Caracas.- El investigador de la familia popular en Venezuela, Alejandro Moreno, murió este 25 de diciembre a los 85 años de edad.
»¡Dios le dé0 el eterno descanso!», escribió la diputada Manuela Bolívar en su cuenta de Twitter, lamentando la muerte del sacerdote Alejandro Moreno Olmedo, quien se dedicó desde su llegada a Venezuela en 1950 a investigar profundamente el tema de la violencia en el país.
En abril de 2019, Moreno sufrió un edema cerebral, producto de una caída, y posteriormente le dio un ACV. Desde entonces requería de los servicios de un enfermero y terapeutas para recuperarse de las secuelas de su accidente.
El padre Moreno vivió por más de 30 años en el barrio San Isidro en Petare, donde tuvo la oportunidad de escribir sobre casos de violencia en Venezuela. Era una de las personas que más sabía de la vida social en los barrios venezolanos.
expertos aseguran que el estado promueve la violencia contra la mujer en venezuela
“Yo me siento segurísimo en San Isidro. Ahí la gente está segura, excepto en los momentos cuando se enfrentan dos grupos. O si los malandros piensan que uno está delatándolos. Los malandros no pueden hacer daño en su comunidad porque, de lo contrario, pierden el lugar donde refugiarse y vivir. Necesitan el apoyo de la comunidad», dijo Moreno en una entrevista que le realizaron en 2011 para conocer las causas de la violencia.
Desde esa zona popular, este reconocido sacerdote, investigador, educador y psicólogo, se dedicó al estudio y a la comprensión de la vida del venezolano, su estructura familiar y relaciones sociales; una labor que lo llevó a fundar junto a un grupo de sus ex-alumnos el Centro de Investigaciones Populares (CIP).
Su esfuerzo como agente pastoral de la congregación de Don Bosco dejó un legado de obras indispensables para la comprensión del venezolano y la antropología urbana.
En julio de 2018, donó a las bibliotecas de la Universidad Católica Andrés Bello y de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador su obra »Antropología cultural del pueblo venezolano».
Se trata de una rigurosa y metódica investigación que durante casi cuatro décadas realizó el equipo de trabajo del CIP, liderado por el padre Moreno Olmedo. En esta obra se expone la estructura antropo-cultural del modo de vida popular venezolano, a partir del estudio comprensivo de la familia y de todo el sistema de relaciones que funcionan dentro de la misma.
Asimismo, la obra hace entender el convivir de los venezolanos, las mezclas de culturas y lenguaje.