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jueves, 28 marzo, 2024

Caminantes del agua en Paraguaná: la sequía permanente exige sacrificios

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FALCÓN

Los habitantes de la península de Paraguaná pasan meses sin el servicio de agua potable por tuberías, lo que hace que tengan que salir a buscarla donde sea. Por eso es común ver en las principales autopistas y avenidas de Punto Fijo a los caminantes del agua

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Yudith Mora y su esposo José Martínez son el vivo ejemplo del sacrificio que hacen a diario los paraguaneros para tener un poco de agua potable en sus hogares. Caminan a diario hasta cuatro kilómetros con un carrito lleno de potes de varios tamaños que arrastran por Punto Fijo.

A las 5:00 de la madrugada es la hora en que los esposos Mora Martínez salen de su casa, ubicada en la calle Chile entre Girardot y Progreso del centro de la ciudad para ir al sector La Rosa, donde pasan los tubos que llevan agua al Centro Refinador Paraguaná y de donde la gente se surte a través de pequeños agujeros que presenta la tubería.


El agua potable la usan racionalmente y la reciclan para que pueda durar un día



Los esposos salen todas las mañanas y recorren varios kilómetros para cargar sus tobos
| Foto Irene Revilla

Ninguno de los dos tiene automóvil y su única opción es levantarse más temprano de lo normal, ponerse sus botas, gorras y cruzar toda la ciudad a pie. El trayecto tarda una hora  de ida y una hora y media de regreso. “Hay que tener voluntad para caminar tanto, pero qué más puede hacer uno, si no hay de otra”, dice Yudith entre risas.

Los esposos tienen la planta desalinizadora del pueblo de Carirubana a pocos minutos de su hogar, pero dejaron de ir porque el agua es muy oscura. Además, la cerraron «hace meses» por falta de mantenimiento. “Antes íbamos y usábamos esa agua para limpiar y lavar, pero en vista de que necesitamos tomarla también decidimos ir a la otra; aunque es más lejos, el agua es más limpia”, dijo José.

Si salen antes de las 5:00 de la madrugada, ya a las 7:00 de la mañana están de regreso. Yudith se queda en casa mientras José toma su bolso y se va a trabajar como cajero en una empresa productora de pescado.

José contó que a veces van de noche. Cuando llega temprano del trabajo, descansa un rato y luego salen a buscar el agua, pero prefieren ir en la mañana por miedo a cruzar las grandes autopistas de noche. “En las autopistas han arrollado a mucha gente mientras cruzan con el agua. Uno viene cargado y la brisa nos traiciona, nos hace ir despacio. Por eso prefiero ir de día. Es un gran sacrificio, pero nosotros no tenemos cómo pagar un camión cisterna. Si lo pagamos, no comemos y nuestros hijos tampoco”.

Como los esposos Mora, hay numerosas familias en Paraguaná, que tienen más de dos meses sin el servicio de agua potable a través de tuberías y, por ello, deben salir a buscar el líquido donde sea.

La falta de agua en Paraguaná siempre ha existido, pero el problema se ha agudizado por los constantes apagones que se han registrado en el país. El estado Falcón no está alejado de esa realidad.

Estos apagones han hecho que se pierda el aumento del flujo de las tuberías que trasladan el agua de las represas hacia la península. Además, no permiten que sean encendidas las bombas de las estaciones de bombeo que hacen que el recorrido del agua sea más rápido.


El sacrificio lo hacen todos en cada uno de sus hogares | Foto Irene Revilla

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