Caracas.- El Celta de Vigo de Óscar García será el primer gran desafío para el nuevo Barça de Ronald Koeman en LaLiga, una oportunidad para comprobar el estado del equipo azulgrana después del 4-0 del estreno ante el Villarreal y la gran puesta en escena de Ansu Fati.
Pero no solo eso. Será la primera oportunidad para comprobar si la debilidad el Barça fuera de casa mostrada en el pasado ha quedado atrás con la llegada de Koeman y del cambio de sistema.
Además se producirá en un terreno hostil para los azulgrana. No ganan en Vigo desde abril de 2015 y el año pasado, por ejemplo, dijeron adiós a LaLiga con un empate (2-2).
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No parece que Koeman vaya a tocar ni el sistema ni los jugadores para el partido de este jueves. Sabe que necesita consolidar ambas facetas y Balaidos no es el lugar adecuado, justo en el segundo partido de los tres que los culés tienen que afrontar en una semana.
Con el 4-2-3-1 que ha dibujado el holandés, un esquema que utiliza la selección oranje en los últimos tiempos, unos cuantos jugadores se sienten más cómodos, pero sobre todo el equipo está más cohesionado, las líneas más juntas y no sufre tanto.
En el primer partido ante el Villarreal se vio como la calidad de los mediapunta, especialmente de Ansu Fati y de Coutinho, fue determinante, y solo Antoine Griezmann rechinó en el engranaje de Ronald Koeman.
El doble pivote (Busquets-De Jong) permitió recuperaciones y creación y cuando Pjanic entró por Busquets añadió un plus en la presión.
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Atrás, Alba fue de los mejores en la proyección ofensiva; y la pareja de centrales (Piqué-Lenglet) fue de los destacados. No parece que el técnico vaya a hacer ningún cambio, ni tan siquiera la entrada del portugués Trincao por Griezmann, por aquello de no señalar a las primeras de cambio a nadie.
El nuevo Barça de Ronald Koeman supondrá un enorme desafío para el Celta de Vigo, que llega al partido invicto, apoyado en una gran solidez defensiva y con el delantero Iago Aspas reclamando su regreso a la selección a base de goles.
El ilusionante inicio de los azulgranas, tras apabullar al Villarreal (4-0) en su estreno liguero, se examinará este jueves en Balaídos, donde la temporada pasada se despidió de LaLiga tras empatar a dos goles, alargando una etapa negra en Vigo que empezó con una goleada (4-1) a finales de septiembre de 2015.
Desde entonces, el Barça no sabe lo que es ganar en el estadio vigués, donde el año pasado se consumó el divorcio entre Leo Messi y el cuerpo técnico liderado por Quique Setién, después de que el argentino se negara a escuchar las indicaciones de Eder Sarabia durante una pausa de hidratación.
Con información de EFE