Caracas.- La Iglesia católica venezolana comenzó la causa de canonización de los fundadores del Movimiento de Educación Popular Fe y Alegría, Abraham Reyes y su esposa, Patricia García, quienes desde la humildad hicieron un significativo aporte para la educación de los niños de menos recursos en Venezuela y Latinoamérica.
Uno de los principales propulsores de la causa de Abraham y Patricia Reyes, es el sacerdote jesuita Joseba Lazcano, quien empezó a hacer el estudio de la vida de estos fieles laicos hace 20 años, a quienes conoció y admiró en vida.
El cardenal Baltazar Porras anunció el pasado 12 de mayo el inicio de la causa de canonización de los esposos Reyes García, al tiempo que agregó que había enviado los documentos pertinentes a Roma, de los que darán respuesta en 6 meses, según los voceros de la causa de canonización.
Quiénes fueron Patricia García y Abraham Reyes
La pareja, que vivía en el 23 de Enero, tuvo 13 hijos y criaron juntos a otros seis. Abraham Reyes, quien trabajaba para la municipalidad en el servicio de aseo urbano, ofreció la sala de su casa para que se celebrara en ella la primera comunión de 70 niños y niñas, producto de la labor catequética de los universitarios.
«Si usted quiere hacer una escuela, ponga las maestras que yo le regalo este local», fue lo que le dijo Reyes al padre José María Vélaz, fundador de Fe y Alegría, luego de que en la homilía este hablara de la necesidad de profundizar la labor formativa en un proceso de educación sistemática.
Ante el asombro del sacerdote, el hombre, que duró siete años para lograr construir junto a su esposa el espacio que ahora cedía, dijo: «Si me quedo con ella, será la casa de mi mujer y mis ocho hijos. Pero si la convertimos en escuela, será la casa de todos los niños del barrio».
En el proceso de la cooperación, Patricia García aprendió a leer y a escribir, y a sus hijos también los enseñó a leer; su esposo por su parte, su esposo fue consagrado como diácono permanente para prestar sus servicio en zonas de Catia y Ojo de Agua, al oeste de Caracas.
Desde el 5 de marzo de 1955, cuando se fundó la primera escuela de Fe y Alegría, se han atendido a 105.643 estudiantes en las ahora 177 escuelas constituidas en toda Venezuela.
En Venezuela actualmente hay cuatro beatos, María de San José, Candelaria de San José, Carmen Rendiles y José Gregorio Hernández.
La Congregación para las Causas de los Santos, recibe la petición del tribunal eclesiástico que sustenta la vida y virtudes del aspirante a ser canonizado. Un consagrado, laico o matrimonio que, ya fallecido, hayan practicado las virtudes teologales: fe, Esperanza y caridad en grado heroico y que quienes le conocieron de testimonio de haber cumplido con las virtudes cardinales, a saber, Prudencia, Justicia, Templanza y Fortaleza.
Al ser admitida la causa, el discasterio romano le da el titulo de Siervo de Dios, constituido el tribunal eclesiástico para la causa al comprobar el grado heroico de las virtudes teologales y cardinales le declara venerable. Luego vienen dos fases, la primera es la comprobación de un milagro atribuido a su intercesión ante Dios, lo que le permitirá ser reconocido como beato, y luego una segunda fase para su canonización, para lo cual también se requiere un milagro que se compruebe que es inmediato, inédito e irreversible.