En Berlín hay tristeza por al ataque ocurrido hace tres días en un bar turístico; sin embargo, no hay miedo y tampoco lo tiene la directora argentina Natalia Meta. En tanto que filósofa, ha decidido en la práctica vencer el miedo. En la sala de prensa a casa llena y en las calles del Potsdamer Platz se habla de estar ante la presencia de uno de los festivales de Europa más completos y exigentes. La emoción se extiende fuera y dentro de la pantalla.
Esos minutos de inicio donde Inés (Erica Rivas) una chica como cualquier otra, experimenta una nueva relación amorosa con final acontecido, nos deja con hambre de no pararnos más nunca de la butaca. Después de pasar por éste episodio traúmatico, se desencadena una historia inesperada que vivirá junto a una madre de lujo, Cecilia Roth y un elenco encantador con Daniel Hendler y Nahuel Pérez Biscayart.
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En esta película se transmite una complicidad entre todos quienes conforman el engranaje del arte, la participación del coro de mujeres es resaltado con especial énfasis por la directora y la protagonista, aunado a ese acento sureño que no deja de ser una caricia y lucha por sobrevivir ante la exigencia del acento neutro, el cual, para la actriz Erica Rivas fue todo un reto, pues Inés (el personaje) tiene que trabajar el doblaje de película, por de mas asiáticas.
Natalia debutó en el 2014 con su ópera prima, “Muerte en Buenos Aires”, impactando en el cine; ahora con “El prófugo» («The intruder«) abre el Festival.
Inspirado muy libremente en la novela «El mal menor», de C.E. Feiling, nos lleva de la mano entre el terror, la sensualidad y el misterio, hasta jugar con la comedia. Cierto que no es un thriller, pero se le acerca bastante. Erica ya había marcado la gran pantalla en el 2014 con Relatos Salvajes de Damián Szifron, y sabemos que atenernos, puede pasar de la mujer más tierna a la más directa y pragmática, apasionadamente entregada a los placeres del sexo o bien viviendo bajo el terror de lo desconocido, un terror que la habita, o bien la acosa, eso usted mismo lo decidirá.
Un manejo de cámara donde estamos todos comprometidos, una banda sonora que se luce como uno de los principales protagonistas, hacen de “El Prófugo” una representación del cine argentino en 70 edición de La Berlinale digno de celebrar después de seis años de ausencia.
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El actor romano Elio Germano no llega a los 40 años y unas cuarenta películas, sin embargo es con ésta interpretación del pintor Antonio Ligabue en “Volevo ascondermi” donde todo apunta de llevarse el Oso de oro.
El guión de Tania Pedroni, sigue la vida del artista italiano del siglo XX Antonio Ligabue (1899-1965), complicadisima de narrar. Abandonado por su madre, con una familia adoptiva, para nada recommendable, encerrado en hospitales psiquiátricos, feo y deforme, medio autista, víctima de la crueldad por ser diferente desarrolla contra todo pronóstico una vida y una obra digna de lo mejor de la historia de Italia.
Su inspiración con certeza nace de muchos “otros” mundos, sus gritos de animales, sus múltiples heridas, dan un gama de texturas que se traducen en una actuación que dicho en palabras de Germano “no quise basarse en la monstruosidad, para nada, sino en esa
energía, esa vitalidad que dejó en la historia Lagabue”.
Estamos ante una obra maestra, con una banda sonora casi pictórica (Marco Biscarini) una dirección de fotografía magistral que nos lleva a emociones que van de lo más íntimo al extremo, puede desatar admiración y vergüenza de ser humanos.
Paola Lavini se luce como actriz de reparto, en una escena donde debe pasearse en un carro con Ligabue, hace que nos remontemos un tanto a “La Dolce Vita” de Fellini. Viene de filmar con Claudia Cardinale en la película “L’Île du Pardon” del director Ridha Béhi.
Una historia inolvidable
Antonio Ligabue es el hijo de una mujer italiana que emigró a Suiza por la Guerra y es adoptado por una pareja que lo convierte en victima más que en un hijo. Termina en el valle del Po, donde pasó años en una pobreza extrema, soledad y sin residencia permanente en la orilla del río. vive. Se refugia en el dibujo, la pintura y la escultura, gracias al escultor y pintor Renato Marino Mazzacurati (1907–1969), quien le enseña las técnicas de pintura se hizo conocido por sus obras, en las que integró tigres, gorilas, leones y jaguares en los bosques de álamos de los prados del Po.
En 1977 se produjo la premiada película de televisión de tres partes Ligabue (1977) de Salvatore Nocita con Flavio Bucci en el papel principal, que también fue producida por Rai, al recorder a Flavio hubo una ovación en la conferencia.
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La Berlinale es mucho más que séptimo arte, es un festival donde Berlín se viste de historias, donde se rinde homenaje a sus visitantes, contrario a la tragedia de Hanau, cerca de Fráncfort, 75 años después de la dictadura nazi, ocurre un ataque xenófobo deplorable al extreme. En La Berlinale se rindió homenaje a las víctimas con minutos de silencio, pero es el arte, el cine y la belleza de los habitantes de toda Alemania quienes al final vencerán, pues la historia debe ser narrada, nunca olvidada y el cine nació para ello.