuela está en los últimos lugares del mundo de capacidad y calidad de conexión”, señala. Además, está la prestación del servicio de electricidad, deficiente en algunos estados. “Estos dos factores atentan contra el sistema biopago”.