París.- La llegada de Lionel Messi a París el pasado martes 10 de agosto, después de su retirada del Barcelona FC, hizo que los fanáticos se acercaran a las tiendas oficiales del París Saint-Germain (PSG) para comprar la camisa del delantero argentino que usará el número 30 con el conjunto francés.
Antoine y su hermano Marc fueron los primeros en comprar la camisa con el nombre de “la Pulga” y el dorsal 30. Se presentaron en la tienda oficial del PSG en los Campos Elíseos en París, la única que abrió por la mañana.
“Marc vio su primer partido del PSG conmigo cuando tenía unos ocho años y ahora será el primero en tener la camiseta oficial cuando abra la tienda”, dijo Antoine a la agencia EFE de noticias, poco antes de comprar la franela, cuyo precio oscila entre los 115 y los 165 euros. A los aficionados se les permitía llevarse sólo una camisa de Messi por persona.
Nathan, de 26 años, fue a la tienda después de terminar de trabajar y cinco minutos más tarde que los hermanos Antoine y Marc, quienes pernotaron toda la noche con una almohada y bebidas energéticas.
“Esto solo pasa una vez en la vida, no nos queremos perder esta oportunidad. Que Messi, un jugador con un grandísimo palmarés, un nivel muy alto y seis Balones de Oro, venga a un club que amo desde niño, es algo único”, dijo Nathan.
Llegar temprano a la tienda le permitió a Nathan ver cómo los trabajadores forraban la fachada de la tienda con la imagen del argentino, en sustitución de las de otras dos grandes estrellas del club: Mbappé y Marquinhos.
La larga cola formada en toda la manzana, de decenas de metros, dejó sorprendido a algunos turistas: “¿Está Messi dentro?”, se preguntaban algunos sobre la multitud que había acudido a la tienda del PSG para comprar la camiseta del astro argentino.
Multitudes a las afueras del campo
La gente también se congregó este miércoles 11 de agosto en los alrededores del Parque de los Príncipes, donde Messi compareció por primera vez ante la prensa, acompañado por su presidente, Nasser Al-Khelaifi, como nuevo jugador del PSG.
“Estoy esperando a ver si sale y tengo planes de seguirlo toda la semana a todos los lugares que vaya. Voy a ir a verlo al hotel, ¡adónde sea!”, dijo a EFE Romina Italiano, una argentina residente en París.
En las afueras del campo había otros migrantes argentinos como Débora Torres. “Messi significa un orgullo muy grande, sobre todo para todos los argentinos que vivimos acá en París. Ahora tenemos la Torre Eiffel y tenemos a Messi, el más grande”, afirma Torres.
Javier, argentino que vive en Barcelona, se compró un boleto para intentar ver a Messi en su llegada a Francia. “Lo estoy siguiendo del hotel a la presentación y de la presentación al hotel. Es una sensación inexplicable. Es lo máximo, el número uno del fútbol”, contó Javier.