El reclamo realizado por el Centro Nacional Autónomo de la Cinematografía (CNAC) a los productores de la película Simón deja en evidencia que el gobierno de Nicolás Maduro no quiere que el mundo vea que hay crímenes de lesa humanidad en el país, según denunció el director de esta producción audiovisual, Diego Vicentini.
“Al régimen, a la dictadura, no le conviene ni le gusta que haya visibilidad sobre los crímenes de lesa humanidad que ocurren en Venezuela”, dijo Vicentini este miércoles, 28 de agosto, durante una entrevista telefónica con El Pitazo.
Esta polémica fue generada por la difusión de algunas imágenes de la filmación en la cuenta de X (antes Twitter) de la senadora colombiana María Fernanda Cabal para reclamarle al mandatario colombiano Gustavo Petro su postura débil ante la situación venezolana, una actuación que fue mal vista por el CNAC cuando el 26 de agosto emitió un comunicado para solicitar explicaciones sobre estos hechos.
Los productores de Simón respondieron a los señalamientos a través de un comunicado el 27 de agosto, aclarando que en ningún momento autorizaron el uso de sus imágenes por parte de esta congresista.
Vicentini cuestionó que la única mención que haya hecho el CNAC sobre la producción venezolana Simón sea un comunicado con tono acusatorio por un tuit que escapa de su responsabilidad cuando esta obra ha ganado reconocimientos internacionales y estos no han sido compartidos ni mencionados.
El también productor de Simón, Diego Vicentini afirmó que la recepción de la audiencia a esta producción es increíble e incluso sorprendente, lo que demuestra que valió la pena todo el esfuerzo para realizarla.
–¿Cómo puede calificar el equipo de producción de la película Simón la comunicación enviada por el CNAC en la que piden una explicación sobre las imágenes de tortura?
–La preocupación del Centro Nacional Autónomo de la Cinematografía (CNAC), o del presidente del ente cinematográfico, Carlos Azpúrua, era la violación de derechos de autor, pero en ningún momento se nos acercaron para preguntarnos directamente, sino públicamente, si habíamos tenido algún problema con los derechos de autor o si nos podían ayudar, como sucedería en una realidad normal.
Desde que estrenamos la película, salió en salas de cine y en Netflix, la han visto millones de personas a diario, quienes graban la pantalla, toman una foto y la montan en sus redes sociales para compartir o comentar.
LA REPRESIÓN A LA VISTA DEL MUNDO
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La película Simón narra la historia de un dirigente estudiantil venezolano que participa en las manifestaciones que fueron reprimidas violentamente por los cuerpos de seguridad del Estado.
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Esta filmación se estrenó el 7 de septiembre de 2023 en Venezuela con cierta discreción y con una potencial amenaza de censura, mientras en Madrid (España), Buenos Aires (Argentina), Santiago de Chile (Chile) y Nueva York (Estados Unidos) se agotaron todas las entradas aun cuando faltan varios días para su estreno.
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El director Vicentini denunció que su producción no fue postulada para representar al país en los premios Óscar de la Academia de Cine de Estados Unidos. “Nos continúan notificando sobre irregularidades que ocurrieron en el proceso de selección de la película”, afirmó en un video en su cuenta de Instagram.
Son miles de veces que nos taggean, lo que hace imposible monitorear y revisar cada vez que una imagen de la producción es compartida. Además, no creo que nos compete revisar cada vez que esto sucede.
Productores de Simón responden al CNAC sobre uso de escenas para fines políticos
–¿Considera usted que revisar este contenido que es compartido en las redes sería un trabajo titánico?
–Sí, y además, estas acciones demuestran la arbitrariedad de la institución y de la presidencia del CNAC porque, como señalamos en nuestro comunicado, Simón tiene más de un año de recorrido público, donde ganó el Festival del Cine Venezolano, fue nominado a los premios Goya, a los Platino, logró ser adquirida por Netflix, llegó al puesto número uno de Netflix en Venezuela, número seis en el mundo y rompió récord de taquilla en Venezuela, y jamás el CNAC mencionó a la película en sus redes sociales, algo que ha hecho con otras películas, lo que demuestra que este ente cinematográfico no apoya a todas las producciones por igual.
–¿Cómo fue el trabajo de producción que hicieron para recabar la información que sirve como base de Simón, que al fin y al cabo es ficción como ustedes detallan?
–Aprovecho nuevamente para aclarar que Simón es una película de ficción, lo que la diferencia de un documental, donde se va con las cámaras en la vida real y se toma un registro audiovisual de lo que está sucediendo.
Fue escrita a través de un guión y fue filmada con un equipo técnico de cine, pero a pesar de ser de ficción está basada en hechos reales. ¿Cuáles son estos hechos? Hay muchísimos en esta película, por ejemplo: el venezolano que se tuvo que ir de su país por persecución política y está pidiendo asilo en otro país, de esos casos hay miles y millones de historias verdaderas.
Como escritor tomé partes de tantas historias reales y fui creando esta historia particular de Simón. No está basada en la vida real puntual de una sola persona, sino que es una compilación de muchísimas.
Al igual que el tema de las torturas que están basadas en los testimonios de expresos políticos que recreamos y filmamos, pero para eso entrevisté personalmente a varios jóvenes que me contaron de primera mano las experiencias que vivieron mientras estuvieron tras la rejas.
Aparte de eso, hay muchísima información de los testimonios de otros expresos políticos con quienes no me comuniqué directamente, pero que relataron frente a las Organización de los Estados Americanos (OEA) las torturas de las que fueron víctimas y como en esos videos, hay muchos más donde se puede ver y escuchar a venezolanos que sufrieron agresiones psicológicas y físicas.
–El impacto internacional de la película Simón ha sido importante. Más allá de la pieza artística que ha sido galardonada, ¿qué buscaban ustedes con la realización de esta pieza que como vemos tienen diferentes interpretaciones, si tomamos en cuenta el llamado del CNAC?
–Nuestras intenciones eran varias, en principio, es una obra artística porque nos permitió expresarnos, pero también hay un objetivo informativo porque como venezolanos en el extranjero apreciamos que hay mucha gente en el mundo que todavía no conoce la situación por la que está pasando Venezuela y sus ciudadanos. Aunque es información pública y los videos están allí, no cualquiera accede al informe de las Naciones Unidas o el de la Corte Penal Internacional (CPI) para leer todos los crímenes de lesa humanidad que se han cometido.
Por ello, consideramos que una película era la forma de poder usar el arte para abrirle los ojos al resto del mundo y puedan empatizar y sentir lo que pasan los venezolanos, que en este caso era la historia de Simón, que simboliza la vida de millones de venezolanos.
–En el comunicado ustedes destacan los informes publicados por la OEA luego de entrevistas de personas que estuvieron detenidas por los cuerpos de seguridad del Estado. ¿Si eso está tan claro y es público, por qué creen que se les hace el llamado a ustedes?
–El tema fue que esta senadora usó las imágenes y dio a entender, como lo que dice Carlos Azpúrua, que eran reales, es decir, como si el video fuera de las torturas que están sucediendo en la actualidad.
Esto motivó que la senadora colombiana eliminara ese tuit porque mucha gente se lo comentó en las redes, claro esto es mi interpretación personal. Considero que este llamado a través del CNAC fue provocado porque al régimen, a la dictadura, no le conviene ni le gusta, que haya visibilidad sobre los crímenes de lesa humanidad que ocurren en Venezuela.
Película Simón es nominada a los premios Goya
Siento que lo que buscan es que al desmentir estos hechos se le quite el peso que tienen esas imágenes, al decir que son de ficción o de una película, pero que son situaciones que pasaron en la vida real, y para ello, se excusan en el derecho de autor, lo que también es válido porque son escenas de una producción audiovisual.
–Para ustedes ¿qué representa Simón? ¿y cómo sientes la respuesta del público, que al final es quien puede evaluar la obra artística?
–La receptividad es increíble, profunda e incluso hasta dolorosa, y creo que ocurre algo bonito cuando tu película ya no te pertenece a ti, sino que le pertenece al público. Es más de un año conectando con las audiencias y observando la reacción de los diversos públicos, como en el venezolano dentro del país, el que está en el exterior y los extranjeros, y cada uno me sorprende más que el otro.
Los de fuera conectan con la historia porque se trata de un venezolano que se tuvo que ir, pero cuando la presenté en Venezuela sentí que hasta pegaba más duro, lo que me sorprendió. Sin embargo, al haber estado en distintos países, y ver la reacción de los extranjeros porque ver a un argentino, un español, un italiano, un americano llorando con la película y que te agradezcan porque me llegan mensajes por Instagram de alguien que quizás tiene una pareja venezolana y que ahora lo entienden mejor, o ni siquiera, simplemente alguien que se cruzó con la película en Netflix y después quedó tan tocado que me contactan y preguntan cómo pueden ayudar con la situación de Venezuela, lo que nos confirma que valió la pena todo el esfuerzo.
–El comunicado publicado por el CNAC advierte que tanto usted como Marcel Rasquin podrían ser procesados por la autoridad judicial por supuesta participación o complicidad delictiva. ¿Cómo responde usted a estos señalamientos?
–Lo que dice este comunicado es que en caso de haber autorizado el uso por parte de la senadora colombiana en su tuit, estaríamos expuestos a ser procesados por la autoridad judicial competente, a lo que respondemos que no porque, como dijimos, en nuestro comunicado, nosotros no aprobamos ese caso ni ninguno, porque diariamente postean imágenes de la película y no andamos autorizando.
–Ustedes en su más reciente comunicado aclaran que la senadora colombiana María Fernanda Cabal no les solicitó derechos de autor para usar las imágenes de su película Simón, ¿Tienen previsto reclamarle por el uso de sus imágenes?
–Al principio no habíamos hecho ningún reclamo porque esto es una situación cotidiana, donde se comparten imágenes de la película de forma continua. Posteriormente, la senadora quitó el tuit, pero tras el comunicado del CNAC ya le respondimos y aclaramos lo sucedido.
Finalmente, Vicentini aclaró que tampoco pueden publicar su pronunciamiento en El Nacional y El Universal, como establece el CNAC en el Oficio 086 puesto que son medios que no están bajo su control. “No podemos garantizar cumplimiento de ese requisito arbitrario de la Presidencia que escapa de nuestras competencias”, sentencian los cineastas.