Caracas.- Las historias de la parroquia La Vega protagonizan la segunda edición del proyecto de periodismo performático Te la cuento yo, de El Pitazo, en el que a partir de dos piezas dramatizadas se expone la vida, el destino y las vivencias de personajes de este sector caraqueño.
Te la cuento yo desea ser un vehículo de sensibilización, encuentro y transformación social, con el que los vecinos de distintas comunidades puedan identificarse con las realidades que atraviesan otros y así cambiar el dolor o los miedos por esperanza, para conseguir un efecto sanador, que pueda ser impulso ante los momentos difíciles.
“En esta oportunidad no trabajamos desde el psicodrama, más bien nos centramos en tejer una relación de más larga data. Tuvimos la oportunidad de conversar en varias oportunidades con las personas que, amablemente, nos compartieron sus testimonios, y trabajamos muy cerca de ellas”, comenta Yoyiana Ahumana, guionista y directora del proyecto
Una comunidad y sus historias
En esta entrega disfrutaremos de la obra “Ricardo, corazón de La Vega”, un mediometraje que se estrena este 11 de junio, a las 11:00 a.m., a través del canal de YouTube de El Pitazo, con el que se les rinde homenaje a los 163 fallecidos durante las protestas en contra del Gobierno de Nicolás Maduro en 2017, según un registro del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social.
A través de Ricardo… podremos ver los estragos, las secuelas y los padecimientos que enfrentan quienes son víctimas de represión y persecución en el país. También, cómo la violación sistemática de los derechos humanos se convirtió en una constante; pero, sobre todo, el ímpetu y la capacidad de los venezolanos de sobreponerse a las dificultades.
“Esta primera historia es la de un ciudadano de a pie que, como tantos, decide salir a defender sus derechos, levantar su grito de protesta a favor de la democracia, y lo apresan. Es un relato cruel, duro, difícil, pero al final, de resiliencia, porque pese a todos los maltratos y torturas que recibió en prisión, sale adelante”, destaca Ahumada.
Debido a la complejidad encontrada en las historias de esta segunda edición de Te la cuento yo, se incorporó una dirección de arte en las filmaciones, a cargo de Iván Oropeza; se trabajó con escenografía de Daniel Hernández y se contó con la asistencia de dirección de Zara Fermín.
La producción estuvo a cargo de la gerencia audiovisual de El Pitazo, liderada por Génesis Salazar. La videografía fue realizada por Rubén González y Ronald Peña, con la edición y montaje de Alexis Navarro.
“Ricardo, corazón de La Vega” es protagonizada por William Cuao, como Ricardo; Iliana Betania, como Can Can Rodríguez, y Nelson Lehmann, como Cerbero Certero. La Fundación Rajatabla y la organización no gubernamental Acción por la Libertad apoyaron en la realización de este audiovisual.
La segunda producción de esta entrega es “Vida es convulsión”, una obra que se estrenará en agosto, con la que se desea reconocer la resiliencia de una mujer que padece epilepsia, una enfermedad cerebral que afecta a 50 millones de personas en el mundo, lo que la convierte en uno de los trastornos neurológicos más comunes, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, pero de lo que poco se habla en Venezuela.
Desde la mirada de su protagonista, se cuentan las estigmatizaciones y dificultades que puede enfrentar un paciente con epilepsia, sobre todo en un contexto de emergencia humanitaria compleja, cuando el acceso al tratamiento es cuesta arriba y la desinformación, un lugar común.
Una pieza audiovisual en la que se deja ver su metamorfosis, al mostrar el cambio desde la sobreprotección hasta su camino a la libertad. Las actrices Bárbara Acevedo, Nerea Fernández y Omaira Abinade interpretan esta historia. Esta obra cuenta con la participación especial de la ilustradora Ana Black a través de sus dibujos y la colaboración de la Fundación Rajatabla con el vestuario.
“Con ‘Vida en convulsión’ quisimos mostrar a tantas personas que con una enfermedad crónica logran plantarse ante la vida para hacerle frente, sobrellevar las vicisitudes y llenarse de sueños y metas”, expresa Yoyiana Ahumada.