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Mientras el canciller de Maduro, Yván Gil, les pide a los venezolanos regresar al país ante los resultados económicos del último año; las cifras demuestran que, pese al crecimiento, todavía el país está lejos de recuperar el nivel anterior a la crisis

El 17 de enero, el canciller Yván Gil dijo que las puertas de Venezuela estaban abiertas para todos los migrantes, pues la economía del país continuaba en crecimiento. Según Nicolás Maduro, el crecimiento de Venezuela en 2024 fue de más 9 % y la inflación cerró en 48 %; sin embargo, economistas dudan de las cifras presentadas en la memoria y cuenta del miércoles 15 y recuerdan que el crecimiento sigue tímido, tomando en cuenta la abrupta caída de la economía nacional desde 2013.

“A pesar de las medidas coercitivas unilaterales, la economía venezolana continúa en crecimiento y abre sus puertas a los venezolanos y venezolanas que regresan al país tras haber migrado debido al bloqueo imperialista”, dijo Gil en ese momento.

La invitación del canciller no toma en cuenta que, pese a la recuperación, Venezuela continúa registrando el salario mínimo más bajo de la región, tiene la segunda inflación más alta de Latinoamérica, no hay crédito y está sumida en una crisis política que complica el panorama en materia económica. Además, está latente la posibilidad de que Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, revoque la licencia 41, lo cual impactaría la producción petrolera.


No hay razones objetivas para pensar que puede haber un flujo migratorio de vuelta en grandes volúmenes

José Manuel Puente, economista y profesor universitario

Según los datos de diciembre de la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (Plataforma R4V), en el mundo hay 7.891.241 refugiados y migrantes venezolanos, de los cuales 6.702.332 están en América Latina y el Caribe.

El economista José Guerra recordó en su libro Maduro, economía y política que entre 2013 y 2023 se registró una caída del Producto Interno Bruto (PIB) tan importante que, comparado con 2012, el tamaño de la economía fue en 2023 del 40 %.

“Se trata de la mayor caída del PIB en una nación que no ha sufrido una guerra o una catástrofe natural”, dice Guerra en el texto, comentario que coincide con el director de la firma Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros.

Ante las declaraciones del canciller Gil, El Pitazo comparó las cifras presentadas por Maduro con los datos de los 10 países de la región con más migrantes venezolanos, según la Plataforma R4V: Colombia, Perú, Brasil, Chile, Ecuador, Argentina, República Dominicana, México, Panamá y Uruguay.

Mayor crecimiento de la región

De acuerdo con Maduro, el PIB de Venezuela creció más de 9 % en 2024; sin embargo, el Observatorio Venezolano de Finanzas calcula que el crecimiento fue de 3,9 %, y más del 70 % está relacionado con la producción de crudo, específicamente, resultado de la licencia petrolera a Chevron.

Las proyecciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) anticiparon a comienzos de diciembre que Venezuela cerraría el año 2024 con el mayor crecimiento de la región, incluso por encima de grandes economías como las de México y Brasil.


El gobierno de Maduro es muy inestable, con pies de barro, que no tiene la credibilidad ni la confianza del mundo

José Manuel Puente, economista y profesor universitario

El crecimiento económico de Venezuela se sustenta principalmente en el aumento de la producción petrolera, que, según datos de la Cepal, fue de 16 % en 2024. Sin embargo, para algunos economistas se trata de cifras todavía bajas, tomando en cuenta el tamaño de la caída del PIB en la última década, y que se pueden revertir si Estados Unidos suspende las licencias petroleras.

“Se ha demostrado con diferentes trabajos que Venezuela registró el colapso macroeconómico más agudo que ha vivido una economía en el mundo en los últimos 60 o 70 años. Lo que fue la contracción entre 2014 y 2020 es el ciclo recesivo más largo del mundo. (…) Esa caída tan profunda, aunque la economía ya se ha mejorado un poquito, todavía no recupera ni cercanamente el nivel de actividad y de producción”, dijo vía telefónica a El Pitazo el economista, profesor del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA) y del IE University Madrid, José Manuel Puente, quien considera que un crecimiento económico es normal luego de ese contexto.

Inflación de dos dígitos después de una década

De acuerdo con los datos compartidos por Maduro, la inflación anualizada de 2024 fue la más baja de los últimos 12 años, de 48 %. Este dato contrasta con el del OVF, que calculó la inflación del año pasado en 85 %.

Si bien la inflación de Venezuela no es la más alta de la región, pues la supera Argentina con 118 % al cierre de 2024, este indicador es elevado comparado con el resto de la región, que la mantiene en un dígito y, la mayoría por debajo de 5 %. Por lo tanto, el aumento de los precios todavía es un factor que preocupa a los venezolanos diariamente.

El salario más bajo de América Latina

El salario mínimo se ubica desde el 15 de marzo de 2022 en 130 bolívares, monto que en ese momento representaba 30 dólares y que actualmente se ubica en unos 2,5 dólares.

En mayo de 2023, en lugar de decretar un aumento de salario mínimo como era costumbre por el Día del Trabajador, el gobierno de Maduro implementó lo que llama salario integral indexado, que establece el ticket de alimentación y un beneficion a través del sistema Patria llamada bono contra la Guerra Económica, que no tienen incidencia salarial, es decir, no se cuentan en el pago de aguinaldos y prestaciones sociales. En 2024, este salario integral indexado aumentó a 130 dólares, monto con el que Venezuela todavía tiene el ingreso más bajo de la región.


Aunque la economía ya se ha mejorado un poquito, todavía no recupera ni cercanamente el nivel de actividad y de producción

José Manuel Puente, economista y profesor universitario

Venezuela: una economía sin crédito

Una particularidad de la economía venezolana está relacionada con la falta de crédito. Otra de las políticas aplicadas por el gobierno de Maduro a nivel monetario tiene que ver con el aumento del encaje legal, uno de los elementos que, según economistas, limita la expansión económica en el país.

En 2018, en Venezuela el encaje se ubicó en 100 % y actualmente es de 73 %, un número todavía bastante alto y que los distintos gremios piden disminuir para impulsar el crédito y mejorar la actividad de las empresas.

“Eso es una particularidad de Venezuela que tiene que ver con varios factores. Es una economía como pocas en el mundo que opera sin crédito. Básicamente, tú quieres comprar un carro o un apartamento y lo tienes que pagar de contado o endeudarte en dólares o por una vía privada. Es una economía que no tiene acceso al crédito, (…) que tiene unas patas cortas para poder crecer”, explicó Puente.

Según el experto, hay dos razones por las que en Venezuela no existe el crédito: por un lado, el alto encaje legal y por el otro, el país tiene tasas reales de interés negativas, lo que quiere decir que mientras la inflación se ubicó en 85 % en 2024, las tasas de interés se ubican máximo entre 30 % y 40 %.

“Todavía, si un banco presta dinero en bolívares, en un año pierde la mitad de sus saldos reales y eso no genera ningún incentivo a la banca privada para prestar”, apuntó.

El riesgo país más alto

La crisis política que atraviesa Venezuela se agravó tras la elección presidencial del 28 de julio, cuando el Consejo Nacional Electoral proclamó ganador a Nicolás Maduro sin presentar las actas que respalden el triunfo y el Tribunal Supremo de Justicia convalidó este resultado. La oposición venezolana reclama la victoria de Edmundo González Urrutia, quien con 85 % de las actas digitalizadas por el Comando Con Venezuela ganó la elección con 67 % de los votos.

“A todo el coctel de desequilibrios macroeconómicos se suma un factor nuevo y es que hay un gobierno que se acaba de juramentar con el desacuerdo de una gran parte de los venezolanos y del mundo. (…) (Pocos) Gobiernos en el mundo consideran a Nicolás Maduro un presidente legítimo. Es un gobierno muy inestable, con pies de barro, que no tiene la credibilidad ni la confianza del mundo, porque una gran parte piensa que hubo un fraude electoral. Y eso complica muchísimo los temas económico y político”, consideró Puente.

En ese sentido, recordó que Venezuela en las últimas semanas ha tenido el riesgo país más alto del mundo. “Es decir, todos estos desequilibrios económicos y políticos se han transformado en el riesgo país más alto del mundo”, insistió.


Venezuela es una economía como pocas en el mundo, que opera sin crédito

José Manuel Puente, economista y profesor universitario

Asimismo, consideró que existe una inconsistencia entre el panorama presentado por el gobierno de Maduro, que plantea una mejora radical de la economía; mientras el mundo piensa que es la más riesgosa del planeta.

“El mundo no compra eso. Igual que el mundo no compra que hubo unas elecciones limpias, competitivas y democráticas. Supongamos que el mundo está equivocado, pero las percepciones del mundo son las que definen las decisiones y en este momento gran parte del mundo cree que no hay un gobierno legítimo en Venezuela”, refirió.

Puente recordó que Venezuela no solamente vivió un ciclo recesivo que calificó de horrible, sino que vivió la segunda hiperinflación más larga en la historia en términos de meses. “Esa combinación de recesión, contracción, inflación, devaluación, pérdida de capacidad de compra de los salarios, que han hecho que el salario mínimo promedio venezolano siga siendo todavía hoy el más bajo de América Latina y probablemente del mundo, hace que no haya razones objetivas para pensar que puede haber un flujo migratorio de vuelta en grandes volúmenes”, concluyó.

El experto considera que pueden existir hechos puntuales que permitan el retorno de algunos venezolanos, pero no razones de fondo para pensar que haya una mejoría que permita recuperar los 7,7 millones de venezolanos que emigraron.

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