Caracas.- En el año 2019 la vida de Laura Guevara cambió para siempre. Con estas palabras la cantante venezolana, radicada en México desde marzo de 2017, reveló que estuvo 15 días detenida en una cárcel de migrantes en la capital mexicana.
Guevara contó, a través de su cuenta en Twitter, que la reclusión se prolongó desde finales de enero y hasta mediados de febrero mientras resolvía un problema con su estatus migratorio, del que no ofreció mayores detalles.
«El 2019 fue muy rudo. Y una de las cosas más difíciles de mi año fue que después de mis conciertos en España estuve 15 días privada de libertad e incomunicada en un centro migratorio (una cárcel de migrantes)», detalló.
Cambio y aprendizaje
El encierro ocurrió justo al regreso de una gira que la intérprete realizó por Barcelona y Madrid, en España. La artista añadió que la inesperada situación la obligó a cambiar el concepto de su próximo disco, en el que incluirá pasajes de lo vivido junto al resto de los migrantes.
«Mi disco va a ser diferente a lo que yo lo había concebido, porque la vida da giros inesperados, y ya no podía hablar de la Laura antes de este evento que cambió mi vida para siempre. Me alegra que el 2019 se está acabando y le agradezco inmensamente las pruebas duras y los aprendizajes», resaltó.
También expuso que su visión de la migración cambió de forma drástica, después de casi tres años de haber emigrado a la Ciudad de México, lugar que escogió como centro de operaciones para la internacionalización y consolidación de su carrera artística.
«Después de vivir lo que viví ahí adentro, de la angustia, la ansiedad, la incertidumbre, la vulnerabilidad, de haber conocido vivencias e historias de migrantes de todos lados, mi percepción acerca de la migración cambió radicalmente», describió.
Agradecimiento
Laura Guevara es egresada de la Universidad Central de Venezuela como Licenciada en Artes, mención audiovisual. En sus composiciones combina géneros musicales que van desde la cumbia, el folk, el funk, los tambores venezolanos, el reggae, el pop, el swing hasta el rock.
Pese a la vivencia en un centro de detención de migrantes, su carrera no paró. A finales de agosto lanzó Calipso, tema con el que unió su talento con el de Alberto Arcas, vocalista de la banda venezolana Okills también radicado en México.
La compositora manifestó que una vez arreglado el problema legal no tiene ningún impedimento para continuar en su estancia en México, país al que agradeció por las oportunidades de desarrollar su talento.
«Amo México, a mis amigos mexicanos y a toda la gente maravillosa que me ha tendido la mano (a veces incluso mucho más que los venezolanos). Lamentablemente la situación de los migrantes en el mundo es muy compleja», concluyó.