Caracas.- El ataque de Rusia a Ucrania, que inició la madrugada de este jueves 24 de febrero, impactó de manera inmediata los precios del petróleo que, por primera vez en siete años, se dispararon por encima de los 100 dólares por barril y, según los expertos, podría mantenerse en aumento.
Ante un incremento como este, los grandes beneficiados desde el punto de vista económico son los países petroleros, pues sus finanzas se verán elevadas al ritmo de los precios del crudo, pero no es el caso de Venezuela, ya que la caída de la producción y su posición política atentan contra sus beneficios.
“La cesta venezolana se ubica por el orden de los 70 dólares y va empujando hacia arriba al igual que los demás marcadores. Venezuela se beneficia, pero no tanto como hubiera ocurrido de tener una producción sobre los 2 millones de barriles diarios”, dijo a El Pitazo el economista y experto petrolero Rafael Quiroz, quien señaló que, actualmente, la producción se ubica por el orden de los 900.000 barriles diarios tras una ligera recuperación en 2021.
El especialista estima que mientras se mantengan las tensiones entre Rusia y Ucrania, los precios se ubicarán por encima de los 100 dólares con una marcada tendencia al alza.
Crisis entre Rusia y Ucrania dispara precio del petróleo
Cuantificar el monto que deja de percibir Venezuela como consecuencia de la caída de la producción petrolera no es posible, según refiere el economista, porque depende del nivel sobre el cual se realice el cálculo. Además, refirió que, producto de las sanciones, Venezuela otorga a sus compradores un precio preferencial que incluye descuento de entre 20 y 22 dólares por barril, debido a los riesgos que implica comprar el crudo venezolano. “Lo que sí es evidente es que no nos estamos beneficiando todo lo que pudiéramos”, apuntó.
Por su parte, el economista y experto petrolero José Toro Hardy indicó que cada vez que había conflictos que amenazaban al mercado petrolero Venezuela ganaba, porque siempre fue neutral y tenía capacidad de aumentar la producción. “En estas circunstancias, por primera vez, Venezuela está tomando partido en favor de Rusia y, además, el mundo no puede voltear la mirada al país, porque no está en condiciones de aumentar la producción”, refirió, al tiempo que advirtió riesgos de perjuicios políticos por el respaldo a Rusia que pueden deteriorar aún más la percepción que algunos países tienen sobre Venezuela.
En conversación con El Pitazo, Toro Hardy explicó que, además, Venezuela produce actualmente crudos extrapesados de la Faja Petrolífera del Orinoco que para poder comercializar debe mezclar con condensados provenientes de Irán, cuyos precios también aumentaron, lo que, a su vez, limita el beneficio para Venezuela en esta crisis. Este escenario se suma a una disminución sustancial de las exportaciones petroleras en el mes de enero.
El conflicto también eleva el consumo de petróleo producto de las operaciones armadas y podría afectar el suministro de crudo ruso a los países de Europa Oriental a través del oleoducto Druzhba, que transporta 1.300.000 diarios de petróleo, lo que aumenta la demanda e interviene en los precios. En ese sentido, Toro Hardy señaló que el principal comprador de crudo venezolano es China, pero con el conflicto los envíos de Rusia a Europa se pueden ver interrumpidos, por lo que Moscú podría querer enviar su crudo a China, lo que impactaría a Venezuela.
Para Quiroz, el reciente repunte en los precios del crudo refleja la importancia de la geopolítica en el mercado petrolero. “En estos momentos en que los precios del petróleo están por las nubes nos convencemos de que cada día dependemos más del petróleo y con la caída de la producción reafirmamos cuán vulnerable es nuestra economía”, agregó.