River Plate abrió este miércoles las puertas del club para repartir abrigos, albergar a gente sin hogar durante la noche y mitigar así el frío que se vive en Buenos Aires, donde la temperatura ronda los cuatro grados centígrados en la madrugada.
En una de las entradas del Monumental, estadio del River Plate, numerosos voluntarios recibieron a decenas de personas en situación de calle para entregarles prendas, mantas, artículos de higiene personal y platos de comida calientes, además de la actividad especial que les espera a la noche.
Los vecinos que se acercaron para recibir ayuda solidaria realizarán un tour por el museo del club, flamante campeón de la Copa Libertadores 2018, y más tarde podrán hacer noche en las instalaciones.
«Era la excusa para que mucha gente, en vez de estar en la calle, venga aquí y haga un verdadero tour por el club de River, que es tan generoso y solidario y nos dio esta posibilidad», expresó a Efe Juan Carr, creador de Red Solidaria, la asociación que impulsó esta iniciativa junto al club.
Carr comentó que tienen en mente que «cada vez que las temperaturas bajen de tres o cuatro grados», lleven a cabo esta campaña de beneficencia.
La acción de River Plate y Red Solidaria surge pocos días después de que un hombre sin hogar falleciera durmiendo a la intemperie a metros de la Casa Rosada, sede del Gobierno argentino.
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«Nos causó mucho dolor. Nuestra respuesta es estar todos los días y todas las noches presentes acompañando a la gente en situación de calle», dijo Diego Santilli, vicealcalde de Buenos Aires, a la radio Futurock.
El mandatario admitió que «en los últimos seis meses creció un 5 % la cantidad de personas en situación de calle» y aseguró que actualmente su número asciende a alrededor de 1.100 en la capital argentina.
Uno de ellos es Santiago Amestoy, que lució orgulloso su nuevo abrigo de «Los Picapiedra», un tipo de prenda que «de verdad hace falta» en esta época del año, según afirmó a Efe.
«No es fácil vivir en la calle, no es fácil dormir arriba de una vereda o de un portón, que la misma gente a veces pasa y te descrimina o los porteros te tiran agua a la mañana cuando vos estás durmiendo», explicó.
Amestoy agradece todas las donaciones que la gente está haciendo al club y aprovecha para recolectar seis acolchados y repartirlos entre personas en su misma situación que no pudieron acercarse al estadio por su avanzada edad.
Sin embargo, mantiene claras sus prioridades: «Yo necesitaría trabajar y tener mi casa. Es mi sueño: tener mi casa, estar con mis hijos, tener lo mío y no estar pidiendo limosna a nadie», sostuvo.
EFE