Elías Crespín, ingeniero informático y artista cinético, inauguró la obra Plano Mousikê en el Museo de la Música de la Filarmónica de París, con motivo de una exposición que rinde homenaje a la figura del compositor Iannis Xenakis, músico de ascendencia griega que desarrolló gran parte de su vida y obra en Francia.
La exposición fue inaugurada el pasado 10 de febrero, y permanecerá abierta al público hasta el domingo 26 de junio del año en curso.
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Plano Mousikê es una obra cinética compuesta por barrotes de metal que “danzan” sobre otros objetos de la exposición permanente del museo. “Especialmente concebida para flotar sobre dos pianos del siglo XIX de la colección, despierta un eco visual en resonancia con los materiales que componen los antiguos instrumentos de la galería, tales como trompetas, flautas, cellos, violines”, describe Crespín en su Instagram.
Nieto de la artista Gertrud Goldschmidt, conocida popularmente como Gego, Crespín trabajó como ingeniero informático para diversas empresas hasta que se atrevió a combinar conceptos de su profesión -como las coordenadas tridimensionales, los pulsos electrónicos y las funciones- con la obra de artistas como Jesús Rafael Soto. El resultado fue Malla electrocinética I, su primera obra, que utilizaba motores controlados por un software personalizado para animar módulos geométricos, combinando así el arte cinético con la tecnología.
En 2018, Crespín se convirtió en el primer latinoamericano en tener una exposición permanente en el Museo del Louvre. En esta ocasión, el artista creó una escultura móvil a gran escala, que consiste en 128 cilindros de metal colgados de cables de nailon, que están conectados a motores configurados para generar movimiento mediante un algoritmo matemático.