Caracas.- «Correr me da libertad. Es una actividad que se hace en espacios abiertos y es lo que más me gusta. El maratón, a pesar de ser un deporte exigente, no es elitesco y le da cabida a todos», contó este martes 23 de abril, a El Pitazo, la corredora y periodista Narvin Delgado, segunda venezolana en obtener la medalla de la Abbot World Marathon Majors (Grandes del Maratón Mundial), circuito compuesto por seis grandes competencias (Nueva York, Tokio, Berlín, Chicago, Londres y Boston). Delgado, de 51 años, culminó la carrera en la ciudad de Boston a mediados de este mes, completando así los seis eventos mundiales.
Cada uno de los maratones consta de 42 kilómetros 195 metros. Delgado, quien se inició como corredora en 2002, debió tomar cada vez más en serio su preparación, al darse cuenta de que el deporte que la había cautivado exigía un plan metódico y hasta trabajo en equipo.
18 años y seis maratones
«Comencé en 2002 en el maratón de Nueva York. Entrené de manera muy empírica como todo novato, y a raíz de esa experiencia entendí que si quería cumplir metas debía pertenecer a un club. Fue así como me uní al grupo Cuatro Elementos, que funciona en el Parque del Este (Ahora Francisco de Miranda), de la mano de Orlando Velázquez», contó la maratonista.
No fue hasta 2011 cuando se fijó en otro de los eventos del circuito mundial: el maratón de Berlín. Explicó que desde 2002 hasta 2011 se mantuvo corriendo en pruebas de media distancia, y aunque vio difícil los 42 kilómetros de Berlín, decidió afrontar el reto con todo. «Necesitaba por lo menos 20 semanas de preparación», aseguró.

En Berlín mejoró su desempeño con respecto a lo realizado en Nueva York. Mientras que en Estados Unidos alcanzaba la meta en cuatro horas 30 minutos, en Alemania disminuía su tiempo a cuatro horas 19 minutos. «Muchos dirán que son apenas algunos minutos, pero en un maratón bajar un minuto significa mucho esfuerzo», aclaró la corredora.
En 2013 se topó con la prueba de Estambul, carrera que a pesar de no figurar en el circuito de los «Majors», le sirvió de preparación para Londres, carrera en la cual compitió en 2015, y que está diseñada casi exclusivamente para los británicos.
«En Londres, de 30 mil participantes solo dan tres mil cupos para quienes vienen del resto del mundo, así que es difícil ingresar. Pude participar gracias a una agencia certificada por los promotores que funciona desde Argentina. Me inscribí con ellos, y uno de los atletas que la agencia había contactado no respondió al llamado, por lo que me permitieron ocupar su lugar», explicó.
En Londres, su tercer «Majors», Narvin hizo su mejor tiempo hasta ahora: cuatro horas seis minutos.
«Luego me enfoqué en Chicago, evento pautado para octubre de 2016. Aunque bajé un minuto en mi desempeño (cuatro horas siete minutos) me fue bien», dijo.
En 2018 afrontó el reto de Tokio, también un maratón planificado solamente para los japoneses, pero en el cual logró tener el chance, nuevamente gracias a la agencia argentina.
Delgado aseguró que la temperatura (había nevado un día antes) la afectó mucho. «Hacía mucho frío, eso influyó mucho. Al final completé la ruta en cuatro horas 13 minutos».
Finalmente, este año corrió en Boston, el maratón más antiguo del mundo (data de 1873). Narvin participó en la categoría Master C (46-51 años).
«No exigen mucho en esta carrera para dejarte participar. De hecho, el tiempo promedio exigido para los corredores fue fijado en tres horas 55. Lo terminé en cuatro horas 17», aseguró orgullosa, la venezolana que formó parte de los 500 maratonistas que ese día recibieron también su medalla por cumplir con las seis competencias.

Caracas continúa siendo un reto
«Me enteré que ya había una venezolana (María Ortiz), que ya había obtenido el mismo reconocimiento. Hay una tercera corredora, que también participó en los seis maratones, pero creo que se registró como una española. Pero para mí es venezolana porque la veo siempre, así que seríamos tres corredoras», contó.
Mientras, en su club Cuatro Elementos, ya son tres los corredores (dos hombres y ella) quienes han participado en el circuito mundial.
«Es una gran satisfacción, son 18 años luchando por cumplir con esta meta», aseguró la comunicadora social, para quien el maratonismo le ha dado la oportunidad de representar a su país en distintas latitudes e interactuar con otras culturas, sin importar las limitaciones.
También le ha dado un ritmo de vida disciplinado: «A las 5:30 a.m. ya estoy entrenando, para luego dedicarme a mi rutina laboral y familiar».
Como buena caraqueña, disfruta de correr en su ciudad natal, por lo que es frecuente verla en avenidas como la Francisco de Miranda y la Río de Janeiro, pero también en el Ávila y por supuesto, en su cancha natural, el parque Francisco de Miranda o del Este.
«No terminas de correr en un maratón, cuando ya piensas en otro. Este año no podré correrlo por estar de viaje, pero el año que viene estaré en el maratón de Caracas. Esta ciudad es una ruta fuerte, y quienes la hemos corrido siempre le encontramos distintas perspectivas», finalizó Narvin, cuya carrera parece apenas comenzar.