Caracas.- En agosto, el Fondo Monetario Internacional (FMI) asignó 5.000 millones de dólares a Venezuela -equivalente a cerca del 80% de las reservas internacionales con las que cuenta el país en este momento- dentro del programa de 650.000 millones de dólares para beneficiar la liquidez mundial tras la pandemia de COVID-19, que afecta al mundo desde diciembre de 2019.
La entrega de estos recursos se haría a través de Derechos Especiales de Giro (DEG), que se traducen como un activo de reserva internacional para brindar liquidez y complementar las reservas internacionales de un país. “El DEG no es ni una moneda ni un crédito frente al FMI. Más bien representa un derecho potencial frente a las monedas de libre uso de los países miembros del FMI”, refiere el portal web del ente financiero multilateral.
El reconocimiento de un gobierno
Sin embargo, Venezuela no podrá recibir ese dinero, al menos no de forma inmediata, debido a la crisis política interna derivada del desconocimiento internacional al gobierno de Nicolás Maduro (y del Banco Central de Venezuela) y al respaldo que sí recibe el gobierno interino que dirige Juan Guaidó desde 2019.
“Venezuela no puede acceder a ese dinero de forma inmediata porque es una decisión eminentemente política por un problema de reconocimiento”, sostiene el economista Carlos Hermoso para El Pitazo.
De acuerdo con los estatutos del FMI, para poder obtener estos fondos se debe contar con una aprobación de al menos 85% de la Junta de Gobernadores (del FMI).
Las relaciones de Venezuela con el ente financiero las lleva el Banco Central de Venezuela (BCV), que cuenta con dos juntas directivas, una oficialista nombrada por Nicolás Maduro y otra nombrada por Juan Guaidó y la Asamblea Nacional (AN) del 2015, por lo que es imposible entregar recursos sin antes aclarar qué junta directiva los administrará.
Diálogo en México
Uno de los acuerdos logrados en las negociaciones que desarrollan delegaciones de la oposición y el gobierno en México se relaciona con la protección a la economía nacional y se incluyeron los Derechos Especiales de Giro dispuestos por el Fondo Monetario Internacional. Una vez que se hayan logrado acuerdos sólidos en México, “de forma más o menos inmediata se pudiesen obtener esos recursos”, sostiene Hermoso.
Falta de liquidez
Por otra parte, Hermoso señala que el FMI “cuenta con determinada cantidad de votos, por lo que las decisiones tienen el respaldo con base en lo que aportan (los países) a esa institución multilateral”, y explica que entre las condiciones para tener acceso a ese dinero figura contar con una participación en el FMI. “Es decir, todos los países que forman parte del FMI tienen acceso a los DEG según los aportes y comportamiento de sus economías”, sostiene el economista.
De acuerdo a cifras del FMI, reseñadas por EuropaPress, las reservas de Derechos Especiales de Giro Venezuela fueron de 12,5 millones de dólares el mes pasado, muy por debajo de los 3.600 millones de dólares registrados en 2009.
Por otra parte, el gobierno de Maduro no ha presentado cifras económicas al FMI en más de tres años, lo que afecta la transparencia del país para tomar la decisión de entregar el dinero al BCV para su administración.