Caracas.- Los alumnos adolescentes de Andrea Paola Márquez, cantautora y fundadora de Mi Juguete es Canción, han llegado a enviarle mensajes de WhatsApp a las 2:00 am. Cuando uno le pregunta la razón, Andrea se encoge de hombros, honrada. Explica que ellos se sienten en confianza y le cuentan sus anhelos, sueños, preocupaciones en ese espacio de seguridad emocional que es el arte.
Para honrar este pacto de confianza, Márquez tomó estas preocupaciones juveniles y las transformó en una experiencia performática que mezcla el teatro, con la danza contemporánea y la música tradicional venezolana. El resultado es una pieza llamada Todas las flores, que se estrenará este viernes 18 de marzo a las 5:00 pm en el anfiteatro de la plaza Altamira sur.
Mago Jey Rossel divirtió a los habitantes de Chacao con diferentes trucos
Los 25 adolescentes en escena representan el 40% del total de alumnos que componen el programa de formación infantil-juvenil Mi Juguete es Canción, que lleva ocho años impartiendo educación musical a niños y jóvenes de comunidades vulnerables y que comenzó como un concierto que buscaba destacar figuras emblemáticas de la cultura venezolana. Su rango de acción va desde Petare hasta Catia, y hasta el momento reúne a más de 60 alumnos inscritos.
La música como salvavidas
El objetivo principal de Mi Juguete es Canción es crear ciudadanía. El deseo de Márquez es que este programa contribuya “en la construcción de ciudadanos que sepan que pueden amar su origen. Existe un gran número de venezolanos que han hecho país desde el amor, y queremos empoderar a los jóvenes para que sepan que ellos también pueden ser agentes positivos de cambio”.
De estos alumnos, hay una clara y evidente mayoría femenina. “Creemos que aún persiste la creencia de que el teatro, la danza y el canto son para niñas. Este programa impulsa a los padres a fomentar esta sensibilidad en los hijos varones, porque el arte es para todos”, explica Andrea.
Todas las flores es un trabajo teatral que surge de la creación y la preocupación colectiva, y es que la gran mayoría de los jóvenes que integran el elenco han tenido que hacerle frente a las dificultades y carencias que afectan a las barriadas populares.
Un problema, una solución
La denuncia principal que hace la obra es el embarazo precoz, ya que Venezuela ostenta el lamentable récord de poseer el índice más alto de la región. Datos del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa, por sus siglas) en 2020 estiman que la tasa de fecundidad en adolescentes es de 85,3%.
Además de la denuncia, al ritmo de música interpretada en vivo, las niñas del elenco cuentan anécdotas arrancadas de abuelas y madres que tenían sueños y aspiraciones, y cuyas familias les impidieron perseguir sus sueños, sea porque la educación de la época exigía que las mujeres se enfocaran únicamente en sus esposos, o sea porque a las niñas se les solía casar con hombres mayores que les exigían dedicarse única y exclusivamente al hogar.
Si bien el mensaje de Todas las flores parte de la crudeza de la vida real, hay que recordar que apela a la esperanza y a la bondad del espectador atento. Su esencia se resume en las líneas de las actrices, resueltas a alzar su voz: “sin la valentía, la raíz no fuera árbol y nunca florecería”.
En la dirección general y concepto de la obra se encuentra Andrea Paola Márquez. La dirección musical corre a cargo de Jorge Torres, y de danza de Nahití Ortega. Además, se tendrá como coreógrafa invitada a Anaísa Castillo. Por su parte, Luis Becerra se encarga de la inducción en lengua de señas venezolana.
Coordenadas
Todas las flores es una producción de Mi Juguete es Canción y Kumaco Producciones, con el apoyo de la Delegación de la Unión Europea en Venezuela. Se presentará este viernes 18 de marzo, a las 5:00 pm, en el anfiteatro ubicado en la Plaza Altamira Sur, con entrada libre.