Afortunado. Así se considera Wolfgang Salazar por el hecho de poder vivir de su arte. Lo puede hacer gracias a los admiradores que han aprendido a apreciar el grafiti. «Badsura», como es conocido, tiene más de 10 años realizando murales. Estudió publicidad y mercadeo, pero se dedica más a las exposiciones de calle en Venezuela y en el mundo.
En una entrevista ofrecida para el portal Somos Arepa, publicada en el sitio que lleva el mismo seudónimo (Badsura.com), el artista afirmó que se considera un autodidacta y que su intención con el arte es lograr que el observador choque con una obra que le recuerde un sabor, un olor, un sonido, una textura y una imagen que forme parte de la identidad nacional.
“El arte va tener el sentido que cada individuo decida darle, esto tiene que ver con varios aspecto psicológicos. Nuestro cerebro hablará de lo que más presente tengamos posicionado en nuestra mente o podrá pronunciarse a favor de esos pensamientos profundos que poseemos ocultos en nuestro cerebro”, dijo el creativo de 30 años de edad.
Badsura también es el nombre que le otorga Wolfgang Salazar a cada una de sus obras concluidas. De acuerdo con lo publicado en su página, se trata de un proyecto de formación constante y que emprendió en 2008 en Caracas. En esta ciudad ha podido realizar diversos murales, como también en otras regiones del país y en el exterior: Italia, Brasil, Grecia, España, Colombia y Ecuador.
En sus trabajos se pueden ver reflejados personajes de la cultura y la vida política de la nación, pero también suele destacar a muchos ciudadanos de a pie y a otros que se han destacado en diversas facetas. El cantautor Simón Díaz, la atleta Yulimar Rojas, la periodista Valentina Quintero y hasta una ilustración de Frida Kahlo son parte de los personajes presentes en los diseños realizados por este muralista.
Para Badsura, uno de sus objetivos es lograr elevar la autoestima de los venezolanos a través de su arte. Para él, según lo dicho a France24, la labor de cambiar la imagen del país no depende solo de los venezolanos, «sino de todos los que están en el continente». «Hace falta hablar cosas diferentes de Venezuela», aseguró.
El artista siente amor por su propia tierra. «Puedes mirar hacia el norte y ver algo muy distinto de lo que observas si ves hacia el sur, al igual que su gente y su mixtura tan auténtica. En eso se fundamenta mi historia, en la construcción de discursos plásticos que reúnan la mayor cantidad de estilos y técnicas que permitan transmitir un sentimiento”, destacó.
El expositor Badsura dijo para AP que sueña con que queden en el olvido los tiempos en que el grafiti era visto como un acto de vandalismo y llegue el día en que los más jóvenes puedan tener recursos de donde inspirarse para crear, hacer nuevas propuestas y llegar más lejos de lo que él mismo pueda llegar.
Con información de France24 y AP.