En medio de dos telones negros aparece Tania. Tania acompañada de su soledad. Un velo negro le cubre parcialmente el rostro y lo que deja ver es la mueca que viene antes del llanto: el labio inferior temblando y las cejas tan juntas que casi parecen una. Sostiene con ambas manos una caja metálica, por su llanto y sus palabras de desconsuelo, parece que lo que sostiene son las cenizas de su último marido; otra vez, se ha quedado sola.
Tania Sarabia vive del teatro, solo del teatro, cuenta, y luego de 27 años vuelve con su obra Tania en cinco movimientos, un monólogo escrito especialmente para ella por Mariela Romero, esta vez dirigido por Daniel Dannery y con el acompañamiento en el escenario del músico y comediante Carlitos Jorges.
Cada movimiento es la experiencia de Tania con cada una de sus mascotas, cinco perros de diferentes personalidades y humores. Siempre queda la duda: ¿Son sus maridos en cuerpos de perros o son sus maridos perros? Ella, a modo de broma, cuenta que por la forma en que muchas mujeres hablan de sus parejas, pareciera que se tratara de caninos. Además, la simbología de las mascotas es la cura para mitigar la soledad que no abandona a Tania, sobre todo, después de la muerte de cada esposo. “No por nada son los perros los amigos más fieles del hombre”, dice.
En un país que registra un éxodo de más de tres millones de personas, de acuerdo con la Organización de Naciones Unidas (ONU), Tania cuenta que estar solo se ha vuelto cada vez más común. Para muchos, las mascotas, son la compañía ideal.
Para Tania, el teatro es su compañía y la cura de todos sus males. Desde siempre, asegura.
A partir del mes de febrero, Tania Sarabia habla de la soledad, del amor, el desamor, el dolor, la vida y la muerte. Todos los miércoles y jueves a las 7:00 p.m. en el teatro del Trasnocho Cultural.