La banda de disco, acid jazz y funk más popular de Venezuela aún celebra su segundo Grammy Latino, que ganó la semana pasada por la canción Tócamela
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Hay dos cosas que seguramente Arturo Uslar Pietri nunca se imaginó. La primera, que nadie ha asumido la tarea de sembrar el petróleo. La segunda y menos trágica, que su programa “Valores Humanos ” le daría nombre a una banda que se encargaría de crear la nueva “gozadera” venezolana. Hablamos, por supuesto, de Los Amigos Invisibles, que ganaron el jueves pasado el Grammy Latino en la categoría de Mejor Canción Alternativa con Tócamela.
La agrupación Los Amigos Invisibles se fundó en 1991, pero su debut discográfico fue en 1995 con el álbum A Typical and Autoctonal Venezuelan Dance Band. Con 28 años de trayectoria y 13 discos de estudio, esta banda de disco, acid jazz y funk es, quizá, la más importante de la música venezolana.
El baterista Juan Manuel Roura, «Mamel», conversó con El Pitazo luego de alzar el Grammy Latino.
–¿El Grammy Latino es algo que podría esperar una banda como Los Amigos Invisibles?
– No lo esperas. Aun cuando tienes las nominaciones, nunca esperas o das por sentado que ya te lo ganaste. Te sientes satisfecho del trabajo que has venido realizando a lo largo de todo este tiempo.
–¿En algún momento pensaron que una canción como Tócamela podía ganarse el gramófono dorado?
–La verdad, no la hicimos con esa intención. Cuando sacamos ese single la intención era ofrecer buena música. Nunca trabajamos en función del premio porque no tiene sentido. Uno vive de esta carrera y la función es crear contenido y entregárselo a la gente para que te siga y vaya a tus conciertos. Es un ciclo en el que la fuente principal es el contenido, y la reacción que genera se traduce en entregar más y mejor material.
No es posible trabajar el show business si no hay dólares en el mercado. Si hay acceso a moneda extranjera, hay la posibilidad de reactivarse y hacer cosas
Juan Manuel Roura «Mamel»
–Con el auge de movimientos como #MeToo y las organizaciones feministas, ¿tuvieron algún problema con la sexualización de la figura femenina en el video de Tócamela?
–Para nada. El concepto de Los Amigos Invisibles siempre ha estado ligado a la sexualidad de manera jocosa, irónica o cómica. Estoy seguro de que cuando salió el video se trataba de algo que el público podía esperar de nosotros sin ningún problema.
–El concepto del video fue planteado por Michael Tang (@ohrangutang) e incluye la participación de actrices porno como Antonella Alonso (@lasirena69). ¿Cómo fue el proceso para llevar Tócamela del audio al video?
–Desde que compusimos la canción tuvimos claro que debía mostrarse de manera bien sensual. Siempre habíamos observado el trabajo de Mike porque su propuesta artística es enaltecer la sensualidad de la mujer, independientemente de su procedencia, condición física o «raza». Siempre nos ha gustado su manera de manejar la imagen. Una vez que le presentamos la canción, tanto Mike como su esposa (que además son fanáticos de la banda) nos dieron el sí.
–¿Cómo han logrado mantener por 28 años un lenguaje prácticamente de doble sentido sin repetirse?
–No es algo intencional. Solo hacemos lo que nos gusta. Venimos de un país caribeño y eso forma parte de nuestra cultura, de nuestra idiosincrasia. Reinventarnos es simplemente tratar de mantenerse al tanto de lo que ocurre a tu alrededor, tanto en materia musical como artística. Siempre es bueno escuchar lo que sucede en el mundo, las tendencias que están dando vueltas por ahí, lo que está sonando dentro del género, en qué está metida la industria, qué formatos están inventando… Parte de reinventarse es saber qué es lo que hace todo el mundo y tratar de crear de la forma más original posible, aunque ya todo esté inventado. Nosotros no estamos inventando el agua tibia.
Nunca trabajamos en función del premio porque no tiene sentido. Uno vive de esta carrera y la función es crear contenido y entregárselo a la gente para que te siga y vaya a tus conciertos
Juan Manuel Roura «Mamel»
–En la balanza de lo comercial y lo original, ¿cómo han mantenido el equilibrio?
–Es un tema muy subjetivo. Lo comercial es algo que, si lo analizas bien, se reduce a una élite de artistas que se inclinan por hacer algo netamente en ese sentido. Nosotros no. Pero creo que dentro de la manera como nosotros planteamos las cosas, se genera tanta identificación de la gente que podría pasar como algo comercial. Siempre jugamos con ciertos elementos, sobre todo de ritmo, de los que podemos bandearnos un poco para que nuestra música juegue a ser comercial sin sumergirnos por completo. No es nuestro secreto, pero sí nuestra manera de componer.
–¿Qué viene ahora?
Seguir grabando. Hay varios temas en los que estamos trabajando en este momento. Va a salir Something, que es nuestro próximo single. Hay muchos shows pendientes, entre ellos una visita al Cúsica Fest en Venezuela, que nos emociona mucho porque es un evento donde se van a reunir varias generaciones de música venezolana. Visitamos el país en octubre y la pasamos tan bien que nos alegra mucho que se estén reactivando las actividades y les den una oportunidad a las bandas venezolanas de tocar y a la gente de ir a disfrutarlas.
Parte de reinventarse es saber qué es lo que hace todo el mundo y tratar de crear de la forma más original posible, aunque ya todo esté inventado
Juan Manuel Roura «Mamel»
–A pesar de la crisis son varias las agrupaciones que están regresando a presentarse en Venezuela. Viene Oscar D’León, Ilan Chester, Los Amigos Invisibles… ¿A qué crees que se deba este “renacer” de los conciertos en Venezuela?
–Aun cuando pueda parecer algo bueno, es el resultado de algo malo. Ahora se le puede pagar al artista en dólares. Para todos los productores en el país era algo difícil en años anteriores. Es lamentable no hacerlo en bolívares, pero no es posible trabajar el show business si no hay dólares en el mercado. Si hay acceso a moneda extranjera, hay la posibilidad de reactivarse y hacer eventos.
–¿A quién se la quisieras tocar? La canción, por supuesto.
–¿Que a quién se la quisiera tocar? (risas) A todo el mundo, si nos referimos a la canción. Si hablamos de otra cosa, por supuesto que a mi esposa.