Según el economista Asdrúbal Oliveros, el impacto de la pandemia del COVID-19 y la merma en los ingresos al gobierno de Nicolás Maduro, producto del desplome de los precios del petróleo, potenciará la inflación entre 12.000 y 15.000 % para fines de 2020.
El director de Ecoanalítica indicó a la prensa especializada este lunes 6 de abril que la reestimación del indicador era de 2.700% para este 2020, “a las puertas de salir técnicamente de la hiperinflación, pero esta crisis que supone la pandemia del coronavirus cambió radicalmente la situación”.
Añadió que la crisis que supone la paralización de muchas actividades productivas en Venezuela recién comienza, por lo que desconocen qué tipo de impacto puedan generar a futuro. «Al gobierno le va afectar pues hay depresión económica, la situación de inestabilidad política también impacta y lo que está pasando con la caída de los precios del crudo impacta directamente en el flujo de caja del Ejecutivo”, dijo.
Estimó que los recálculos de las cifras macroeconómicas indican que el Producto Interno Bruto (PIB) de Venezuela caerá 25% a fines de 2020, aunque inicialmente consideraba que la cifra estaría por el orden del 10%. Indica que también habían estimado que el gobierno tendría capacidad de enfrentar su déficit de caja de unos 2.500 millones de dólares y además de permitir que las importaciones las hiciera el sector privado.
“Desde la perspectiva financiera, la situación del gobierno es bastante complicada, pues no tiene no acceso a préstamos internacionales y no hay evidencia que Rusia y China vayan a apoyar con recursos a Maduro”, explicó.
Para este 2020, el gobierno de Maduro debe pagar a China 3.200 millones de dólares por concepto de préstamo. “No sabemos si China lo va a exigir en este contexto de crisis. Si no lo hace de forma excepcional, esto podría producir un alivio de caja (manejo de ingresos) al gobierno”, dijo.
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Factores que potencian la inflación
Oliveros informó que el gobierno de Maduro venía cumpliendo con cierta disciplina fiscal desde mediados de 2019, siendo un factor que contuvo la inflación el año pasado. Sin embargo, con la crisis del coronavirus ha empezado a pagar bonos, lo cual hace que la práctica de disciplina fiscal no se pueda sostener. «El gasto público y la emisión de dinero sin respaldo está aumentando, eso es un impulso a la inflación», agregó.
Añadió que otra consecuencia de la expansión del gasto público será el movimiento hacia arriba del tipo de cambio en el país, por lo que se podría ver un «desborde brutal» de la tasa de cambio, pues hay más emisión de moneda y financiamiento al déficit fiscal.
Según los cálculos de la Asamblea Nacional, la inflación de marzo fue de 21,2%, la interanual se ubicó en 3365% y la acumulada en 145,3%. La inflación para el sector Alimentación fue del 15,5%, mientras que Alquiler de viviendas 14,3%; Salud 14,8%; Transporte 72,2%, Servicios 101,1%, Telecomunicaciones 11,1% y Educación 4,8%.
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