Caracas, 27 dic (EFE).- La explosión de la atleta Yulimar Rojas en los Juegos Olímpicos de Tokio, donde ganó la medalla de oro en triple salto con un nuevo récord del mundo (15,67 metros), marcó el año deportivo en Venezuela. A esto se sumó la alegría de los fanáticos del fútbol durante la visita de Messi al país, mientras que por otro lado la Federación Venezolana de Fútbol estuvo en el centro de la polémica por una deuda que ocupó titulares. Estos fueron los hitos deportivos del año en Venezuela:
Yulimar Rojas se cubrió de gloria
El mayor acontecimiento deportivo del año para Venezuela se realizó en Tokio, muy lejos del país caribeño, y no fue otro que el triunfo de la atleta Yulimar Rojas, quien batió, en el salto triple femenino, el récord olímpico y mundial, haciendo así historia el día 1 de agosto, cuando se convirtió en la primera venezolana en ganar un oro olímpico, al saltar 15,67 metros. Y nada más finalizar su gesta en Tokio, Rojas viajó a su Venezuela natal, donde fue recibida con todos los honores, incluso, por Maduro, pero lo que de verdad emocionó a la atleta, como ella misma reconoció, no fue esa recepción, sino la de los miles de seguidores que la acompañaron a cada paso, hasta su regreso a España, donde reside la medallista.
Messi en Venezuela
Nada más arrancar septiembre, los venezolanos convirtieron en un acontecimiento la llegada del futbolista Leo Messi a Venezuela, país contra el que se enfrentó Argentina en las eliminatorias del Mundial de Catar 2022, un partido que ahogó más las aspiraciones de la Vinotinto para el campeonato, al estar en el fondo de la clasificación.
La visita del astro, con el que muy pocos tuvieron la suerte de hacerse la ansiada foto, hacía olvidar la desafortunada trayectoria de la selección que, una vez más, perdió por 1-3 en un partido al que se enfrentó con 10 jugadores, después de ser expulsado Luis Adrián Martínez, precisamente por una brutal agresión a Messi, que se fue del país herido y convertido en verdugo.
Impago a Peseiro
La Federación Venezolana de Fútbol (FVF), con escasos éxitos deportivos y numerosas víctimas, estuvo en el centro de la polémica cuando, en noviembre, el portugués José Peseiro -seleccionador de la Vinotinto entre febrero de 2020 y agosto de 2021- demandó ante la FIFA al máximo órgano del balompié del país caribeño por la deuda de más de un año de salario.
El impago, que se saldó finalmente, según el propio entrenador, a finales de noviembre, fue la razón que lo llevó a renunciar a su cargo a finales de agosto, cuando advirtió a la FVF del motivo de su abandono y pidió que le fuera abonada la cantidad adeudada, cuyo monto nunca se reveló, sin que la entidad venezolana moviera ficha hasta que llegó la demanda de la FIFA.
EFE