¿Tienes en la mente el sonido de la selva en esas películas de aventuras o incluso en las de supervivencia? A eso agrégale ritmos electrónicos. ¿Logras imaginarlo? Aquí puedes escuchar cómo suena. Ese tema es parte de Madre, un proyecto realizado por el músico venezolano Washé junto al productor italiano Go Dugong, que fue posible con el impulso de Hape Collective. Y que le rinde homenaje a la naturaleza a través de la música.
Ambos artistas, quienes se conocieron en Caracas en 2022, se vieron conectados a través de su manera de crear música inspirada en rituales antiguos y cantos chamánicos, esos que son típicos en las comunidades indígenas. En un país que cuenta con más de 40 tribus regadas por distintos estados, decidieron emprender un viaje selva adentro, específicamente la amazónica, acompañados por el también productor Simone y el documentalista multimedia Gustavo Vera.
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Inspiración ancestral: la creación de Madre
Durante una semana se sumergieron entre el verde naturaleza y el azul del cielo para crear este álbum conformado por tres etapas: disonancia, desafío y simbiosis, que busca mostrar cómo es el recorrido que te permite ser uno con la naturaleza. Fue ese contacto con el medio ambiente lo que permitió que Madre se convirtiera en un proyecto ambicioso, en el que se utilizan instrumentos tradicionales de diversos grupos étnicos de Venezuela y sonidos sintetizados, generados mediante plugins de estaciones de trabajo de audio digital.
Además, con la colaboración de artistas nacionales e internacionales, como el jazzista venezolano Gerry Weil; el referente de música electrónica Miguel Noya; Kahlab, el acto afrofuturista de Raffaele Constantino; y Clap Clap!, el productor electrónico italiano.
En esta entrevista, el músico investigador Carlos Conde, o simplemente Washé, comparte lo que significó ese viaje para su vida personal y cómo este proyecto se ha convertido en un imán de causas ganadas. Pero, sobre todo, en un homenaje a Venezuela, esa que esconde grandeza en sus selvas y en quienes las habitan.
— ¿Qué significó conectar con toda esa majestuosidad?
— A medida que te vas adentrando más, te vas conectando no sólo al sentir venezolano o indígena, sino que te va conectando al tiempo y a la costumbre indígena. O sea, son otros tiempos. Cuando desarrollamos esto, Giulio (Go Dugong) me decía que era demasiado intenso. O sea, los instrumentos, estamos hablando de ramas, una rama, un hueso de un animal. O sea, son cosas totalmente naturales que dan una sonoridad. Y esa misma profundidad, uno la siente al momento de tocarla. Y al escucharla. O sea, yo te pongo una flauta normal y otra realizada con estos materiales y me vas a decir que la primera está desafinada. Pero no es así, sino que tiene otro motivo. El disco tiene otro motivo sonoro. No está afinado a lo que escuchamos diariamente. Lo bajamos a 432, que es el sonido de la naturaleza. Entonces tiene un temperamento mucho más orgánico.
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— ¿Cómo se dio el engranaje del equipo de trabajo?
— La interconexión se dio por medio de Hape Collective, que es un colectivo que está en Europa, África y América. Simone, le comenta a Giulio, quien hace un trabajo parecido al mío en Italia, sobre esta idea. Él se interesa en venir a crear algo nuevo y diferente acá y le pregunta por alguien, y Simone le habla de mí. Ahí empezamos a conversar, a tener esa interacción. Entonces se prepara un trabajo durante un mes, y cuando Giulio está acá, nos reunimos en un estudio y me llevé muchos instrumentos electrónicos e indígenas. Estando allí, a él se le ocurre ir a Amazonas. Él hablaba poco español, yo no hablo italiano y el único punto de encuentro eran partituras gráficas, eran dibujos que relataban esa historia y ahí nos empezamos a entender. Además, yo soy de tocar en vivo y él es de estudio, entonces eran unas distantes que iban pasando. Me decía toca, y yo me ponía a tocar como loco y cuando volteaba él grababa todo y así comienza el disco.
Hasta el interior de la selva
El 24 de diciembre de 2022, Simone y Giulio, que estaban en una fiesta, decidieron junto a Washé y Gustavo Vera. Entre conversaciones y planteamientos, optaron por visitar el Lago Leopoldo, una decisión influenciada por la intensidad y energía del lugar. Con la ayuda de contactos indígenas y permisos militares, el grupo emprendió el viaje.
En su travesía, pasaron por diversos retos y momentos jocosos, destacando la incredulidad de los locales ante la misión musical de los artistas. Al llegar a su objetivo, grabaron música rodeados de la naturaleza ancestral, aprovechando los ecos naturales del río que realzaban sus instrumentos. Los sonidos durante esta experiencia formaron la base de todo el disco, destacando la magia de la música en vivo y su conexión orgánica con el entorno. Lo que se tradujo en producciones como Selva, Oda a la madre y Yopo.
En Madre, los rituales indígenas y cantos chamánicos jugaron un papel fundamental. El álbum, que relata un viaje de cuatro amigos hacia Amazonas, captura las experiencias vividas durante las 14 horas de trayecto hasta llegar al destino. A medida que se escucha, se pueden sentir los altos y bajos que experimentaron, como cruzar barrancos, caminar sobre sedimentos antiguos y enfrentarse a la naturaleza sin filtros.
Una de las grandes anécdotas que destaca Washé fue que encontró al menos 20 sapos en su bolso al despertarse. Estas experiencias no solo enriquecieron el contenido del proyecto, sino que también les permitieron plasmar la interacción con el entorno de manera auténtica.
Durante su estadía en una choza tradicional, en la que dormían más de 50 personas, incluyéndolos, tuvieron la oportunidad de participar en un ritual de yopo con un sabio indígena. La cabaña estaba dispuesta simbólicamente para representar los cuatro puntos cardinales, lo que añadió una capa de profundidad al ritual. Washé tuvo la fortuna de observar el ritual desde una posición privilegiada, viendo de cerca los efectos alucinógenos que permitieron a los participantes entrar en un estado de trance y armonía. El poder de la voz resonó profundamente, logrando rearmonizar a todos. Esta vivencia única fue plasmada en el tema Yopo, que captura la esencia y la magia de estas actividades ancestrales.
Para el equipo, Madre representa la unión de lo ancestral y lo moderno. El álbum no solo celebra la riqueza cultural y natural de Venezuela, sino que también destaca la capacidad de la música para conectar a personas de diferentes orígenes y lenguajes.